LUGARES ESPACIOSOS
Miqueas 7:8 "Enemiga mía, no te alegres de mi mal. Caí, pero he de levantarme; Vivo en tinieblas, pero el Señor es mi luz." Puede ser que te halles así, en esta condición: como por tierra. Muchos pasan a tu lado y te ignoran, no te ven. E n vez de levantarte se te alejan. ¡Qué bien que nos sentimos entre los que nos aman, cuando nos rodean y reímos, junto a ellos, pero fíjate que son los primeros que se van cuando caemos! Tú la que eras fuerte, y sostenías a todos, de repente, no tienes a nadie que te sostenga. Aún tu belleza no te sirve de nada, tu alma está abatida de dolor! En el Salmo 31 también David se sentía de esta manera, aun habiendo sido él ungido para ser Rey, y amado por todos, describe en los versículos 11 y 12 un terrible abandono, y dice "¡soy como una vasija hecha pedazos!". En el versículo 22 confiesa que fue tal su confusión producida por el dolor que llegó a decir: " ¡He sido arrojado de tu presenc...
Wow que impresionante .... la herencia espiritual la instrucción de David a su hijo y la herencia material los ingresos para la visión
ResponderEliminarQuerida Nohemí Sanchez Muchas gracias por tu comentario! Y es verdad, es impresionante la sabiduría del rey David, que supo dejarle lo necesario a su sucesor e hijo Salomón: La Fe, sin la cual todo lo que tenemos en esta vida pierde el orden y la razón
Eliminarcomo dice esta reflexión de la palabra: "La Fe es mucho más valiosa que todo el oro que un padre pudiera dejar para sus hijos, porque la fe, dará un propósito a todo bien material."
Bendiciones abundantes de Sabiduría! Pastora Sara Olguín.
Poderoso Es verdad la mejor herencia q puedo dejar a mis 8 hijos es haber conocido a Cristo y todo lo que implica ese maravilloso tesoro !!!HASTA MIL GENERACIONES
ResponderEliminarAmada hermana, no tengo dudas que esos 8 hijos heredarán un tesoro atesorado por ti, que nada deteriorara sino que ellos sabrán aumentar en medio de sus pruebas!!Gracias por tus visitas, comentarios y expresiones de amor! Dios te enriquezca cada vez más del tesoro del cielo: la Fe.
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