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JESÚS ¿POR QUÉ NO ESTUVISTE AQUÍ?

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                                                                                                               San Juan 11:3- Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. Las hermanas, Marta y María,  enviaron un mensaje diciendo: ¡Señor, tu querido amigo esta gravemente enfermo! Pero nada más. ¿ Acaso le dijeron: - ¿Ven pronto? ¡No! Nosotros nos preguntamos porque no fue Jesús rápidamente a ver a su amigo, y  si bien el resto del relato nos hace entender el Plan de Dios con Lázaro y esta  enfermedad, también vemos las actitudes de “los que esperamos de Dios  grandes hechos a nuestro favor, pero muchas veces,  exigimos que lo hagan sin  que nosotros hablemos,  pidamos o le llamemos a nuestra situación, o a nuestras  vidas.” Pensamos que Dios lo tiene que hacer sí o sí porque Él dijo que nos ama. Sí, su amor es tan profundo, ancho e inextinguible que no alcanzamos a comprenderlo, pero lo exigimos. No nos preguntamos o no n

SOBRE UNA TABLA DE SURF

Mateo 14:28 "Respondiéndole Pedro, dijo: Señor, si eres tú, mándame que vaya a ti sobre las aguas."

Si Jesús nos soltará una Palabra como a Pedro, deberíamos ser capaces de mantenernos firmes, pasara lo que pasara, o se moviera aún, el mar de su lugar...
Aprender a surfear lleva su tiempo, dominar nuestro cuerpo y controlarlo para que no se caiga de arriba de la tabla de Surf, ni esta se de vuelta junto a nosotros, yendo a parar debajo de las aguas, no es fácil.

Quienes lo hacen han pasado un tiempo aprendiendo todas las técnicas, y perdiendo el miedo a cualquier situación de pánico ante las cada vez más grandes olas y abierto mar, donde son llevados poco a poco por sus maestros.
Lo mismo el Señor, quien caminó (surfeó) sobre las aguas, nos enseña. 
Su primer alumno fue Pedro, y nosotros le seguimos, pero a causa de que Jesús no quiere perdernos ni que nos perdamos en la inmensidad del mar, es que nos hace esperar hasta que logremos el equilibrio dado y madurado por el Espíritu y la Palabra, en nuestro hombre interior.
Así como los alumnos son llevados un poco a la vez más adentro, así el Maestro, cuando comprueba nuestro agarre a la tabla, nuestra destreza ante los vientos y nuestras templanza ante las olas gigantescas, nos va soltando una palabra más grande que la anterior.
Nos va cambiando la medida de la tabla y la distancia de la orilla hacia la profundidad del mar.
Cuando le pidas que te suelte una Palabra ten por seguro que tendrás que surfear con ella, más mar dentro  y ¡desafiar muchas más olas que con la anterior!
Dios te bendiga en este hermoso desafió que comenzó sobre el mar nuestro amado apóstol Pedro, imitando a nuestro ¡¡Maestro Jesús!!!

Pastora Sara Olguín.

Comentarios

  1. Como en cualquier deporte, los inicios suelen ser frustrantes porque, quien lo practica, no consigue alcanzar sus objetos más inmediatos. Esto se complica en el surf, donde el objetivo inicial es tan claro, ponerse de pie en la tabla mientras está en movimiento. Cuando no se consigue, la gente se frustra y abandona. Por este motivo, existen las tablas de iniciación.

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