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ES FELIZ DIOS, CUANDO FESTEJO LA NAVIDAD?

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¿A quién hago feliz con el árbol de navidad, a mí o a Cristo?   “ Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.  Que si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ó que vivamos, ó que muramos, del Señor somos." (romanos 14: 7 y 8). No hay dudas de que para todos nosotros, los que hemos nacido de nuevo por el Espíritu de la Palabra (1Pedro 1:23), hay una sola cosa para lo cual vivimos y es esa: Agradar al Padre, quién nos amó de tal manera que nos salvó eternamente en su Hijo Jesucristo (San Juan 3:16). Claro que así como hemos aprendido a conocer a nuestros padres terrenales para agradarles, mientras crecíamos, ahora que nuestro Padre es Dios, mientras crecemos y caminamos en Él (Cristo) nos esmeramos en saber lo que le agrada a través de su palabra. La biblia es la instrucción del Padre para todos sus hijos, sin importar la raza o idioma que hablen, ni las culturas que tengan, somos uno en Cristo ( Efesios 1...

SOBRE UNA TABLA DE SURF

Mateo 14:28 "Respondiéndole Pedro, dijo: Señor, si eres tú, mándame que vaya a ti sobre las aguas."

Si Jesús nos soltará una Palabra como a Pedro, deberíamos ser capaces de mantenernos firmes, pasara lo que pasara, o se moviera aún, el mar de su lugar...
Aprender a surfear lleva su tiempo, dominar nuestro cuerpo y controlarlo para que no se caiga de arriba de la tabla de Surf, ni esta se de vuelta junto a nosotros, yendo a parar debajo de las aguas, no es fácil.

Quienes lo hacen han pasado un tiempo aprendiendo todas las técnicas, y perdiendo el miedo a cualquier situación de pánico ante las cada vez más grandes olas y abierto mar, donde son llevados poco a poco por sus maestros.
Lo mismo el Señor, quien caminó (surfeó) sobre las aguas, nos enseña. 
Su primer alumno fue Pedro, y nosotros le seguimos, pero a causa de que Jesús no quiere perdernos ni que nos perdamos en la inmensidad del mar, es que nos hace esperar hasta que logremos el equilibrio dado y madurado por el Espíritu y la Palabra, en nuestro hombre interior.
Así como los alumnos son llevados un poco a la vez más adentro, así el Maestro, cuando comprueba nuestro agarre a la tabla, nuestra destreza ante los vientos y nuestras templanza ante las olas gigantescas, nos va soltando una palabra más grande que la anterior.
Nos va cambiando la medida de la tabla y la distancia de la orilla hacia la profundidad del mar.
Cuando le pidas que te suelte una Palabra ten por seguro que tendrás que surfear con ella, más mar dentro  y ¡desafiar muchas más olas que con la anterior!
Dios te bendiga en este hermoso desafió que comenzó sobre el mar nuestro amado apóstol Pedro, imitando a nuestro ¡¡Maestro Jesús!!!

Pastora Sara Olguín.

Comentarios

  1. Como en cualquier deporte, los inicios suelen ser frustrantes porque, quien lo practica, no consigue alcanzar sus objetos más inmediatos. Esto se complica en el surf, donde el objetivo inicial es tan claro, ponerse de pie en la tabla mientras está en movimiento. Cuando no se consigue, la gente se frustra y abandona. Por este motivo, existen las tablas de iniciación.

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