VIVAMOS EN LAS FUERZAS DE DIOS

 

¡Sansón era fuerte!

El solo podía contra los filisteos

¡David era fuerte! 

Él y su ejército libraban a Israel.

¿Pero en qué áreas eran fuertes?

 En aquellas en las cuales lo eran por el Poder del Espíritu de Dios.

Sus Fuerzas eran para vencer en las batallas de Israel y para traer juicio a los enemigos de Dios.

Pero había otras áreas en las cuales eran débiles, más ellos actuaban como si fueran fuertes en todas, y para todas las cosas.

Sansón se creía en sí tan fuerte, como para poder jugar con el pecado, y David se creía tan fuerte como para no consultar a Dios más, que para las batallas de Dios, siendo así que en vez de preguntarle a Dios si se podía quedar en casa, Él se quedó y no tuvo fuerzas para resistir la tentación.

La dependencia a Dios es para todas nuestras áreas en las cuales la Debilidad es su principal característica,  y no solamente en lo que Dios nos llamó hacer, olvidándonos que son  sus Fuerza y no la nuestras las que actúan.

Porque en realidad ¿en qué somos fuertes? ¡En nada!

Porque allí donde más fuerte nos sentimos más necesitaremos las fuerzas de Dios.

Necesitar las Fuerzas de Dios es dependencia de Dios y dependencia de Dios es
obediencia a Dios.

Cuando nosotros le mostramos nuestras fuerzas propias y personales a Dios por ejemplo, al decir - "Yo nunca respondo mal a fulano", en vez de agradarle solo le estamos diciendo: -¡En esto Señor, no dependo de ti, me las apaño solo!

Dios no se siente más aliviado al ver que un hijo suyo se las arregla en algún área sin Él, nosotros sí, y tal vez nos diríamos así: - ¡ Por fin mi hijo aquí, se las apaña solo! Pero Dios ¡no!

Pablo dijo cuanto más débil, más fuerte soy en.... Cristo Jesús! ¡en Dios....!

¿Y cuando lo dijo? 

Cuando comprendió que el Poder de Dios solo se manifestaba en sus debilidades, por lo que el Apóstol Pablo quería que siempre vieran a Dios en Él, y dijo - Cuanto más débil sea en mis fuerzas, más se verá en mí, su Poder! Gloria a Dios.

Si Cristo resucitado vive en nosotros se debe ver  en todo, su poder y su fuerza y también nuestras debilidades, para que cualquiera que tenga una debilidad igual a la mía o a la tuya, pueda recurrir al Dios que es la " fuerza sobrenatural en nosotros"

2 Corintios 12:9-10

Y me ha dicho: Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis

debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.

Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Filipenses 4:13 Todo lo puedo en CRISTO que me fortalece.

No seamos engañados como fue Sansón que creía que las Fuerzas de Dios eran también para coquetear con la fuerza del pecado y la tentación, y quedó avergonzado y ciego.

Ni seamos como David, que cuando sintió el cansancio físico pensó en no salir a la guerra para recuperarse, sin pedirle a Dios las fuerzas divinas, que también están para el que está cansado en su vida diaria, como para el que está cansado en el servicio a Dios, y cayendo en el lazo de la tentación que lo llevó a pecar con Betsabet.

Quien depende de Dios en todo, depende para todo de las Fuerzas y el Poder de Dios

Dios te bendiga!

Pastora Sara Olguín