CÓMO VIVIR CON DIOS.

 Hay una frase muy hermosa sobre la vida de Oración dicha por un bendito siervo de Dios llamado Yiye Ávila que dice: "Vivir sin oración es vivir sin Dios"

Si damos vuelta la frase  esta podría decir: "Vivir orando es vivir con Dios"
Y muchos que viven rezando rosarios, o haciendo oraciones y sacrificios en disciplinas, que dicen no ser religiosas, podrían aseverar esta frase, puesto que  no somos los únicos en hacer ¡ayunos y oraciones!
 La diferencia está no en el Orar sino en si : "vivimos con Dios" o  " sin Dios".
 Hay mucha gente que se pasa el día orando o rezando y añadiendo a ello sus ayunos y sacrificios, pero ¿Sienten con seguridad que " Dios vive con Ellos"? ¿Serían capaces de vivir con Dios?  

Pues a muchos, les resulta confortable rezar u orar mucho, pero "vivir sin Dios", pues solo necesitan que Dios los escuche y les responda, pero no quieren llegar al compromiso de Vivir con El.

Hay otros casos: 

Los que rezan y ayunan y creen que es para Dios pero Dios no vive con ellos. No pueden y no saben como hacer para acercarse más, y a pesar de esto, sienten que están muy lejos de El. 

Por eso acuden al dios del vecino, tanto sea de su misma cultura o de otra; solo quieren escuchar alguna vez la voz de quien,  ellos,  le rezan; solo quisieran sentir que están agradándole, solo quisieran oír y sentir que  ese dios al que le rezan, se agrada de ellos y que está con ellos.

Lucas 18:9-14, nos habla de dos hombres que oraban, supuestamente al mismo Dios, uno creía "vivir con Dios" y el otro creía  "vivir sin Dios", porque podemos orar mucho, o vivir orando pero eso no es causa de que el verdadero Dios viva con nosotros.
El fariseo, creía asegurada la presencia de Dios con él, por cuanto oraba mucho, ayunaba más que todos y daba sus diezmos (no quiero profundizar en todo ello, ni tocar el tema de la justicia propia, o autosuficiencia en la cual muchos de nosotros como hijos de Dios podemos caer, al caer de la Gracia de Dios). 

Mientras que el publicano, apenas se atrevía a alzar sus ojos a Dios, es decir a orar, porque cuando uno ora, está poniendo sus ojos sobre el Dios Invisible, que no vemos sino a través de la fe, pero no creía que Dios estuviese con él.
 ¿Oraban? Sí, oraban los dos, pero más allá de ser escuchados  o no, como nos muestra Jesús en este relato, quiero llevarlos a ver: cuántos oran y piensan que Dios está con ellos, y cuántos otros, están orando en el mundo y creen, porque se ven así mismos, que Dios no está con ellos.

El evangelista Yiye Ávila algo tremendo, Él dijo esto: -"Vivir sin oración es vivir sin Dios"  

¡Que cierto es esto! Porque Dios nos impulsa a orar, Él es la causa de nuestras oraciones.
 La presencia de Dios en una vida, convierte a esta en una persona de oración.
 Yiye Ávila fue un siervo de Dios, de oración y nosotros podíamos ver a Dios en él.
Es más, no creo que cualquiera que  no crea en "algún tipo de dios" ore; porque eso es verdad: Vivir sin oración es vivir sin Dios.

"Los que no tienen a Dios, tampoco, necesitan orar, viven sin oración, sin piedad, sin devoción a nada, más que a ellos mismos."
"Los Satanistas viven orando pero viven sin Dios."

"Los budistas viven orando pero viven sin Dios."

Y sí es cierto también que muchas  religiones  llevan a la práctica de la oración, pero sin conducir a los creyentes (porque creyentes en algo son) al verdadero Dios.

Por eso cuando llegamos al Padre a través de Jesús, quien es nuestro único camino para llegar a Él (Juan 14:6) no podemos dejar de orar, nos transformamos en oración, todos nosotros somos como un pábilo encendido en todo tiempo y en todo lugar, porque Dios vive en nosotros. 

Somos Casa de Dios, Templos de Dios, de quienes la oración es como el humo continuo, saliendo  de una chimenea.

La Presencia de Dios, se cuida y se atesora con la oración: La oración es nuestro hablar.
Es transmitirle a Dios de continuo, todo lo que experimenta nuestra alma a causa de su Presencia, todo lo que significa su Presencia viviendo en nosotros y todo lo que deseamos, de esa Presencia gloriosa.
Cuando escuchan: - ¡Hermano, Hermana usted debe orarle a Dios! generalmente creen que es pedirle, pedirle y pedirle. 

Y esta manera de orar es la que traemos de nuestra antigua manera de vivir.

 Pues todo altar que vemos levantado en cualquier lugar (plazas, grutas, a orillas de las calles, etc.) es un lugar donde se entregaron peticiones a través de oraciones y ofrendas, pero ¿vive Dios allí?

El rey David anhelaba llevar la presencia de Dios, a la ciudad de David. 
Así que el envío a buscar el Arca de la  Presencia de Dios preparando un carro nuevo ( mucho después, David aprendió que la Presencia de Dios venía cuando se le adoraba) para transportarla , a la manera de como lo hacían los que vivían a su alrededor, en aquel tiempo. 

Así fue traída de la casa de Abinadab, en la cual había permanecido 20 años (1Samuel 7:1-2) con dicho carro, conducidos por Uza y Ahío. 

Por evitar la caída del Arca de los lomos de los bueyes, al tropezar éstos, Uza extendió su mano, a fin de sostenerla , y fue muerto (2 Samuel 6:7) 

Este hecho cambia el plan de David y decide dejar el carro con el Arca  en la casa de Obed-edom geteo.
Ahora quiero que mires a estos tres personajes que representan a muchos de nosotros: Uza su nombre significa: Esfuerzo propio, y así actuó para sostener el Arca de Dios, con un esfuerzo propio que lo llevó a su muerte. 

Así es en la vida natural. El hombre que quiera obtener la Vida Eterna y su plenitud, a través de sus propios esfuerzos, será uno más, de aquellos que viven sin oración y sin Dios. 

No lo necesitan, se valen por sí mismos; sólo que no pueden hacer nada por sí mismos, en el momento de su muerte.
Veamos a Abinadab su nombre significa Padre generoso, noble. Padre de una promesa.
Por 20 años estuvo el Arca de la Presencia de Dios en su casa, y nunca se oyó que sucedieran grandes, notables o famosos hechos en medio de su familia. Este representa a los cristianos  que, oran lo justito, ya que ellos confían en un Padre generoso, que cumple sus promesas, y se conforman con eso: todo lo que viene dado por gracia.
No disfrutan de la Presencia del Arca en sus casas, no levantan altar para ella, no van más lejos porque perderían su libertad. 

Habría un mayor compromiso con Dios, cuántas más palabras en oración soltaran en su Presencia.
Y por fin encontramos a Obed-edom su nombre significa: sirviendo. 

La diferencia entre estos tres hombres la produce, para mi entender lo que vio  u oyó Obed-edom sobre el Arca.
Muchos dicen que él llevó o abrió las puertas de su casa al Arca, pero no es así, el rey David, lo involucró en ello cuando muriendo Uza, el temor cayó sobre todos y aún  sobre el rey, quien tomando la decisión de no llevar el Arca a su ciudad, ( David notó que no estaba preparado su corazón respecto a su Presencia; había preparado todo lo externo pero ante los ojos de todos fue expuesta :la Santidad de Dios)  ordenó que se lleve a la casa de este geteo.
Obed-edom, quien también habrá experimentado el  mismo temor que se hizo manifiesto de la Presencia de un Dios Santo, y así como su nombre indica se rindió en servicio ante él.
 Yo pienso y me imagino cómo habrá sido el primer momento de Obed ante el Arca, balbuceando y postrado, suplicando que no lo matase, que no matase a nadie en su casa y que por esto toda su casa se rendiría a Él.
Con el paso de los días,  Obed-edom y su familia habrán empezado a conocer a Dios, y conocer a Dios es oración.
 Por que ¿cómo podemos permanecer en silencio ante Dios al observar sus maravillas, al recibir su gracia, dándonos Vida, perdón, misericordias nuevas? ¿al concedernos los deseos del corazón que no le hemos pedido? ¿Cómo no estaría toda esa familia tocada en un agradecimiento profundo, al haberles perdonado la vida a todos ellos? ¿Cómo no limpiaría esa mujer la casa, poniendo orden, luz, flores, y cantando a fin que ese Dios supiera que lo admiraba y agradecía? ¿Cómo, ese padre de familia, no le hablaría de sus hijos a la Presencia de Dios que estaba en su casa? Todos ellos , seguramente. fueron totalmente cambiados y transformados en: una familia de oración, que hablaba con Dios, partiendo de la gratitud por no haberlos hecho morir como a Uza.
 Desde el primer día, hasta esos tres meses, en que era tanta la bendición que Dios derramaba sobre ellos, que fue dado aviso al rey David.
 David seguramente, estaba día tras día esperando que se le diera la noticia contraria: Ha muerto Obed-edom y toda su casa. 

Pero lo que él oyó produjo un regocijo tan grande, que volvió a revivir en él, el deseo de hacer llegar el Arca de Dios a su ciudad. 

David había aprendido algo que no había conocido y experimentado aún, y era: la reverencia ante un Dios tan Santo, y en reverencia lo fue a buscar y lo hizo entrar en su ciudad, como realmente se debía hacer conforme a lo establecido.

Entre estos tres personajes que tuvieron contacto con Dios, se desprende que: 1-Puedes tener a Dios contigo y vivir por sus promesas pero no vivir en oración con él. 

No tener dialogo, solo es tu Dios. 

2- Que puedes vivir en una vida de oración basada en el esfuerzo propio, es decir oras, pero hablas contigo mismo como el fariseo del relato, todo lo conseguirás después con tus acciones, con tus esfuerzos. 

3- La reverencia ante Dios, produce una oración de gratitud continua, una oración abundante en adoración, tanto que contagia a todos los que nos rodean y desata las extravagantes bendiciones de un Padre y Dios fiel y generoso, noble que cumple lo que promete pero da más de lo que merecemos y pensamos.
¿Con cual de todos ellos te identificas?

¡No te tardes comienza ahora has de tu casa una familia de oración que habla con Dios!

Dios te bengida.