ENTRADA DESTACADA

LA PODEROSA PERSONA DEL ESPÍRITU SANTO

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               2 Reyes 4 Una mujer había quedado  viuda y endeudada y con el riesgo de que sus dos hijos perdieran sus libertades. ¿Qué hizo? Llegó hasta lo último y luego clamó a Dios.  ¿Y de que manera clamó a Dios?  Visitando al profeta para hallar dirección de Dios para su vida. Así acostumbramos hacer muchos de nosotros, muchas de las veces en que nos encontramos en situaciones que llegaron al límite y ¿qué hacemos?  Esperamos hasta que el agua nos llegue al cuello para orar, y pedirle a Dios qué debemos hacer. Lo vemos con el pueblo de Dios en Éxodo 3:7   Esperó hasta perder sus libertades para clamar a Dios,  Así como en Jueces 6: 7 Aquí también vemos al pueblo escondido y lleno de miedo a causa de los Madianitas, pero que por último claman a Dios, para recibir dirección y ayuda.  Siempre sucedió así por causa de alejarse de Dios, de desoírlo, y de sentirse ellos sus propios dueños para hacer las cosas a su manera.  Dice  Jeremías 2:13 -Porque dos males ha hecho mi pueblo: me de

¡LA PRIMAVERA ANUNCIA QUE HABRÁ FRUTOS!


¡La primavera anuncia que habrá frutos!
La primavera es la transición o el paso por el cual se llega al verano, quiero decir:
  • No llegas al verano si no pasas por la primavera.
A muchos no les gustan las flores,  pero si les gustan y quieren los frutos que vienen después de ella.
Tal vez porque los frutos se comen, los frutos alimentan, los frutos se venden y se compran. Con los frutos se hacen muchas cosas. Pero más allá de todos los inconvenientes que trae la primavera: vientos, polen, alergias, cambios repentinos de temperatura, etc, hay una verdad que:
  • Entre el invierno y el verano hay una primavera, hay una transición, un cambio evidente, con señales visibles.
  • ¡La primavera anuncia que habrá frutos!
No podemos decir que no nos dimos cuenta que es primavera, que el tiempo del invierno ha pasado y con él se fueron las lluvias, porque Dios nos dejó señales.

Miremos las señales a fin de no ser engañados, y no perder así nuestros frutos.

Al pueblo de Israel le había llegado el tiempo de pasar del desierto a la tierra prometida, donde corrían la leche y la miel, tierra de muchos frutos, pero el pueblo de Israel no supo ver, la señal que Dios les dejó, de que todo iba a ir bien, de que Él estaba con ellos, y de que esa era la tierra para ellos, cuando fueron a espiar y explorar la tierra de Canaán. Porque en vez de ver los frutos, que trajeron como muestra a Moisés y al resto, miraron a los gigantes de Anac. 

Que estuvieran los frutos, y no los campos sembrados, o para sembrar era muy importante, en el mensaje de esperanza, consolación, y amor que Jehová les estaba dando al hallar directamente Los Frutos en esa Tierra.

La consolación, y la recompensa para los que le habían creído, confiado y obedecido, era el hallar Frutos, en la tierra de la Promesa. 

Números 13: 
20a "...y tomad del fruto del país. Y era el tiempo de las primeras uvas."

La mayoría fueron engañados por la desconfianza, el temor y la falta de amor a la palabra de Dios y de su siervo Moisés, pues no creyeron.

Cuando no crees se te cierran los ojos.
 Aún tocando o estando al lado de la señal, que Dios te puso para mostrarte que ése es el tiempo de Dios para recoger los frutos, así no lo hayas trabajado, ni  tengas parte en esa labor.

 Dios es quien da a quien quiere de comer los Frutos!

Pero también, sabemos que hemos sido escogidos por Dios a fin de llevar frutos, muchos frutos y más frutos.

Eso quiere decir que pasaremos muchos inviernos pero vendrán muchas primaveras en nuestras vidas que nos anunciaran siempre un mensaje de esperanza: Daremos Frutos.

Un árbol o cualquier planta que no tenga frutos, o sus frutos no sean comibles producen rabia, y amargura al dueño. (Jesús es nuestro dueño)

Nosotros no somos cualquier árbol.
Dios nos plantó. Nos hizo una planta nueva en Cristo Jesús.

Salmo 1:4
"Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera."

  • Pero para dar frutos tenemos que pasar por la primavera.
A la mujer de Cantares, le fue o era difícil salir de su letargo invernal para pasar al tiempo de dar frutos. Y para dar frutos tenía que acercarse a su amado, ir hacia él.

Cantares 2:10
Mi amado me habló y me dijo:
«¡Levántate, amada mía; ven conmigo, mujer hermosa!
11 -¡Mira, el invierno se ha ido, y con él han cesado y se han ido las lluvias!
12 -Ya brotan flores en los campos; ¡el tiempo de la canción ha llegado! Ya se escucha por toda nuestra tierra el arrullo de las tórtolas.
13- La higuera ofrece ya sus primeros frutos, y las viñas en ciernes esparcen su fragancia.¡Levántate, amada mía; ven conmigo, mujer hermosa!»
14-Paloma mía, que te esconde en las grietas de las rocas, en las hendiduras de las montañas, muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz, pues tu voz es placentera y hermoso tu semblante.

El invierno seco, infructífero, lluvioso y frió la hizo meterse en cuevas y hendiduras de las montañas. Irse a lugares altos y esconderse. Pero no fue junto a su Amado.

Así que el Amado la llama, con amor pero le dice firmemente, que se levante y mire las señales que mostraban que ya no había ni invierno ni lluvia.
No había porqué se mantuviera escondida, en letargo y lejos de él.
¿Cuales eran esas señales?

Mira las señales que te doy:

1-hay brotes de flores en el campo.
2- el tiempo de la canción ha venido
3- tiempo del cortejo de las tórtolas.
4- las higueras ya tienen hojas
5-las vides dan su perfume.

Veamos uno por uno.

1- Hay brotes de flores en el campo.

Muy pocos prestan atención a las florcillas insignificantes que cubren como una alfombra la hierba, es una señal de Dios para enseñarnos que se está yendo el invierno. 
El tiempo de lo seco, de lo infructífero.

2-  El tiempo de la canción ha venido.

También no son muchos los que se dan cuenta que hay más cantos, de distintos pájaros. 
Los pájaros anuncian tiempos calmos, aptos para construir nidos para sus crías, sin temor a que sean llevados por el viento.

3- ¿Por qué habla del arrullo de las Tórtolas? 

Porque las tórtolas, que son simples aves, saben su tiempo de migrar, y no se detienen por nada, así las tórtolas saben que les llegó el tiempo de encontrar su compañera/o.
Es tiempo de su cortejo.

 El Señor esta cerca ¡Aleluya!

Jeremías 8:7 Aun la cigüeña en el cielo conoce sus estaciones, y la tórtola, la golondrina y la grulla guardan la época de sus migraciones; pero mi pueblo no conoce la ordenanza del SEÑOR.

Hasta las aves como dije saben, perciben cuando llega el tiempo de una nueva estación, o de que llegó su tiempo de reproducción, y nosotros como iglesia a veces no entendemos esto.

 Por ese desconocimiento o falta de percepción de éstas señales que Dios nos dio, prolongamos la angustia que nos traen los largos y tenebrosos o inciertos inviernos deteniéndonos más tiempo en ellos
  • Dios nos dio a nosotros y a la tierra, las estaciones, y éstas reflejan nuestra necesidad de cambios
Génesis 8:22 dice - “Mientras la tierra exista, habrá siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, y días y noches.”

4- Las higueras florecen. 

Sabemos que lo que nosotros llamamos fruto: el higo en realidad son las flores de la higuera. (brevas los primeros, y en agosto el resto)

Mateo 24:32 “Ahora, aprendan una lección de la higuera. Cuando las ramas echan brotes y comienzan a salir las hojas, ustedes saben que el verano se acerca

  • Dios a veces no nos habla con voz, pero también nos dejó llenos de señales para no quedarnos sin dirección.

5- Las vides o viñedos esparcen su perfume.

 El perfume viene dado cuando comienzan a salir todos juntos y abundantemente, los primeros brotes, al pasar junto a un viñedo (terreno plantado de vides).

En San Juan 15:que nos dice el Amado: Yo soy la Vid (una) 
5-Yo soy la vid, vosotros los sarmientos (muchos); el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.
6-Si alguno no permanece en mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman.


El Señor nos alienta con un mensaje de esperanza. 

Nos explica qué significa que haya aún hoy, y no casualmente, otra Primavera para sus hijos, para su Iglesia.

¡Nos llama a levantarnos! Porque todo anuncia un tiempo para dar frutos, si no nos separamos de él, es un tiempo muy decisivo e importante porque, dar frutos es el sentido por el cual él nos escogió, pero no cualquier fruto, los que nos gusten a nosotros no, sino aquellos que provienen de una vida inseparable de él. 

Y por último y como un estallido de Amor de Dios, el Padre nos dice ¡ Que comeremos de sus frutos!

Aunque todo este difícil, aunque parezca que muchos quedan sin el fruto de su labor, sin el alimento para su casa, tú mira las señales, y no seas engañado con la mayoría del pueblo rebelde de Israel, que por la incredulidad, el temor y la falta de confianza en las señales de Dios, obviaron los frutos, no los celebraron, no los comieron, sino que miraron las señales engañosas del enemigo: lo más grande, lo que asusta por la dimensión, por lo complicado, a los gigantes.


Llama a Jesús, hazle oír tu voz, levántate y camina junto a él. 
Porque el invierno pasó, aunque no lo parezca. 

Llama la primavera, Él está diciendo que es tu Primavera, y que darás buenos frutos pero que también no te faltarán sus Frutos en la temporada que se aproxima
¡Gloria a Dios!



Dios te bendiga
Pastora Sara Olguin.











Comentarios

  1. Amen, Gloria a Dios!! 🙌🏼🙋🏻‍♀️

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  2. Gracias por tu comentario amada Elizabeth, Dios te espera con sus frutos!!!! Paz de Jesús!

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