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JESÚS ¿POR QUÉ NO ESTUVISTE AQUÍ?

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                                                                                                               San Juan 11:3- Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. Las hermanas, Marta y María,  enviaron un mensaje diciendo: ¡Señor, tu querido amigo esta gravemente enfermo! Pero nada más. ¿ Acaso le dijeron: - ¿Ven pronto? ¡No! Nosotros nos preguntamos porque no fue Jesús rápidamente a ver a su amigo, y  si bien el resto del relato nos hace entender el Plan de Dios con Lázaro y esta  enfermedad, también vemos las actitudes de “los que esperamos de Dios  grandes hechos a nuestro favor, pero muchas veces,  exigimos que lo hagan sin  que nosotros hablemos,  pidamos o le llamemos a nuestra situación, o a nuestras  vidas.” Pensamos que Dios lo tiene que hacer sí o sí porque Él dijo que nos ama. Sí, su amor es tan profundo, ancho e inextinguible que no alcanzamos a comprenderlo, pero lo exigimos. No nos preguntamos o no n

¿ES MALO ENOJARSE?

Ya no me enojo, dice esta frase.
En la primera impresión al leerla pensé: ¡Wow! ¡Qué cierta!
Pero después el Espíritu Santo comenzó ha hablarme y me dijo: -Una de las emociones que el Padre te dio es: el  Enojo. 
Si esta emoción te fue dada por el Padre, no es mala; nada de lo que viene de lo Alto, es malo;  sino que es necesaria en tu carácter. 
Sin el enojo no reaccionarías a las cosas que no van de acuerdo a tus principios, valores, criterios o actitudes, no tendrías fuerza para rechazarlas.

El salmo 4:4  nos dice: "Si se enojan, no pequen..." No pequen, eso es otra cuestión  que tantas veces añadimos a esta emoción, y por lo que nosotros le añadimos hemos dicho - ¡El enojo es malo! 
No, el enojo es una reacción que nos hace bien, tanto como las lágrimas, como la risa...

En esta frase dice: " Ya no me enojo, solo observo, miro, pienso y me decepcionó"  Si yo no uso esa emoción seré solo eso: ¡un observador sin vida! ¡la persona mas triste de la tierra!

Cuando alguien no puede expresar su enojo, su contrariedad, su disgusto, queda como quedan los volcanes aparentemente apagados pero por dentro la lava va condensándose, para que sin avisar, un día menos pensado: ¡explotar!. 

Explotar contra quién no tiene la culpa de aquel enojo mal almacenado.
O por el contrario el enojo se transforma en decepción.
¿Qué es la decepción? 
Decepción s. f. es un: Pesar causado por un desengaño o una desilusión. (Diccionario Manual de la Lengua Española) 

La decepción que podemos llamar desilusión, es una gran pena producida por un desengaño sobre un deseo o una persona.
La decepción, si se prolonga es un causante para la frustración y si se prolonga más aún, se llega a la depresión.
Muchas personas deprimidas hondamente, han manejado mal un enojo, lo han escondido y dejaron aflorar la decepción en vez de enfrentar aquello que fue un disgusto, sea grande o pequeño. 
La decepción desencadenó en frustración y esta en un depresión aparentemente sin causa, porque a veces pasan añares.
Vemos entonces, cuántas cosas erróneas nos pueden transmitir frases que no coinciden con nuestro manual: La Biblia.
Jesús nos dijo: ¡Airaos, sí, pero ¡no pequéis! (Efesios 4:26a) ¿Nos aconsejaría algo deshonesto? No.
El no enfrentarlo, u observarlo,  el callarlo, o ignorarlo, así como el esconderlo y /o disfrazarlo, solo ocasionará a nuestra alma un daño, que después hasta nuestro físico y nuestras relaciones afectivas pagarán. 
¿Por qué?
 Porque como sigue diciendo Efesios 4: 27 "Ni deís lugar al diablo", eso es lo que, a consecuencia,  estaríamos ocasionando, le estaríamos abriendo la puerta al enemigo de nuestra alma, a Satanás.
Analiza, confronta todo aquello que a tu alma le parezca bello,  como esta aparentemente hermosa frase, con el Espíritu de Dios que vive en tu interior, y con su Palabra , ¡que es medicina a nuestros huesos, a nuestra alma y vida para nuestro espíritu!
¡Dios te siga sanando tus emociones y quedes libre para vivir las hermosas emociones que Dios le dio a tu alma!
Pastora Sara Olguín

Comentarios

  1. ¡Que alivio!, La verdad te hace libre y que agradable es esta libertad. ¿Cuántas veces oímos hablar de emociones en las músicas, libros, cursos, familias y de tantas maneras más pero no a Dios que es el creador?... Gracias a la vida de Dios en este artículo ha caído en mi mente pensamientos que no sabía pero me hacían mal, es verdad “Las emociones no son malas”, sin Dios nuestras almas están en caos total, las pasiones desordenadas pero dijo Dios: “Que exista la luz”, la luz es buena, buena para nosotros, así es esta palabra para mí, es luz que me lleva al origen, al orden que Dios creó. No se trata de no ser emocional, hoy entiendo que Dios me creó con emociones y si Dios me hizo así es porque son buenas, yo soy un ser emocional (porque manifiesto emociones dadas por Dios), lo que debemos entender es que necesitamos salir del caos y volver al orden, a los límites, al dominio propio, a lo sano, al diseño original y esto solo es acercándonos a Dios con un corazón sincero, reconociendo que necesitamos de Dios en esta área.

    Pastora Sara este artículo es una bendición, por favor escriba unos artículo más hablando de estos temas, los estaré esperando, gracias por tomarce el tiempo de escribir.

    Que Dios la extienda, extienda su alcance, que alcanse a muchos más en el nombre de Jesús.

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    Respuestas
    1. Muy alentador para mí su mensaje y su pedido de nuevos artículos, así lo estaré planificando para seguir escribiendo sobre las Emociones con que Dios nos ha bendecido!!
      Dios lo Bendiga!!

      Eliminar

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