Pero
Dios se le aparece y se revela a Abraham como el Shadai,
el Omnipotente,
no hay otro arriba de él, no hay ningún otro Dios, no hay nada
difícil para él.
¡El
que nutre y se derrama así mismo, siendo él la VIDA!
Isaías
45:5 “Yo soy el SEÑOR, y no hay ningún otro; fuera de mí no hay
Dios. Yo te ceñiré, aunque no me has conocido”
Jeremías
32:27”He aquí, yo soy el SEÑOR, el Dios de toda carne, ¿habrá
algo imposible para mí?”
Pero
por causa de su inmadurez es que no podía darle lo prometido,
entonces le dice, “anda”
“delante de mí” y “sé perfecto”
tres cosas que debía esforzarse Abraham si quería ver la promesa
cumplida.
2-
Que él, Abraham debía "continuar caminando, no detenerse, no
estancarse, no dejar
de andar, por nada
de lo que ocurriera en su vida;
No
tirar la toalla si lo que anhelaba no llegaba.
No
retroceder o ceder a las tentaciones.
No
renunciar a seguir yendo detrás del Dios que no conocía.
Seguir
luchando esperanza contra esperanza.
Y
seguir andando.
Pues la fe, es dinámica y si se detenía su fe se estancaría.
Génesis
13: 17-
Levántate,
ve por la tierra a lo largo de ella, y a su ancho: porque
a ti la daré,
18- Abram, pues removiendo su tienda, vino y moro en el encinar de
Mamre, que está en Hebrón y edifico allí altar a Jehová.”
Por
la fe Abraham camino removiendo y plantando su tienda, en toda esa
tierra que creyó que Dios se la había dado.
Él vivía como si esa
tierra fuera suya. ¡Aleluya!!
No
podemos conocer a Dios, metidos dentro de una caja a fin de no
contaminarnos,
o desilusionarnos, o para no pasar por pruebas o sufrimientos, pues
todas estas cosas desarrollan nuestra Fe.
Abraham
había pasado ya muchas, y
eso podía acobardarlo para continuar hacia el futuro que estaba por
delante.
Así
a veces nosotros, también nos quedamos detenidos en los dolores
pasados y dejamos de seguir andando.
El
Espíritu de Dios nos dice: andad en amor, andad sabiamente, andad
siempre andando.
•Vivir
es un desafío a nuestra fe, porque la Fe es un desafío para el que
cree.
3- Que su andar debía ser "delante
de mí”.
La
vida la debemos vivir delante de los ojos de Dios, de cara a él, porque es de la única manera que el justo recibe Luz de su Rostro.
Quien
anda a la Luz de su rostro:
No se extraviará.
No
caerá en lazos.
No tendrá temores.
No será engañado.
No sufrirá
pérdidas.
Abraham
debía, en esa nueva etapa, en la cual él creía haber llegado al
término, comenzar y continuar andando delante de Dios.
Con
la misma o una mayor confianza, pero con la certeza que estaba
viviendo delante de Dios, y ¡querer seguir viviendo así!
Dios
le exigía mantenerse en el grado de fe que había alcanzado y
superarlo aún!!.
Nuestra
vida debe estar abierta a él.
Ante
el cual todas las cosas están desnudas,
Hebreos 4:13 " Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que
todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de
aquel a quien tenemos que dar cuenta."
2
reyes 5: 16 “Pero él respondió: Vive el SEÑOR, delante de quien
estoy, que no aceptaré nada. Y Naamán le insistió para que lo
recibiera, pero él rehusó.”
EL
profeta vivía en su Presencia. Su siervo Giezi, no; Giezi no tenía conciencia de
lo que era vivir en la Presencia de Dios.
4- Y por último “Sé perfecto”
Adquirir madurez.
El
diccionario bíblico describe esta palabra "perfecto" como
"maduro"
No
ya un niño, ahora debía asumir su posición, su rol, aceptarse como
Padre de Multitudes; ahora debería reaccionar conforme al grado de
madurez que Dios esperaba de Él, en las circunstancias nuevas que
enfrentaría.
Que
fuera perfecto, que alcanzará la estatura del Varón de Dios dice en
Efesios 4:13 "hasta que todos salgamos en unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, un varón perfecto, a la medida de la
edad cumplida del Cristo"
La
edad de Cristo era la edad justa, de madurez, aquella a la cual se
llega o llegaremos, en Fe y Conocimiento del Hijo de Dios.
Muchos
llegan sí, pero sin haber alcanzado esa madurez necesaria,
requerida para instruir, enseñar y formar la generación siguiente.
¿Por qué Dios le requería ahora esto?
Porque venía sobre Abraham el
cumplimiento de la promesa del hijo que le nacería.
Y él debía estar
maduro para transmitir todo lo que en ese largo camino había llegado
a conocer del Dios Todopoderoso.
Su
mente había sido transformada, ya no era aquel que salió de una
tierra politeísta y enemiga de Dios, sino que fue renovado en todo.
En Génesis 12:1
Dios le dijo - Deja tu tierra, tu casa, tu parentela y "has tuyo
lo que es mío". (parafraseado por mí)
Salmo
45: 10 “Escucha, hija, presta atención e inclina tu oído;
olvídate de tu pueblo y de la casa de tu padre.”
Rut
tuvo que dejar su tierra, su casa, su parentela, su cultura.
En Lucas 14:26 nos dice
que "quien no deje casa, tierra, madre, esposa, hijos no es digno de
seguirle."
Si
queremos que Dios cumpla sus promesas en nosotros, debemos permitir
que la Palabra nos separe de aquello que no nos permite o permitirá
alcanzar la Madurez,
la perfección.
La
unidad de la fe nos hace uno, en lo mismo, en las mismas creencias,
en las mismas culturas, en los mismos principios, en el mismo Hogar,
y destino.
Si cada uno de nosotros llevamos en el corazón todo lo
que él nos pide poner en segundo lugar, no podremos unirnos en la
unidad de la fe, pues siempre nos sentiremos tirados por lo que está
en nuestro corazón y no
por quien debe estar en mi corazón
como en el del resto de la familia de Dios.
Si
yo antepongo todo otro conocimiento al conocimiento de Jesús, no
lograré nunca seguirlo, obedecerle, creerle, porque mi corazón
estará llevado por esos otros conocimientos, dejándome en la
inmadurez, en la niñez espiritual.
Los vientos de doctrinas soplarán
y me llevarán lejos de Jesús y su verdad.
Dios
venía a la vida de Abraham al cumplimiento del Pacto
Génesis
17: 2- “ Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en
gran manera” 4- He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de
muchedumbre de gentes.
Esa
era la razón: que Él llegaría a ser padre de muchos.
1-Hay
una razón por la que hoy Dios nos dice lo mismo que a Abraham, por lo que no importa tu edad, sino tu hoy.
2- Yo
soy el mismo. El Shadai, y no hay nada difícil ni imposible para
mí, pues soy Dios.
3- Anda.
No dejes de andar en el Camino de la Fe, por nada ni nadie que quiera
impedirte
4- Vive
consciente de estar en su Presencia. Vive de cara a Dios, no a sus
espaldas.
5- Se
perfecto. Preócupate en desarrollar tu fe, en estar junto a tus
hermanos creciendo en esa unidad de fe, Efesios 4: 1-7 /13-14
Dios
quiere hallarte en esta condición para realizar su Pacto en ti.
Pacto de multiplicación
generacional.
Dios te bendiga!
Pastora Sara Olguín
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