¡SOLO PARA LOS LLAMADOS A SERVIR!
Tú,
pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que hay en Cristo Jesús.
2 Timoteo 2:1
El
Apóstol Pablo recordando exhortando
a Timoteo: Esfuérzate
en la Gracia.
¿Para
que debía Timoteo esforzarse
en
la Gracia?
- Para continuar enseñando lo que había oído y aprendido de Pablo delante de muchos otros.
2 Timoteo 2:22-Lo
que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo
a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para
enseñar a otros.
¿Y
por qué
se debía esforzar?
Porque
este trabajo se
llevaba la vida misma de quienes eran llamado a hacerlo.
Debía
servir
a Dios al
100%, y de la manera que Dios ha establecido.
-Esta
es la demanda de Dios
de
nuestras fuerzas, y aún más, de nuestro compromiso y de nuestra
responsabilidad,
nuestra lealtad, dedicación y sinceridad.
Esforzarse
en la Gracia:
es
todo lo contrario a
ser
fuertes en nuestra propia fuerza, aunque
se trate de combatir valerosamente, de competir limpiamente y según
las reglas, y de trabajar arduamente por aprender y enseñar las
verdades divinas.
El
apóstol Pablo le enseñaba a su amado discípulo, de dónde debía
tomar esa fuerza, así como él las hubo tomado, cuando Dios mismo
le dijo: “Bástate mi Gracia, porque mi poder se perfecciona en tú
debilidad” 2 Corintios 12:9
- -Y Dios quiere que su Poder y no nuestras fuerzas se perfeccione, se muestre, se magnifique siempre sobre nuestra pequeñez, nuestra insignificancia, nuestras debilidades, nuestras pocas fuerzas, ¡¡aleluya!!
Dios
no es deslumbrado por las fuerzas del hombre sino por su debilidad y
la
dependencia
de su Gracia. Salmo
147:10
Ni la fuerza del Caballo ni la agilidad de los hombres!
- Porque es allí, cuando vemos cuán pequeños somos, que consideramos y admiramos la Grandeza del Dios que nos salvó.
- ¡Cuánto más poderosos y fuertes nos sintamos más pequeño, más humano e irreal veremos a Dios!
-No
es sino hasta que todas nuestras capacidades, todas nuestras
posibilidades y todas nuestras fuerzas se pierden, que vemos la
Gracia de Dios.
- La Gracia de Dios es su bondad, son sus dones.
- Es lo suyo y no lo nuestro.
- Es necesario ver la Gracia de Dios, para poder depender de ella. San Juan 1:14 “lleno de Gracia y de Verdad”
¡Cuando se hace evidente mi límite es que comprendo quien soy yo y quien es Dios!
La
partida de Pablo se estaba acercando y él sabía que Timoteo iba a
necesitar fortalecer sus debilidades en la bondad de Dios.
- Timoteo había heredado la Fe de su madre y de su abuela, pero debía disciplinarse para poder llevar a cabo la encomienda.
Pablo
debía con el Poder de la Gracia llevar a Timoteo a una Fe activa,
disciplinada, esforzada, sacrificada y responsable.
- La fe no es solamente una palabra mágica, o un adorno del cristiano, es una fuerza poderosa que debemos conocer, para poderla usar.
- La fe interactúa con la Gracia de Dios para lograr con éxito la encomienda de Dios.
Nosotros
hablamos fe en estos tiempos para heredar Promesas, pero Dios quiere
que hoy hablemos fe para el servicio.
El
servicio demanda entrega, y si no tienes una Fe disciplinada
no se podrá contar contigo, ni tu podrás contar con la cosecha de
tu trabajo en el campo de Dios.
-Cuando
Pedro estaba en la barca junto a los otros discípulos, le pide a
Jesús que venía caminando sobre las aguas, una palabra para que él
también pudiera hacer lo que su maestro estaba haciendo.
El
no pensó el para qué, sino el porque “yo quiero hacerlo como tú
también”
-Así
pensábamos como niños y actuábamos según una fe de niños,
pero ahora Pablo se encuentra con un Joven entrando en la madurez de
su vida cristiana, y quién sino él mismo, ahora debería
entrenarse, disciplinarse y esforzarse, pues esto es parte de la
fe madura.
No
podemos vivir en la fe de niños sino que para el servicio, para el
trabajo que el obrero debe realizar en la Obra de Dios, necesitamos una
fe madura, entrenada y esforzada, porque el servicio trae
sufrimientos, responsabilidades, privaciones,
persecuciones así como satisfacciones, gozo,
recompensas y cosecha de lo que se siembra con fe. (Versículo
3.)
Pablo
le enseña con ejemplos: El de un soldado, un atleta y un labrador.
El
soldado se debe sujetar a las órdenes de su Capitán, y está
afectado a la guerra.
El
atleta compite dentro de las reglas para recibir el premio, y el
labrador debe trabajar esforzadamente para recoger cosecha.
Los
tres ejemplos son de: sujeción, disciplina, carácter y trabajo,
así también un soldado de Cristo debe sujetarse a las órdenes
del Señor, y estar dispuesto a dar su vida por él, debe ser puro y
respetar los principios en el servicio,y trabajar
arduamente para ver los frutos.
-Quienes
viven una "fe" pasiva e indiferente, separada de una
disciplina espiritual, del esfuerzo constante, del sacrificio
diario, de la renuncia frecuente y del ejercicio responsable de sus
capacidades humanas, viven una “fe”
irresponsable.
-Una
cosa es servir en el esfuerzo humano, con una fe pasiva y casi
muerta, y otra servir con una fe disciplinada y fortalecida en la
Gracia del Señor.
"Para servir necesitamos la Gracia de Dios y una fe avivada por un Evangelio de Poder."
De
hecho, la gracia de Dios debe ser un estímulo en nuestro
trabajo y esfuerzo (1 Ti 4:6 10), porque Dios
nos fortalece, corrige y perfecciona todo lo que emprendemos para su
gloria.
Efesios 3: 16 “Pido al Padre que de su
gloriosa riqueza les dé a ustedes, interiormente, poder y fuerza por
medio del Espíritu de Dios”
Col
1: 11 “ Pedimos que él, con su glorioso poder, los haga
fuertes: así podrán ustedes soportarlo todo con mucha fortaleza y
paciencia”
Cuando
estemos cansados, sufriendo penalidades por causa de la Verdad,
cuando nuestras fuerzas nos falten para continuar enseñando aquello
en lo que fuimos enseñados, solo tomemos fuerza de la Bondad, de sus
dones, y de su Gracia abundante que no nos dejará sin el gozo de haber
finalizado con la encomienda dada por el Señor en el Servicio a la
Obra de Dios.
-Debemos
crecer en la Gracia y en el conocimiento de Nuestro Señor
Jesucristo.
¿Cómo
podemos hacer la Obra sin fe? ¿Y cómo podemos hacer la Obra en
nuestras propias fuerzas?
En
la Gracia no perderás las fuerzas para seguir, y podrás soportar lo
que te toque en los sufrimientos por causa del Evangelio, y al crecer
en conocerlo a él, tu amor te mantendrá en una Fe sana,
disciplinada y dispuesta a un sacrificio diario por causa del Reino.
Bendiciones!
Pastora Sara Olguín
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Dios te bendiga con su Abundancia!