ENTRADA DESTACADA

LA MANO DE PAPA

Imagen
Hace casi 30 años atrás, cuando corrían los primeros días de mi conversión a Cristo y en un regreso, de una de mis primeras reuniones con la Iglesia, ocurrió esto que les contaré y que nunca, nunca he podido olvidar ni olvidaré jamás. Venía regresando tarde de la reunión y traía conmigo un cassette de música de alabanza y adoración, que me habían prestado y una de las razones por lo que quería llegar rápidamente a casa, era la de oír por  primera vez  toda aquella nueva y diferente, música.  Así que en el auto que nos traían,  veníamos cantando, orando y llorando y muy embargada por esa Presencia Gloriosa de aquella hermosa reuníon, le pedía a Dios que no me soltará, que no me dejará nunca. Luego, cuando llegando a casa, mis amigos y yo entramos, y como yo traía a mi  hijito dormido en mis brazos, me dirijí hacia la habitación de mi pequeño y mis amigos fueron hacia la cocina a fin de prepararnos algo rápido para comer, ya que era muy tarde, antes de eso,...

CUANDO QUEDEN MIS RECUERDOS




Llegará un momento, un día en que ya nuestras fuerzas habrán alcanzado su máximo. En que nuestros ojos ya habrán visto lo suficiente, y estarán agotados. Nuestra voz será tenue y débil. Nuestros pasos disminuirán y pasaremos nuestros días en quietud, en reposo; solo nuestra mente será la que se mueva, tantas veces irá más rápido que nuestra voluntad, de querer andar, tocar y decir. 

¿Hemos pensado alguna vez en esto?  Que cuando todo en nosotros haya perdido su vigor, nuestra mente aún conservará nuestros recuerdos.

 ¿Qué son nuestros recuerdos?
 Toda nuestras vivencias, todo lo que hemos vivido junto a todos aquello que se relacionaron con nosotros, que dejaron marcas buenas o malas, con quienes hemos hecho la mitad de cosas en nuestras vidas, recuerdos que serán agrios, dulces, fuertes, débiles, de alegría o de gran tristeza. 

Muchas veces me quedé observando a los ancianos.
 Y a veces veía a algunos de ellos, con sus miradas idas, y de sus ojos salían lágrimas.
 Yo pensaba ¿qué recordarán? Otras veces los observaba reír solos, y hasta hacer un breve comentario, y nuevamente pensaba ¿cuál será su recuerdo, que la hace reír?
Tantas cosas vivimos, desde nuestra niñez, adolescencia, juventud. 
A veces la vida parece corta pero otras tan larga, tan llena de recuerdos que muchas veces tantos dicen en la vejez: ¡No quiero recordar más!

Filipenses 4:8 dice
"por lo demás hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad"

¿Cómo llegar a la ancianidad sanos mentalmente?
 Hoy el incapíe es llegar sanos físicamente, pero ¿nuestra alma, nuestro corazón? Empecemos ahora a guardar los mejores pensamientos para nuestra vejez. 
Aquello que es producto de mentiras, de la deshonestidad, de la injusticia, de la impureza, de la descortesía, de lo que no es de buen nombre, eliminemoslo; filtremos con la Luz de la palabra de Dios, todo lo que vamos guardando en el desván de los recuerdos, porque perderemos muchas cosas, pero aún cuando no tengamos buena memoria, lo malo de ellos, serán nuestros torturadores, por lo que nuestros ojos, muchas veces llorarán de dolor y no de amor por alguien que nos falte.
Somos jóvenes, pero seamos sabios, Dios nos dice: aprende a vivir tus días de juventud para acumular bienes en todo los sentidos. ¡No descuidemos nuestros recuerdos, empecemos ya a retener los mejores recuerdos para que, en nuestra vejez nuestra mente, junto a Dios, se alegre en todos ellos!

Dios te bendiga.
 Sara Olguín

Comentarios

LO MÁS LEÍDO

ES TIEMPO DE FLORECER: ¡FLORECERÁS!

EL TORRENTE DE BESOR

SEÑAL DEL ULTIMO TIEMPO: LA COMEZON DE OIR

EL AROMA DE DIOS

LOS QUE NOS VISITARON