San.Juan 4:16-"Jesús le
dijo: -Ve a llamar a tu marido y vuelve acá.
17-La mujer le
contestó: -No tengo marido. Jesús le dijo:-Bien dices que no tienes
marido;
18-porque has
tenido cinco maridos, y el que ahora tienes no es tu marido. Es
cierto lo que has dicho.
A veces pensamos
que aquel que nos dice o nos confronta con algo de nuestra vida, es
nuestro enemigo.
La persona que se ocupa, en una determinada
situación, en hacernos notar algo que para nosotros no es evidente,
se nos transforma en antipática y soberbia, una que se cree saberlo
todo y nos ofendemos por esto.
Y si bien es cierto que entre las
relaciones humanas se encuentran este tipo de personalidad no debemos
de perder la oportunidad de ser ayudados a través de la "sana
confrontación".
La pregunta es ¿cuál es la sana
confrontación? Pues la que viene de la Palabra de Dios.
"Hebreos
4:12- "Porque la palabra de Dios tiene vida y poder. Es más
aguda que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta lo más
profundo del alma y del espíritu, hasta lo más íntimo de la
persona; y somete a juicio los pensamientos y las intenciones del
corazón"
Todos los
creyentes sabemos que Cristo es el Verbo encarnado, la palabra de
Dios hablando al corazón del hombre a fin de que éste salga del estado
de engaño de su propio corazón, porque si bien a nadie nos gusta
ser engañado pocos nos damos cuenta de lo engañoso que es nuestro
propio corazón con nosotros mismos (Jeremías 17:9).
Hay conflictos
desatados en nuestras almas y en nuestras relaciones que son
productos de engaños de nuestro propio corazón.
Bien dice el
dicho popular " No hay más ciego que aquel que no quiere ver"
pero se ignora que a veces las personas son engañadas por sus
emociones, por sus sentimientos y llevadas por estos mismos a tomar decisiones que
traen conflictos interrelaciones ocasionando en la misma y en los
otros, problemas a nivel físico, emocional y espirituales, tan serio
que hasta llevan a tomar decisiones trágicas como el quitarse la
vida.
Jesús, la
palabra de Dios se hizo carne y habitó entre los hombres (léelo en
San Juan 1:14) en la versión popular de la biblia que estoy usando,
dice y me gusta esta expresión "Aquel que es la Palabra se hizo
hombre y vivió entre nosotros, lleno de amor y verdad"
El logos
se hizo visible, y se veía lleno de amor y verdad, así es Dios y su
Palabra: Amor y Verdad.
Es de esta manera
que esa espada de doble filo nos confronta. No usa la Verdad sin Amor
y no usa jamás el Amor sin la Verdad.
Porque el Padre y el Hijo son
Uno y se mueven en perfecta unidad. Veamoslo en una de las tantas
operaciones del Padre y del Hijo hacia el hombre.
La historia se
desarrolló en la región de Samaria, El se acercó y entró en un
lugar donde ninguno podía entrar a causa de la rivalidad existente
entre los judíos y samaritanos, esto me hace pensar en que: Jesús
es el único que puede entrar en el corazón del Hombre alli donde
las rivalidades y divisiones impiden el acceso a cualquiera que
intente sanar el alma del ser humano. Por esto debemos usar con
entendimiento la Palabra de Dios para sanar el alma destrozada o
herida.
En ese lugar,
junto a un pozo de agua inicia su comunicación hacia esa mujer en
particular.
Comunicarse es ir
hacia el otro, no esperar que el otro venga hacia mí.
Y comunicarse
no es sino a través de cosas sencillas, como ser una necesidad.
Muchos se acercan
por ejemplo a pedirnos fuego para encender sus cigarrillos, aunque
ven que no fumamos, pero en realidad muchas veces es solo para comenzar un dialogo porque sienten necesidad de hablar tal vez a un
desconocido aquello que tienen en su corazones.
Así que Jesús a
través de algo sencillo: "una necesidad de agua", se
acerca a esta mujer, y la espada, inmediatamente llega a donde tenía
que llegar. El sabía de su sufrimiento, y sabía más que ningún
otro la causa y la solución.
La causa era
externa a ella, la solución estaba dentro de sí.
Quizás en su
comunidad todos también conocían la causa y seguramente querían
ayudarla, pero no sabían cómo. Así que todos se comportaban de la
misma manera: con actitudes ásperas, o la aislaban, o le negaban el
diálogo y hasta el saludo.
Esta mujer
encontró soluciones momentáneas: cambiar sus horarios, evitar los
encuentros, encerrarse en sí misma, sufrir, sentirse infeliz.
Al fin el Maestro
le dice una frase que es llave para abrir esa cárcel de engaño
mental.
El le dice: -Ve a
llamar a tu marido y ven acá.
Esta no fue
cualquier frase, ella recibe una orden; fue como una descarga
eléctrica. Entró a su cerebro e inmediatamente el cerebro buscó
obedecer la orden, pero no coincidía con lo que su mente admitía inconscientemente. El cuerpo recibió una orden de moverse a buscar a alguien que su mente no reconocía.
La palabra de
Jesús sacó a su mente del engaño del corazón, la hizo
reaccionar, entender lo que decía por lo que no le da permiso a su
cuerpo a moverse, porque ese hombre que vivía con ella: No era su
marido!
Así que ella
confiesa con su boca lo que admite con su mente y dice: -Yo no tengo
marido.
Jesús le
responde: -Bien has dicho, porque cinco maridos has tenido, y el que
ahora tienes no es tu marido. Es cierto lo que has dicho.
Ahora estas
diciendo la verdad, ahora estas viendo tu realidad como es, libre de
todo engaño del corazón.
El problema no
es con los maridos que has tenido, ellos fueron realmente tus
maridos, lo que está mal no es que te hayas casado tantas veces, era
tu derecho. El problema es que el hombre que esta contigo no te
pertenece.
Quizás era el
marido de alguna otra mujer de la comunidad, la que había sido
abandonada por su causa y esto estaba produciendo un daño, a esa
mujer, al vecindario, al hombre que no era su marido y a ella misma.
Un daño que
evidentemente ella no veía, quizás engañada por su corazón
justificaba como envidia de los demás, maldad contra ella,
chusmerío, etc y no asumía que de esa manera no podía formar un
hogar feliz ni ser feliz ella misma.
Tenía necesidad
de ser confrontada pero ¿por quíen?
Todos conocían en el pueblo la vida de esta mujer, era una de ellos, seguramente
apreciada y tenida por digna antes de haber entrado a su vida este último hombre; el haber tenido cinco maridos no era el
tema de escándalo sino el vivir con quién no era su marido. Pero
¿quién de todos ellos era el apropiado para confrontarla con su
error? así que era mejor hacérselo saber por sus actitudes,
seguramente ella se daría cuenta y solucionaría esa conducta, pero,
nada sucedía hasta que Jesús aparece aquel mediodía en que tal
vez sus pensamientos estaban dirigiéndose con quebranto a Dios.
Tal vez estaba
preguntando a Dios cual era su error, por que los demás la trataban
con esa frialdad e indiferencia.
Su corazón
estaba preparado para la visitación en aquel mediodía por el Señor.
La mayoría de
las veces las personas están sumergidas en grandes conflictos
internos y relacionales a causa de un error que no perciben en sus
vidas. David decía en el salmo "líbrame de los errores
ocultos". Y es así nuestro corazón nos oculta la verdad a
nosotros mismos, no la vemos, esta ahí delante de nuestros ojos y no
nos damos cuenta de aquello que esta generando nuestros problemas con
la familia, con los compañeros de trabajo, del ministerio, etc
Todos sus vecinos
lo veían menos ella, quién se sentiá perseguida...
A veces los
padres, los amigos, los compañeros ven que ciertas amistades, o
hábitos o decisiones no son las justas, las apropiadas, que van
contra la moral y quisieran confrontarnos a la verdad, pero no se
animan y optan por cambios de actitudes de las que piensan serán
entendidas por la persona y ésta admitirá el error.
Así que Jesús
hace que ella reaccione.
Le explica tu
has tenido cinco maridos y no habría ningún problema si tuvieras
otro, te aceptarían todos como te aceptaban hasta ahora. Pero este
no es tu marido, aunque tu corazón te haya engañado, la realidad
no cambió! Debes ver tu problema, eso es lo que generó el conflicto
en ti y entre los tuyos!
Confrontar no es
condenar.
Confrontar es
sacar el velo de engaño que nuestro corazón echa sobre nuestros
ojos en complicidad con nuestras emociones y sentimientos. A fin de
que viendo asumamos nuestro error, aquello que puede darnos problemas no
sólo en las relaciones personales sino también en el físico y en
lo espiritual, por estar transgrediendo involuntariamente las leyes de Dios, y así replantearnos decidiendo bien.
Ahora notemos que
maravilla lo que sucede cuando continuan conversando.
En el versículo
26 Jesús dice: -Ese soy yo, el mismo que habla contigo. ¡Wow, que
maravilloso!
Ella comprueba
que esta hablando con el Dios de sus pensamientos.
Como si Dios
hubiera saltado fuera y se le hubiera presentado para confrontarla,
para liberarla y para decirle: yo no te condeno, re piénsalo y toma
la actitud correcta! Aleluya!
Inmediatamente a
esto, ella deja su cántaro y corre hacia el pueblo que la había
castigado por su conducta, que no sabía confrontarla con su error a
fin que ella lo reparara, y le dice:-Vengan a ver a un hombre que me
ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será éste el Mesias?
Que significa
esto que hizo esta mujer, significa lo siguiente:
1- Fue ella la
que se acercó a ellos: quiere decir que reconoció que la falta era
de ella.
2- Les dice que
hubo un Hombre que la confrontó con su error, le hizo entender que
lo que estaba haciendo era: pecaminoso.
3- Que no la
condenó
4- Que la liberó
con la verdad
5- Que para ella
El era el Mesías!
Tenemos necesidad
en la actualidad, en este avanzado y tecnológico siglo 21, de
ser confrontados.
De que alguien tomando con entendimiento la
bendita y poderosa Palabra de Dios, nos ponga delante nuestro: si andamos en una actitud equivocada.
Nos haga entender el error oculto tantas
veces a nuestros ojos, por el cual estamos muchas veces pagando un
alto precio: perdiendo la salud, la vida, los amigos, los hijos, los
familiares, los puestos de trabajo, la paz.
Tenemos necesidad
de ser liberados con la Verdad en el Amor de Dios.
Necesitamos
nuevas oportunidades para replantearnos malas decisiones y volver a
empezar.
Yo te invito a
que vengas a ver a un Hombre que me dijo todo lo que yo hice de
equivocado, sin condenarme y con la verdad que estaba escondida a mis
ojos, El me libero, ven, porque verdaderamente El es el Mesías: ¡El
Salvador del mundo!
Que Dios nos dé
entendimiento para usar la espada de su palabra para dar vida!
Dios te Bendiga
P Sara Olguín
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Dios te bendiga con su Abundancia!