Hay ciertas circunstancias, ciertas situaciones, que la Palabra de Dios llama: "todas las cosas" las que parecen tener un mandato de Dios de "ayudar a los llamados conforme al propósito de Dios" a fin que ese propósito se cumpla.
En el hablar del mundo, dónde no conocen la Voluntad de Dios, se ha hecho de esta frase, portada de boca en boca por las generaciones, como un refrán de sabiduría popular, para todos los que pasan por muchas tribulaciones y al final parecen ser ayudados por la mano de Dios.
La pregunta que nos deberíamos hacer es: ¿Cómo sabemos si todas esas cosas vienen a ayudarnos como una orden de parte de Dios?
Fijémonos en algo muy importante, si esas cosas no son enviadas por Dios sino que algunas veces son por causa del propósito, y otras por estar lejos del mismo, a fin de meternos dentro.
Otra sería pregunta que deberíamos hacernos es ¿Si estamos en su propósito o en el nuestro?
Creo que quién no conoce la voluntad de Dios no puede estar en su propósito.
Tribulaciones, angustias, peligros, hambre, desnudez, espada, persecuciones...
Romanos 8:28 dice" Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados"...
Veamos en la vida de aquel, que inspirado por el Espíritu Santo, escribió la teoría de esta verdad, pero que en la carta de Hechos de los apóstoles nos escribe la práctica, de la misma.
Dos hechos que le quitarían las ganas de servir al Señor a más de uno, porque esta persecución de muerte que pasa o vive nuestro hermano y apóstol Pablo no es solamente por andar en el Camino sino como dije antes servirle, llevar a cumplimiento el propósito de Dios que había en su vida según Hechos 26:16-18
En Hechos 9:23 al
25, Pablo vive una atmósfera de asechanza de muerte como aquellas
que él mismo generaba en los cristianos que en otro tiempo
perseguía; un asecho constante por judíos que habían resuelto en
consejo matarle. Y por lo cual de noche y de día custodiaban las
puertas de la ciudad donde estaba el apóstol.
Fue entonces que Pablo
conoció la valentía de la hermandad en Cristo, unos discípulos, de
quienes no se conocieron sus nombres, tomándolo de noche, lo
bajaron por el muro, por medio de una canasta,( la cual
milagrosamente no se rompió con el peso de Pablo).
En otra
oportunidad Pablo relata como se trama un complot de muerte contra
Él, bajo juramento de maldición, de que no comerían y beberían
hasta no darle muerte. Esto fue tramado por cuarenta hombres quienes
instigaron a participar a los principales sacerdotes y ancianos, pero
la presencia de un sobrino de Pablo, hijo de una hermana suya, que
oyó y reportó el hecho al mismo, hizo que éste lo llevará ante
el Tribuno, para declarar lo que había oído, y así fue ayudado por
la Gracia de Dios y enviado a Felix el gobernador siendo salvada su
vida de la conspiración de muerte.
Ciertamente estos relatos de
Pablo nos enseñan la verdad de Romanos 8:28, que todas las cosas
que ocurran serán para salvaguardar el propósito en sus siervos.
Pablo debía hablar de Jesús ante los Gobernadores, cosa que llevó
a cabo, de la manera menos pensada tal vez por Pablo, ya que para Él
en su anterior vida, le era normal moverse entre los grandes de su pueblo
y de Roma, pero en el propósito su presencia era de un sentenciado a
muerte por causa de Cristo, ya no su gloria, su fama, o su renombre,
sino sólo Cristo.
Muchos de
nosotros hemos recibido por profecías confirmaciones del propósito
de Dios en nuestras vidas y como José , el administrador del Faraón,
creímos que sería de una manera pomposa llevar el propósito de
Dios, es más creíamos que era o es el propósito el que nos tiene
que llevar en sus hombros, pero así como cuando Cristo entró en
Jerusalén sentado en un pollino, donde era Él y no otro quién recibía las aclamaciones, así también es con los llamados conforme
al Propósito de Dios. No como la pensamos nosotros "Oh a mí,
me llevarán con honores sobre el caballo del Rey" como pensaba
Amán, se acuerdan (Ester 6:6), sino a la manera de Dios: "es
necesario que mengüe yo, y que El crezca" por causa del
propósito.
Alejados del
Propósito de Dios
Pablo anduvo en
el propósito de Dios, lo seguía y moría cada día por él, pero que
pasa cuando somos rebeldes o ignorantes de su propósito en nosotros,
alejándonos del mismo.
¿Cómo se comportarán las cosas que suceden
en nuestro alrededor? ¿para bien? Seguramente, pero nos traerán con
látigo, con dolor.
Veamos como un muy conocido hermano no quiso
saber nada con el propósito, y se alejó del mismo, veamos como le
fue a Jonás.
En Jonás 1:2-
dice" Levántate y ve a Nínive, a aquella gran ciudad, y
pregona contra ella; porque ha subido su maldad contra mí. 3- Y
Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y
descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y
pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis,
lejos de la presencia de Jehová.
¡No he visto a uno más obstinado en
su opinión que Jonás.!
¡El estaba en desacuerdo, nada menos que con
Dios!
¡No era de la misma opinión, que soberbia!
Nínive no merecía
ser salvada o mejor dicho visitada por el mensaje de la salvación, pensaba Jonás, tan ciego y obstinado, que creo que fue la única persona que pagaría
un pasaje (pagaría de su propio bolsillo un pasaje), pero para
alejarse de Dios, ¡esto es tremendo!!
¡ El se pagó el pasaje al lugar
más lejos, según El, donde Dios no lo encontraría, puede Usted
creer eso! tremendo, el salmo 139 nos dice "Adónde huiré yo de tu
presencia, Señor!!! Si tu estás en la Luz y en la oscuridad, en lo
Alto como en lo profundo, puedo yo esconderme de ti? ¿Puedes tú no
verme?
¡My Good! como dicen mis hermanos gringos.
Jonás no sólo
huía de Dios, sino también de su propósito, al cual El había sido
llamado, como instrumento para anunciar la Misericordia de Dios, a
con un pueblo que había colmado la paciencia de Dios.
¿Y qué pasó?
Dios lo fue a buscar, lo fue a buscar porque sí o sí Jonás
cumpliría su propósito
.¿Acaso no fue el Dios de la Misericordia
que salió, antes que por Nínive, por El?
¿ El que recibe por Gracia
no debe dar de Gracia? ¿Era tan difícil anunciar la Misericordia de
Dios, habiéndola experimentado y recibido?
Ahora ¿fue Dios
mismo a buscarlo? ¡No! ordenó a "las cosas" que lo
volviesen a poner en el propósito como vemos en Jonás 1:10 "Y
aquellos hombres temieron sobremanera, y le dijeron: ¿Por qué has
hecho esto? Porque ellos sabían que huía de la presencia de Jehová,
pues él se lo había declarado"11-"Y le
dijeron ¿qué haremos contigo para que el mar se nos aquiete? Porque el
mar se iba embraveciendo más y más."
Dios ordenó a la tempestad, y al mar, así como al gran pez que tenía preparado que
ayuden a Jonás a regresar al propósito, cosa a la cual Jonás
accedió dentro del vientre de ese gran pez.
¿Cuántos de nosotros
podemos atestiguar esto, cuántos hemos sido traído por las
tribulaciones, las angustias, los peligros, las persecuciones, al
propósito de Dios en nosotros que habíamos descuidado, o
abandonado?
¡Gloria damos a Dios por haber tenido misericordia y
piedad de nuestra condición y de no haber mirado nuestra
ignorancias, obstinaciones o rebeliones a su voluntad sino que por
amor a su Hijo nos perdonó. para transformarnos en instrumentos de
bendición!
Todas las cosas
ayudan a bien. ¿A quienes? a los llamados conforme a su propósito.
El nos llama porque hay una necesidad.
¡El llama a que las cosas
sucedan y actúen porque hay una necesidad! La necesidad la tiene la humanidad, los hombres y las mujeres, los niños. La tierra y las Naciones.
¿Cuál es? La salvación por la redención de la sangre de su hijo Jesús.
Pero los propósitos son
de Dios.
Pablo nos dice en
Romanos 8:35-37 "¿Quién nos separará del amor de Cristo?
¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o
peligro, o espada? 36- " Como está escrito: por esta causa
somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.
37- Antes, en todas estas cosas somas más que vencedores por medio
de Aquel que nos amó".
Antes en "todas
estas cosas", somos más que vencedores y no por causa nuestra
sino por causa del propósito al que fuimos llamados.
¡Seamos más que
Vencedores en aquello en lo que hemos sido confirmados, como el
Apóstol Pablo, porque ni la muerte ni la vida nos separará de su amor, en Cristo Jesús, que es lo más valioso que Dios escondió dentro
de nosotros, a fin que de éste seamos motivados a llegar a la meta
de su voluntad!
Dios te bendiga
Pra Sara Olguín
Comentarios
Publicar un comentario
Medita, comenta, y comparte lo que a ti te ha ministrado, para que también toque y bendiga el corazón de otros!! Bendiciones!