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LA MANO DE PAPA

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Hace casi 30 años atrás, cuando corrían los primeros días de mi conversión a Cristo y en un regreso, de una de mis primeras reuniones con la Iglesia, ocurrió esto que les contaré y que nunca, nunca he podido olvidar ni olvidaré jamás. Venía regresando tarde de la reunión y traía conmigo un cassette de música de alabanza y adoración, que me habían prestado y una de las razones por lo que quería llegar rápidamente a casa, era la de oír por  primera vez  toda aquella nueva y diferente, música.  Así que en el auto que nos traían,  veníamos cantando, orando y llorando y muy embargada por esa Presencia Gloriosa de aquella hermosa reuníon, le pedía a Dios que no me soltará, que no me dejará nunca. Luego, cuando llegando a casa, mis amigos y yo entramos, y como yo traía a mi  hijito dormido en mis brazos, me dirijí hacia la habitación de mi pequeño y mis amigos fueron hacia la cocina a fin de prepararnos algo rápido para comer, ya que era muy tarde, antes de eso,...

COMO VERA' EL MUNDO NUESTRA FE?


Santiago 2: 18 cita "Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras".
El mundo verá tus obras y Dios verá tu fe.
No quieras que el mundo vea tu fe, porque los ojos del mundo no son espirituales (San Juan 14:17).
La fe es para agradar a Dios, creyendo que el existe y nos recompensará.
Nuestra fe, si es que tenemos fe, nunca será para agradar a los hombres, porque Hebreos 11:6 dice "Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan".

Nuestras obras son para manifestar a Dios ante el mundo, cuyos ojos ven las cosas naturales. 
 Si crees en Dios haz tus obras en el mundo y tu fe será vista y recompensada por El mismo.


Quien obra siendo indiferente a Dios, lo que hace es vacío de fe.

Mateo 26:6 habla de una mujer que entró a la casa de un fariseo llamado Simón y derramó su perfume sobre los pies del Señor. Ella no le dijo a los que estaban allí que tenía fe sino que actuó.
 Ellos vieron su obra y no la comprendieron más el Maestro vio su fe en aquella obra. 
El le dijo a los demás que vieran su obra,  aquello que no había hecho Simón y a la mujer le dijo: tu fe te ha salvado, ve en paz...

Aquí en la tierra hagamos obras para El, muchos las verán, algunas serán entendidas por el resto, otras no, pero  para el Señor serán vistas y entendidas.
 Él recibirá nuestra fe y ¡Él mismo nos recompensará!

 Dios te bendiga!
Pastora Sara Olguín




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