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LA PODEROSA PERSONA DEL ESPÍRITU SANTO

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               2 Reyes 4 Una mujer había quedado  viuda y endeudada y con el riesgo de que sus dos hijos perdieran sus libertades. ¿Qué hizo? Llegó hasta lo último y luego clamó a Dios.  ¿Y de que manera clamó a Dios?  Visitando al profeta para hallar dirección de Dios para su vida. Así acostumbramos hacer muchos de nosotros, muchas de las veces en que nos encontramos en situaciones que llegaron al límite y ¿qué hacemos?  Esperamos hasta que el agua nos llegue al cuello para orar, y pedirle a Dios qué debemos hacer. Lo vemos con el pueblo de Dios en Éxodo 3:7   Esperó hasta perder sus libertades para clamar a Dios,  Así como en Jueces 6: 7 Aquí también vemos al pueblo escondido y lleno de miedo a causa de los Madianitas, pero que por último claman a Dios, para recibir dirección y ayuda.  Siempre sucedió así por causa de alejarse de Dios, de desoírlo, y de sentirse ellos sus propios dueños para hacer las cosas a su manera.  Dice  Jeremías 2:13 -Porque dos males ha hecho mi pueblo: me de

¿DONDE LLEVARÁS TUS LÁGRIMAS?

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PON MIS LÁGRIMAS EN TU  REDOMA ... Salmo 56:8 ¿Dónde ponemos nuestras lágrimas? ¿Dónde las derramamos?...¡Hay un lugar precioso y privilegiado para las lágrimas de los Hijos de Dios y es en su Presencia, ante el Padre celestial! Por mucho tiempo nuestras lágrimas fueron llevadas ante altares muertos, sin vida ni poder de resurrección, de transformación. Llorábamos nuestras pérdidas, nuestros dolores, amarguras, vergüenzas, abandonos sí, pero en lugares equivocados y ante quiénes no eran las personas justas. Aquellos que somos padres podemos entender cuando por ejemplo, nuestros hijos vienen  buscándonos para llorar delante nuestro, fuertemente a veces u otras en silencio, de igual manera sus lágrimas no nos son indiferentes, sino que nos conmueven, nos sacan de lo habitual, generando una fuerza interna que hace que nuestra sangre fluya con fuerza, que nuestros pensamientos se aceleren y que todo nuestro físico se prepare, ya sea para salir en defensa o para dar consolació

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