¿POR QUÉ NOS SUCEDEN COSAS DESAGRADABLES?
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¡No dejes morir tu fe!
La fe necesita ser alimentada para que crezca, fuerte y sólida, a fin de llegar a alcanzar las Promesas de Dios.
La fe se enferma, cuando la dejamos contaminar con todo aquello que parece fe, pero no es, y que nace de nosotros mismos, o nos lo transmiten desde afuera.
La fe, es fundada por Jesucristo, él es el autor de la fe, es decir el originador de la misma.
Sin fe, es imposible acercarse a Dios, por esto mismo. Hebreos 11:6
Si no tienes algo que Él mismo creó, originó para que todos se pudieran acercar a ÉL, no podrás acercarte con ninguna otra cosa parecida, por ejemplo: el Temor, la Religión, tu Autoconfianza, la Desesperación…
Lo único que nos acerca a Él es su misma Fe.
Hebreos 12:2
El mismo Dios de los hechos y proezas poderosos, que vinieron a existencia mediante la fe de los que llamó, y usó para traerlos a lo visible, es el mismo Dios hoy.
Y en él apoyamos nuestra fe, para esperar un mañana mejor, un mañana prospero, ¿amén?
Pero ¿qué pasa con nuestro hoy, nuestro presente?
¿Cómo podemos vivir la fe de Dios en nuestro presente, si lo que estamos pasando nos derriba, nos desarma (quita las armas dadas por Dios: oración, fe, confianza, esperanza) y nos desanima?
Y entonces, creemos que debemos aferrarnos a la fe, declarando que mañana será mejor, llamando a existencia para nuestro mañana todo lo que Dios dijo, pero no atreviéndonos a esperar que algo suceda hoy, de parte de ese Dios poderoso.
Tenemos tantos testimonios de los hechos de Dios, en el mismo día en que sus líderes (Moisés, Josué, Gedeón, Sansón etc..) lo pedían pero no nos animamos a pedir algo por miedo a que no suceda, y eso no es fe, eso es Incredulidad, y también temor a la vergüenza de que no suceda, producto de un pensamiento, no puesto por Dios, de que “Tal vez Dios no lo quiera hacer ahora” y le damos tiempo, muy espirituales, decimos: -¡ Que lo haga cuando “él lo quiera”!
Pero Dios es el Dios de ahora, Dios nos está acompañando hoy, en nuestro presente.
Dios es el Dios de nuestro ayer, de nuestro mañana, pero está aquí y ahora contigo y conmigo. ¿lo crees?
Y si lo crees, ¿qué cosa te imaginas?
Porque nuestra imaginación es como una piedra que bloquea la vertiente de su Presencia en Poder, milagros, y sucesos sobrenaturales continuos.
Me recuerda esto a Génesis 29 cuando luego de haber vivido un momento tremendo de percepción de la presencia presente y real de Dios, Jacob, es conducido por la Providencia de Dios hasta los campos donde bebían agua los rebaños.
Dejame decirte esto antes de seguir, en Génesis 28:10 al 15 Jacob tiene un sueño y fue tan real que pensó: Que no era un sueño sino una realidad: Dios estaba en ese lugar, donde ahora mismo él estaba, y él no se había apercibido de ello.
Sabes esta es la condición de muchos de nosotros, de los que formamos parte de su Cuerpo, la Iglesia, no nos damos cuenta de que en este Ahora, en este Presente Dios está con nosotros.
Ahí donde tu estás viviendo, cada segundo Dios esta contigo.
Su presencia es real, y su voz la puedes escuchar; sus milagros puedes recibir, porque en Él todo lo que a nosotros nos parece algo imposible es natural.
Es natural que vivas en lo sobrenatural, si eres consciente de la Presencia de Dios en tu Presente.
Tu presente es este mismo momento, y cuando pase este momento será el siguiente momento, y cuando pase ese momento sera en el siguiente, pero Dios está en tu presente, debes despertar del sueño que significa "asociar a Dios con el ayer, y no traerlo a tu presente" porque Él es hoy, si no ¡creélo!
Y así fue que a partir de ese momento Jacob, comenzó a vivir cosas extraordinarias que comenzaron a suceder en esa tierra.
¿Sabes que tu tierra puede ser receptáculo de acontecimientos extraordinarios, como que tus vecinos comiencen a vivir cosas generadas por la Providencia de Dios?
La providencia de Dios llevó a Jacob, ese otro día en el cual Dios estaba en su presente, hasta el abrevadero de los rebaños, y Jacob dice que vio algo, que los demás no veían. Versículo 2 y 3.
Que allí habían tres rebaños y que los pastores esperaban que llegaran el resto de los otros rebaños con sus pastores para mover una gran piedra que estaba sobre la boca del pozo donde estaba el agua. Y luego de que todos los rebaños bebían volvían a ponerla sobre la boca del pozo.
Esto le pareció muy extraño a Jacob porque todavía era pleno día y era muy temprano para encerrar el rebaño.
Así que cuando vino Raquel, apresuradamente Jacob, un recién llegado que ignoraba todo acuerdo establecido entre ellos o el por qué hacían tal cosa, movió la piedra para que bebieran Génesis 29: 9, 10, 11 y 12.
Nadie podía hacer eso solo alguien como Jacob.
¿Quien era Jacob para atreverse a mover la piedra cuando vio venir a Raquel? Alguien que una noche antes había alzado la piedra, la había ungido con aceite y se había dado cuenta de la Palpable presencia de Dios con él.
Cuando tu sabes que tienes la Presencia de Dios contigo puedes atreverte a hacer, lo que nadie puede hacer por sí solo, porque necesitan de los otros para hacer algo bueno, o algo beneficioso para todos, o algo que redima el tiempo, que haga rendir su trabajo más útil , que haga que produzcan más frutos.
Jacob es un tipo de Jesús, Él solo movió la piedra para todos nosotros, quitó lo que nos oscurecía la visión y no podíamos ver el presente tal cual es. Al verlo como Dios ve, entonces entendemos que cosas nos detienen, y cuántas otras nos hacen perder las cosas valiosas, como el Tiempo, las fuerzas, los frutos, la vida.
Gente que en el presente están atascados por otros, y dependientes de lo que los demás hagan por ellos, que esperan que algo suceda, que alguien venga y haga lo que ellos no pueden hacer.
Dios mandó a su Hijo a hacer lo que toda la humanidad no podía hacer, acercarse a Él, no había manera, no había forma. La religiosidad se había adueñado de todos, y dejaron a Dios detrás, en el ayer, en el pasado, o lo mandaron al mañana, pero no lo podían ver en "sus presentes" porque no tenían Fe.
La fe nos abre la visión, por la fe, vemos.
Jacob al entrar en el territorio de Dios despertó, abrió los ojos y vio. No solo esa noche, sino al otro día, y en el siguiente, y comenzó a entender las cosas que le sucedían, y aunque también entendió porqué le sucedieron aquellas del pasado, ya no se acordó de ellas, sino que vivió "su Presente" con la certeza de que Dios estaba ahí, con él, día a día.
Si Jacob no hubiese tenido fe (certeza en lo que vio, que Dios estaba ahí) no se hubiera atrevido a mover la piedra sin el permiso de todos los pastores, pero él tenía la convicción de lo que vio, que esto estaba mal, era imprudente y dañoso llevar a las ovejas antes de tiempo, a dormir.
Dios quiere que vivas con la certeza de que el Dios de hoy está contigo.
Si lo crees no te quedarás esperando que alguien mueva la piedra de la fuente de agua viva, pero tampoco te quedarás esperando en el Pleno día que mañana Dios haga algo contigo, o a través de ti, ¡empieza ya!
Juan 9:4-"Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar."
Josué 1:9 Esfuérzate y se valiente, yo estaré contigo donde quieras que tu vayas.
Pero pasalo al hoy y entonces dirá: "Esfuérzate y se valiente, yo estoy contigo donde tú estás ahora, para que hagas lo que corresponde en tu ahora."
No temas ni te desanimes, si tienes la percepción abierta de que estás en el territorio de Dios, Él está contigo para hacer lo que le pidas ya.
Jueces 6: 12- El Señor está contigo, ¡ guerrero valiente!
Éxodo 14:13 Hoy mismo el Señor lo hará. (No mañana)
Cuando tu crees en verdad que Dios está contigo desde que te levantas hasta que te acuestas, desde que sales hasta que vuelves a entrar, no esperás milagros para mañana sino que los verás ya.
Los pastores y sus rebaños en el pleno día estaban quietos esperando a que algo cambiara su día, pero todos se impedían unos a otros con ese acuerdo, de hacer algo distinto y mejor, pero Jacob sabía que con él estaba el Señor, y podía hacer lo que otros no se atrevieron para cambiar algo que estaba afectando la prosperidad del rebaño de Raquel.
Se un Jacob donde estás, Dios está contigo, actúa sin miedo y con decisión a favor de los que están como estos pastores impedidos por no tener visión ni decisión de cambiar lo que les hace perder su oportunidades.
Jesucristo es el Pleno Día de Dios, en Él estamos, nos movemos y somos, en este ahora solo tienes que creerlo y lo verás, y pedirás que el Sol se detenga ya en Gabaón y la luna en Ajalón, (Josué 10:12) como Josué si así fuera necesario en tu Jornada, ¡aleluya!
Bendiciones!
P Sara Olguín.
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