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CUIDA EL LUGAR QUE DIOS TE DIO

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El lugar que yo quería . Que feo lo que sentimos cuando observamos de lejos el lugar que habíamos soñado, ser ocupado por otra persona. Una mezcla de fracaso, dolor, tristeza por la pérdida, y una sensación de que algo nos quedó incompleto.  Como sí nos hubiera faltado un miembro a nuestro cuerpo, por lo que no fuimos aceptados.  Todo esto, hasta que por fin lo superamos,  no nos es agradable.   El lugar que yo tenía. ¡Ah esto es otra cosa!, y más doloroso que lo anterior.  Haber sido elegido y perder ese lugar, ya es mucho más traumante, que no haberlo alcanzado. Luchar por lograr un objetivo es como remar contra las olas; subimos y bajamos, vamos hacia adelante y hacia tras,  las olas son la causa y en un momento las venceremos.  Esa lucha nos mantiene en línea, atentos, vigilantes, mejorándonos constantemente, trabajando día y noche para ello. Mientras que, alcanzar un objetivo, llegar a obtener aquello por lo cual luchábamos, no es igual a remar contra las olas; ahora

QUE HACER CUANDO DIOS, NO NOS CONCEDE LO QUE PEDIMOS?

                                                                                              


¿Cuando Dios no te concede algo, que debes hacer?

¿Irritarte, llenarte de amargura, dejar de congregarte?

¿Procurar por otros medios o sus propias fuerzas obtenerlo?

¿Cuál es la actitud que debe nacer ante esta situación en el corazón de quién ama veradaderamente a Dios?

1 Samuel 1:5-Pero a Ana daba una parte escogida; porque amaba a Ana, aunque Jehová no le había concedido tener hijos. 6 -Y su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová no le había concedido tener hijos.


  • Elcana daba a Ana, una parte escogida, mientras Dios no le daba lo que ella pedía


Hay tiempos en los cuales el hijo/a de Dios vive en angustia, a causa de no poder tener lo que pide a Dios.

Para algunos puede ser un esposo/a, un hijo, un cambio de lugar, un trabajo, etc.

Nos parece como que Dios no oye ese pedido, o no lo suelta, no lo da, ¡no lo concede!

Sin embargo son tiempos en que recibimos atenciones muy evidentes, o vemos que Dios se mueve con favores alrededor nuestro,cómo para que nos sintamos consolados, mientras estamos esperando en Dios.


Pero no lo valoramos, no lo tomamos en cuenta, ni comprendemos la bondad de Dios.


Ana aparentemente no era oída cuando pedía a Dios un hijo, dice que Dios no le concedía tenerlo, pero no la dejaba sin su especial atención, pues su esposo no la despreciaba, no la dejaba de amar, al contrario le daba una porción escogida, es decir ponía mayor atención y buen trato en ella.

Por esto ella debía advertir la Presencia de Dios a su favor, que no era por enojo, que no era por sordera, ni por serle indiferente, sino porque Dios quería que ella comprendiera algo, especialmente acerca de cómo es él, de ¡cómo es Dios!

¿Conoces tú, el corazón de Dios?


Aún así cuando estamos en una espera en la cual Dios aparentemente está en silencio, no faltarán las situaciones o personas que tocaran con sus palabras o hechos esa área, la cual Dios está trabajando, y nos harán sentir nuestra: viudez, soledad, esterilidad, escasez, etc.


Si no nos apercibimos con la palabra, de que por esto deberemos pasar, nos irritaremos, y se nos llenará el corazón de tristeza y lo que es peor de enojo.

¡El enojo nos separa de Dios y nos acerca al diablo!


(Efesios 4:26-Si se enojan, no pequen; que el enojo no les dure todo el día.)


La tristeza nos quita el gozo para esperar con confianza la respuesta de Dios.


Versículos 6- Y su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová no le había concedido tener hijos.

7 -Así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, la irritaba así; por lo cual Ana lloraba, y no comía.


El propósito de estas “otras situaciones o personas” (en nuestras familias, trabajos, etc) es no dejarnos subir a la Casa de Dios a comer y beber de Él.

¡De su Palabra!

No nos quieren dejar intimar con Dios, conocerlo y adorarlo a pesar de todo.


8-Y Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿por qué no comes? ¿y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?


Elcana, a pesar de todas las atenciones y cuidado que ponía en Ana, su esposa, sin hacerle notar su problema, se estaba sintiendo desplazado por ese gran deseo de Ana por tener un hijo de él.

Perdiéndose el sentido del estar juntos, porque cuando uno quiere un hijo, es porque ama al padre de ese hijo.


  • ¡El amor del hijo no puede desplazar el amor por el Padre de ese hijo!


Lo mismo nos pasa en nuestra vida espiritual, el anhelo por algo que Dios aún no nos concedió, nos hace olvidar que Dios, es más importante que ese ¡deseo cumplido!


Él le pregunto: -Pero Ana ¿acaso no te soy yo mejor que tener diez hijos?

¿Cual es la razón de estar conmigo?

¿Yo o tus hijos?

¿Cual es la razón de buscar a Dios?

Dios o tus deseos.

Dios o tus problemas.

Dios o lo que ¿no te está dando aún?


9- Dice que cuando Ana comió y bebió en Silo (Lugar de reposo, tranquilidad, la Presencia de Dios) a pesar de todo lo que se lo había impedido hasta ese día, ella dejo toda su irritabilidad, dejo todo su enojo y abandonó toda tristeza que le produjo el no tener lo que pedía, aún, cosa que le impedía ver la bondad de Dios, el amor de Dios, su fidelidad y sobre todo valoró la paciencia y el amor de su esposo por todos esos diez años de subir a Silo, solo para que Dios le concediese su deseo, un hijo!!!

¡Dios es Bueno!

Dios trabaja en nosotros, para que entendamos que todo deseo pasará una vez que Dios lo haya concedido, y así puede también pasar nuestro amor por él.

Más ÉL quiere que: Sea que muramos o sea que vivamos, sea que tengamos o sea que nos falte, sea que aún no lleguen las respuestas, o sea que ya las disfrutemos, nuestro corazón se deleite en Él.

Un corazón lleno de Dios, no se irritará, no se enojará, no se llenará de tristeza, ¡nunca!

¡Aunque pasen mil cosas desagradables, no dejará de seguir amando a su Dios!

1 Corintios 13:5 El amor de Dios no se irrita.

Gálatas 5:26 No nos provocamos (exasperamos o desalentamos) unos a otros.

¿Qué harás si Dios aún no te da, lo que le has pedido?

¡Dios te bendiga!

Sara Olguín

Comentarios

  1. Es verdad muchas veces e esperado y pedido a Dios mi deseos
    Y hoy veo que es así en todo el tiempo que pedimos no vemos el favor,el amor de Dios que nos sigue
    Podemos decirlo que Dios es bueno ma que distinto es verlo .
    Alabo mi Dios por su amor ❤️
    Dios te bendiga Pastora Sara 🌷

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  2. Gracias por esta reflexión! Es cierto que ninguno de nuestros deseos logra satisfacer lo que realmente suple la presencia de Dios. De hecho cuando recibimos eso que pedimos ya estamos esperando otra cosa . Bendiciones!

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  3. Siempre animando a buscar a Dios! Creo que al final nuestros deseos son desafíos que tiene que poner a Dios como prioridad! Gracias por el mensaje Sierva de Dios!

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