¿DÓNDE DEJASTE TU BENDICIÓN?

Génesis 18:9                                      

¿Dónde esta Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda.

Dios pregunta a Abraham dónde está su mujer, pues los quiere bendecir, y las bendiciones que Dios entrega al hombre que teme a Jehová no son para él solo, sino también para aquella que está a su lado, su Esposa.

Dios no llama a Agar, la concubina, sino a su mujer, es decir Sara.

Hoy podemos disfrazar con las leyes de los hombres nuestras relaciones de convivencia entre el hombre y la mujer, pero Dios sabe muy bien quien es el cónyuge verdadero, según el mandato que Dios nos entregó en Hebreos 13:4-

Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.

Jehová le preguntó por su mujer, llamándola por su nombre: Sara, no Agar.

Génesis 16: 1-2

Para Abraham Sara nunca fue sustituida o reemplazada por Agar.

Para Sara aquello que ella misma había provocado al involucrar a su sierva para darle un hijo a Abraham, fue como un desmerito como mujer, pero no para Abraham. 

Así que Abraham nunca dejó de prestar atención a Sara, ni dejó de ver dónde ella estaba.

Y para Dios que todo lo sabe y todo lo ve, menos.

Dios llamó a Sara porque iba a bendecir a Abraham.

Dios te llamará para entregarte sus bendiciones, pero ¿Tú dónde estás y dónde está quien es tu cónyuge?

¡Adán no supo dónde estaba su mujer, y ella estaba hablando con la Serpiente!

En Génesis 3 vemos las consecuencias que cayeron sobre Adán y toda su descendencia por haber dejado de prestar atención a Eva.

Si Dios llamaba a Adán en el capítulo 3 y le preguntaba dónde estaba su mujer (aún su nombre no era Eva) la que él soñó y Dios le trajo a su vida, para que sea uno con él, su ayuda idónea, su cónyuge, éste no tenía ni idea, ni menos que su ayuda idónea estaba hablando con la Serpiente (Satanás)

Si leemos todo este capítulo vemos todas las pérdidas de los beneficios con que Dios había coronado al hombre junto a su mujer (Génesis 1:27-30) por no cuidar lo primero que Dios le puso a su lado, su mujer.

En Génesis 1:27 y 28-

Leemos que luego de crear Dios al hombre, varón y hembra, a su imagen y semejanza, los bendijo: ¡A los dos!

¡Estando en el mismo lugar, juntos! 

Dios les dijo: Fructificad y multiplicad; llenad la tierra, y sojuzgarla, y señoread en todo el resto.

Hoy nos encontramos con matrimonios tan desunidos, en la visión, en las metas, en los planes, tanto como en sus sueños, en sus almas y deseos, que ninguno sabe dónde está el otro. En qué nivel espiritual, en qué punto emocional, ni físicamente.

Todo el escenario de estos últimos tiempos, se ha preparado para desunirnos, para desunir lo que Dios unió en el principio.

Aún nuestros hijos, son causa de división. Nuestros padres o suegros, nuestros trabajos, son causa de división ¡Qué tremendo!

Cuando Dios como leíamos, dijo en Génesis 2: 24 “Que los dos serán una sola carne”

En Génesis 18: 9 y 10

Después de la pregunta de Jehová, Abraham le responde: -Aquí, en la tienda (versículo 9)

A su lado, dónde él estaba, en el mismo lugar, ¡aleluya!

Y en el siguiente versículo 10, sabiendo Abraham dónde estaba su mujer, y estaba ella también allí con él, en el mismo sentir, atenta a la visitación de Dios, posicionada correctamente, a la entrada de la tienda.

Dice que Dios en el versículo 10-Entonces dijo: —Ciertamente volveré a ti de aquí a un año, y he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Sara escuchaba junto a la entrada de la tienda que estaba detrás de él.

La bendición cayó definitivamente en la casa de Abraham y Sara, y soberanamente Dios le da el tiempo, porque el único que pueda dar los tiempos es el Dios Soberano, aleluya.

• El contentamiento de Dios es ver que se respetan sus principios, que se obedece su Voz, y sus mandatos y se cuidan sus bendiciones.

• Sara era la bendición de Abraham y Abraham era la bendición de Sara.

Dios no iba a bendecir lo que no estaba unido, Dios no iba a añadir bendición sobre una casa dividida, porque su principio quedó establecido en el origen, en Génesis 1:28 y Génesis 2: 14 respecto a la unidad.

Estás buscando y pidiendo que Dios te bendiga, atiende a sus principios, ámalos y obedece-los, pues aunque estemos en Cristo Jesús y seamos bendecidos, con toda bendición espiritual y terrenal, (Efesios 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, ) esas bendiciones son detenidas cuando fallamos en ellos. Pero si nos arrepentimos y trabajamos en esto, para que con el Poder de su Santo Espíritu podamos alinearnos con Dios y reparar la negligencia y el descuido, Dios nos soltará esas bendiciones que ya nos fueron dadas.

El consejo de Dios es bueno para siempre, y debemos aplicarlos.

• Maridos estén atentos y sepan en que lugar han dejado a sus esposas, si están junto a ustedes o en otro lugar.

• Oren y mantengan la Unidad del Espíritu, el matrimonio con sus compañeras y viceversa.

• Y cuiden todo lo que Dios les ha dado, comenzando desde el cónyuge, para que Dios pueda añadirle más.

Versículos Bíblicos:

• 1 Pedro 3:27-Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo

• Mateo 12:25-Jesús, que sabía lo que estaban pensando, les dijo: «Todo país dividido en bandos enemigos, se destruye a sí mismo; y una ciudad o una familia dividida en bandos, no puede mantenerse.

• 1 Pedro 3:6-Por ejemplo, Sara obedecía a su esposo, Abraham, y lo llamaba «señor». Ustedes son sus hijas cuando hacen lo correcto sin temor a lo que sus esposos pudieran hacer.

• Eclesiastés 9:9-Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de tu vida fugaz que El te ha dado bajo el sol, todos los días de tu vanidad, porque esta es tu parte en la vida y en el trabajo con que te afanas bajo el sol.

Dios te bendiga. 

Pastora Sara Olguín.