LAS DECISIONES DE FE, DE UNA MUJER DESAMPARADA

    

Libro de Rut. Capítulo 1                                     

Dice en el versículo 1, de este capítulo, que en el tiempo en que se desarrolla esta historia, gobernaban     los      Jueces. ¿Quiénes eran esos Jueces?

En el libro anterior, el libro de Jueces 2:16 leemos que los Jueces eran hombres que Dios habían levantado a causa del despojo y asedio continuo de los enemigos de su pueblo, por causa de su continua rebeldía. Pero ellos tampoco oían a los Jueces y se apartaban de la Voz de Jehová.

Jueces 2:16-17

16 -Y Jehová levantó jueces que los librasen de mano de los que les despojaban; 17 -pero tampoco oyeron a sus jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se apartaron pronto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los mandamientos de Jehová; ellos no hicieron así.

Al haber hambre en la tierra, un hombre de Belén (nombre que significa Casa de abundancia y alabanza) llamado Elimelec, también actuó desoyendo la Voz de Dios y llevó a su familia, esposa e hijos, a los campos de Moab. ¿Quiénes eran los Moabitas? Es interesante buscar saberlos, lo encontraremos en Génesis 19: 30-38

Estos fueron los descendientes del incesto cometido por las hijas de Lot, las que emborracharon a su padre para tener descendencia de Él, conforme la mentalidad que habían adquirido de la tierra de donde procedían, llamada Sodoma y Gomorra.

Es importante entender que hay lugares que están marcados por un tipo de Iniquidad, que influye espiritualmente sobre los aires de esas comunidades, con una notable inclinación a ciertos tipos de pecados, u actos contrarios a la voluntad de Dios. Seguramente Dios tenía un gran plan para proveer especialmente a todos los que habitaban en la Casa de Abundancia y Alabanza, y no les habría dicho de irse a alimentarse con el pan de aquellos lugares, porque Dios había separado especialmente a Israel para sí.

Éxodo 19:5 -Ahora bien, si me obedecen y cumplen mi pacto, ustedes serán mi tesoro especial entre todas las naciones de la tierra; porque toda la tierra me pertenece. 6 -Ustedes serán mi reino de sacerdotes, mi nación santa”. Este es el mensaje que debes transmitir a los hijos de Israel».

Vemos que este Varón del pueblo de Belén, del pueblo de Dios, tomó una muy mala decisión pues la consecuencia fue la muerte de aquellos hombres: el padre y sus dos hijos (versículos 3 y 5) Estas muertes trajeron la viudez y el desamparo de las tres mujeres: Noemí (suegra) y Rut y Orfa (sus nueras) que al oír en los campos de Moab que Dios estaba visitando a Belén, Noemí sintió en su corazón el volverse a Belén, no pudiendo llevarse a sus dos nueras, porque no tenía nada con lo cual darles amparo y seguridad. 

Así que ella las liberó de la obligación de mantener su viudez por respecto a los difuntos y de que la siguieran a ella, a su Nación.

 Les dio la oportunidad de regresarse a la casa de sus padres y volverse a casar. 

Esta propuesta trajo a las jóvenes ante una decisión muy sería, dejar todo y seguirla, o volverse. 

Las dos abrazaron a su suegra la cual amaban tanto y lloraron, más dice que las dos tomaron diferentes decisiones, diferentes caminos y diferentes futuros. 

La fe llevó a Rut a buscar el Amparo del Dios de su Suegra, en el cual había creído, y a seguirla con la determinación de recibir sus consejos y seguirlos porque había visto la Fe con la cual ella vivió fuera de su tierra, en obediencia a su esposo Elimelec y dándole esa misma fe a ambas, a ella y a su cuñada, por lo que ella amaba a ese Dios, amó esa tierra antes de conocerla y a ese pueblo al cual pertenecía toda esta familia.

En el versículo 18 dice: Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a seguirla, no dijo más.

A muchos de nosotros nos tienen que estar diciendo, y diciendo, quien es Dios y porque nos rescató, y cómo nos redimió para hacer de nosotros la  Iglesia, la esposa del Cordero, a fin de que no lo dejemos y nos volvamos atrás, pero dice que Noemí: calló.

 Era evidente la Fe, la lealtad, la conversión genuina y radical, la decisión de fe, y el gozo que estaba manifestando Rut, así que nada la haría volver atrás en su decisión.

Ella demostró su amor, y su lealtad a su Suegra no abandonándola, pero también fue la fe en ese Dios de Israel la cual la llenó de valentía de seguirla aunque no la aceptaran por ser extranjera y moabita.

Dios recompensó grandemente esa decisión.

Esa fe vista en su actitud, y la obediencia a la voz de su Suegra, la llevó a transformarse en la esposa de Booz, un varón piadoso y rico, quien era pariente de Noemí, soltero, y lleno de misericordia. Él la redimió, a ella y a su Suegra, y la hizo su esposa,

Dos decisiones muy fuertes, grandes y determinantes.

Elimelec desoyendo la voz de Dios y cayendo en la incredulidad del Poder de Dios para sostener a los que son suyos, buscó en el peor lugar sustento para él y su familia. Esa decisión lo llevó a la muerte de él y sus descendientes.

Rut oyendo la voz de Dios creyó que Dios era el verdadero Dios que daba amparo a todos los que en él buscaran refugio, y halló la vida, y la vida abundante, la provisión presente y la eterna, halló la gracia y la misericordia, las riquezas y el amor.

La fe se ve.

¡Tu fe se tiene que ver! Dios la tiene que ver, los tuyos la tienen que ver y

¡¡ el diablo la tiene que temer!!!

De nada te vale llorar delante de Dios prometiendo seguirlo, si el temor te detiene, si la duda te detiene, si las cosas que vas a dejar te detienen, si el no saber nada del futuro y cómo vivirás tu fe, te detiene.

Si crees debes manifestar el fruto de tu Fe.

Si has creído, síguelo.

Si le sigues agrádale, con tu obediencia.

Si no sabes a qué obedecer pregunta a tus pastores, déjate guiar por ellos.

No hay peor cosa que no tener confianza en aquellos que Dios puso en tu vida para ayudarte, guiarte y enseñarte.

Si no les tienes confianza, háblalo con Dios, pues Dios no dejo a Rut sin la guía de Noemí, ella la guio en todo, fue pastoreada por Noemí hasta presentársela a Booz, (lee toda la historia de Rut)

El Apóstol Pablo dijo en 2 Corintios 11:2

Porque celoso estoy de vosotros con celo de Dios; pues os desposé a un esposo para presentaros como virgen pura a Cristo.

Esa duda es nuestro peor enemigo, que a muchos derrotó y los llevó a quedarse en la decisión equivocada y con un final de muerte.

La recompensa de Rut a esa obediencia, a esa Fe tan visible y fructífera fue Booz, él la desposo y la hizo dueña de sus campos, y no solo eso sino que Dios permitió que Rut restaurara por medio de su matrimonio con Booz (Cristo) el nombre de su esposo muerto y la herencia de su suegra; Dios le permitió tener un hijo que fue el padre de Isaí e Isaí fue el padre del rey David de quien desciende, en la carne nuestro Señor Jesús.

Ellos Booz y Rut quedaron en la genealogía del Señor Jesús, ¡aleluya! (Mateo 1:5)

Lee, medita y aprende lo que Dios hoy nos dice para que nuestras decisiones sean según lo que hemos leído y entendido de su Palabra, la cual tiene Vida Eterna para todos los que son de la Fe de Jesús.

Dios te bendiga!!!