ENTRADA DESTACADA

AQUEL QUE NOS AYUDA!

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Salmo 121:                              1- Al contemplar las montañas me pregunto: "¿De dónde vendrá mi ayuda? 2-Mi ayuda vendrá del Señor, creador del cielo y de la tierra. Este Salmo es el segundo de quince Salmos que comprenden del 120 al 134, y se les llama en hebreo "Canto gradual" o "canto de las subidas" : Su título se debe a que eran cantados por los peregrinos que subían a Jerusalén , especialmente en las tres grandes fiestas del pueblo judío ( éxodo 23:14-17) ¿Saben que Jerusalén está a más o menos 750 metros sobre el nivel del mar y ellos debían subir por tipos de gradas o escalones? Imaginémosle subiendo para llegar allí.  ¿Cuánto tiempo les habrá insumido?  ¿Cuántas cosas habrán ocurrido mientras iban allá?  ¿Cuánta fatiga? ¿Cúantas veces habrán quedado sin aire? ¿Y cuando subían en familia?  Porque ellos no eran de tener un solo hijo por familia, como vemos aquí en Italia, o Europa ¡ no! Más hijos tenían, más felices y bendecid

ANDEMOS CONFORME AL LLAMADO


Efesios 4:1                                                                 
1-Yo, pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que habéis sido llamados.
1- Yo, pues, prisionero del Señor, les ruego que ustedes vivan de una manera digna de la vocación con que han sido llamados. (Biblia de las Américas)

Yo pues preso “en el Señor”. 
Pablo no estaba preso o puesto en cárcel por los hombres, o por haber cometido reato, aunque físicamente esto se veía así, sino que era llevado por aquellos que se levantaban en su contra por causa del Evangelio anunciado a los gentiles.
Aunque él mismo de propia voluntad ya vivía en una cárcel;  se comportaba como un prisionero ¡Un prisionero de Cristo! 
¿Cómo vive un prisionero?  Un prisionero vive dentro de límites; no tiene libertad de ir más allá de los muros que lo rodean;  tiene una vestimenta especial, cuando se escapan de las cárceles lo primero que intentan es cambiar sus ropas de presidiarios por otras; un prisionero no escoge que comer por ejemplo, come lo que hay; tiene horarios, comparte junto a otros las mismas actividades; no tiene intimidad, vive siendo visto por todos, no hay puertas muchas veces sino solo rejas.

Pero aunque Pablo vivió muchas veces el encierro, cuando era llevado a cárceles no le afectaba porque Él mismo, por propia voluntad, se consideraba y vivía como un prisionero, Sí, pero del Señor Jesucristo: de su Adonai. 
Ahora ¿nos preguntamos por qué él se sentía y declaraba de sí mismo que era un prisionero del Señor? ¿ Por que  no transgredía la voluntad de Dios? ¿por que Dios no lo dejaba hacer lo que deseaba? Esto lo veremos más adelante por las mismas Escrituras.

En  San Juan 8:33 -Le respondieron a Jesús : Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres?
El pueblo de Dios se sentía libre pero vivía como esclavo.
 Estaban bajo el imperio Romano, pero ellos decían que tenían libertad para moverse, pensar, profesar su religión. No se veían así mismos.
 Así muchos no  ven que andan en esclavitud, aunque no estén en cárceles, y son prisioneros del pecado, y de Satanás.
 Así la mayoría de ellos, fariseos, escribas, sacerdotes etc., se sentían libres, y eran prisioneros de sus propios pecados, e incredulidad.
Pablo dijo:  - Yo soy prisionero de Cristo.
Pero ¿Cuál era la causa de sus prisiones en Cristo?

Efesios 3:1-"Por causa de esto yo Pablo, prisionero, de Cristo Jesús para vosotros los gentiles" (Biblia del Jubileo)
Prisionero de Jesucristo por esta causa: vosotros, los gentiles 
El sabía bien porque estaba así, como prisionero en Cristo. 

Los que somos conscientes de la vocación a la que fuimos llamados, quedamos como Pablo, así, atrapados; quedamos  presos de esa verdad, de la cual ya no podemos escapar, ni eludir.

Por eso más allá de que el Apóstol Pablo pudiera sufrir por esas prisiones y esos tiempos en cadenas, Él podía gozarse, porque Él sabía  a causa de qué les eran impuestas esas cadenas y esos grillos, y se alegraba, porque  afuera o dentro, libre o preso, la causa era la misma: su amor a Dios, su compromiso con la vocación a la que fue llamado, y su responsabilidad con el pueblo gentil.
Hechos 9: 15-16
15-Pero el Señor le dijo: Ve, porque él me es un instrumento escogido, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, de los reyes y de los hijos de Israel; 16 -porque yo le mostraré cuánto debe padecer por mi nombre.

Pablo sabía que no había más libertad en él sino aquella necesaria para ejercer su servicio a los santos; para dar la revelación del misterio de Dios a los gentiles, para predicar este evangelio en todo lugar, aún en las cárceles adonde era llevado, como aquí que escribía desde Roma, así como en los lugares más abiertos.

2 Timoteo 1:8- Por tanto, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, prisionero suyo, sino participa conmigo en las aflicciones por el evangelio, según el poder de Dios,
 Pablo se reconocía así mismo un prisionero del llamado por causa de los gentiles, y consideraba  era mayor esta prisión que cualquier otra. Así que ser llevado físicamente a ellas, no le causaba nada.
Ellos veían a Pablo en prisión, pero muchos no entendían el por qué, y lo juzgaban,  por eso muchas veces declaró que su ministerio era llevar la luz al pueblo gentil. 
La luz que trae en sí el Evangelio de Jesucristo, miremos esto en 
Efesios 3: 6 - 11
6- a saber, que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, participando igualmente de la promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio, 7- del cual fui hecho ministro, conforme al don de la gracia de Dios que se me ha concedido según la eficacia de su poder. 8- A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia: anunciar a los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo, 9- y sacar a luz cuál es la dispensación del misterio que por los siglos ha estado oculto en Dios, creador de todas las cosas; 10- a fin de que la infinita sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en las regiones celestiales, 11- conforme al propósito eterno  que llevó a cabo en Cristo Jesús nuestro Señor,
Pero ellos, el pueblo de Dios de aquel tiempo, como dije, no eran esclavos de Jesús, el Rey de Israel, sino del pecado.

 Parecía irónico, pero Él  estaba en cadenas, cuando era realmente libre, y ellos libres, cuando  eran realmente los prisioneros, que estaban no solo bajo el imperio Romano sino en ¡cárceles espirituales!

Así Pablo en cadenas, les rogaba, y hoy también nos ruega el Espíritu Santo, por las escrituras, a nosotros:

Que como Pablo, andemos como es Digno de la vocación a la que fuimos llamados.

Para poder andar  (conducirnos, comportarnos ) dignamente conforme al llamado, debemos recibir una iluminación espiritual acerca de la calidad de esta vocación. 
Y para poder conducirnos en esa dignidad debemos, primeramente, ser revelados de la Santidad de nuestro Dios, lo cual por consecuencia nos hará ver y valorar la Dignidad del llamado que Dios nos hizo.

Dios nos llamó a ser Hijos de Dios, Santos y sin manchas en medio de una generación perversa.
Filipenses 2:15
Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin culpa ( ¿Cómo puedo quitarme la culpa? Confesando mis pecados y recibiendo el perdón de Dios, que quita mi culpabilidad) medio de la nación maligna y perversa, entre los cuales resplandecéis como luminares en el mundo;

Necesitamos recibir una verdadera noción de Santidad.

Pablo la recibió, Pablo andaba en la dignidad de su vocación: La Dignidad era la Santidad del llamado.
Si no vemos la Santidad de Dios, no encontraremos el Camino de Santidad para andar en ese llamado. 
Isaías 35:8 - Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará.

Por eso necesitamos recibir una verdadera noción de Santidad.
La santidad es la dignidad de nuestro llamado.
Sin esa revelación no nos conduciremos en la dignidad de la vocación a la que fuimos llamados.
Romanos 15:16 
para ser ministro de Cristo Jesús a los gentiles, ministrando a manera de sacerdote el evangelio de Dios, a fin de que la ofrenda que hago de los gentiles sea aceptable, santificada por el Espíritu Santo.

¡Que tremendo! ¡ Con que reverencia debemos ejercer nuestro servicio a Dios! 
Dice Pablo - "ministrando a manera de sacerdote , el evangelio de Dios" 
EL Apóstol Pablo usa esta expresión llevándonos a la imagen  de los sacerdotes y levitas que presentaban una ofrenda perfecta, rociada, apartada para Dios, así él con el mismo temor y reverencia, así esa iglesia gentil y convertida radicalmente a Cristo Jesús, estaba santificada como una ofrenda a Dios, por la Obra de Santificación del Espíritu Santo, el único que nos puede santificar para Dios, ¡aleluya!

Este era el sacerdocio de Pablo, la dignidad de su vocación, predicar y anunciar el Evangelio a los gentiles, y esta era su ofrenda,  su sacrificio, presentar a Dios un pueblo santificado por la obra absoluta del Espíritu Santo, cumpliendo Él así con su vocación a la que fue llamado.
La santidad me hace andar en el camino correcto, y conducirme conforme Cristo se condujo.
Todo lo que ruega Pablo que hagamos esta dicho en los siguientes versículos desde el 2 al 7. Y no lo podremos ejercer si no entendemos con la mente espiritual lo santo de nuestra vocación.
Esta vocación nos lleva a un fin o destino en Dios, por eso andemos conforme al llamado que hemos recibido, viendo en él la santidad de Dios. 

Bendiciones
Pastora Sara Olguín.


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