EL TESORO QUE ESTÁ ESCONDIDO EN TI

 Dice Habacuc 2:4b “El justo por la fe vivirá”

Y ya hemos enseñado que el justo que no vive por la fe, ¡está muerto!

Pero esa muerte no es la muerte que trae vida, sino que es la misma muerte, aquella que separa de Dios, a nosotros y a los que afectamos  a nuestro alrededor.

Vivir por la fe, es algo que nos debe ser enseñado por el mismo Espíritu Santo con la Palabra de Dios.

La vida que es por fe, es aquella que emana de las mismas Escrituras.

Y así como nos dice la palabra que con gozo sacarás agua de los manantiales de la Salvación, de Cristo,  solo de él sacamos las aguas de Vida, sin la cual el justo muere.

 Isaías 12:2-He aquí, Dios es mi salvador, confiaré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es el SEÑOR DIOS, El ha sido mi salvación 3-Con gozo sacarás agua de los manantiales de la salvación 

San Juan 4: 11-14 dice “ que él en nosotros será más que un pozo,  sino que será un manantial de agua viva” 

¿Y cual es el instrumento para sacar esas aguas?

La fe, nuestra fe. 

La usamos o no la usamos. Porque solo con la fe podemos vivir, porque por ella iremos a sacar AGUA, del Pozo de la Salvación inagotable, que es Cristo, es decir Vida para nuestro espíritu. 

Vida para que nuestro espíritu siga viviendo en medio de las adversidades, tentaciones, vicisitudes, enfermedades, etc. 

Hebreos 11:6  

Dice que sin fe es imposible agradar a Dios ( puede que hoy yo no le esté agradando  a Dios, en cómo estoy viviendo mi prueba, mi situación, porque  no es que ya me acerqué, sino que me debo seguir acercando a Él por fe, debo seguir creyendo que hubo y sigue habiendo, que  hay poder en Dios para salvación de todo lo que hoy me ocurre)

Y esa riqueza tan valiosa e imposible de conseguir por nosotros humanamente, viene incluida en el Tesoro que tenemos en nosotros mismos, como si fuéramos unos vasos de barros, que se convierten en apreciados y se tratan con sumo cuidado por el mismo valor de lo que llevan dentro.

2 Corintios 4:7  Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros

Dice que somos como una olla de barro, tal vez como un pozo, dentro del cual hay aguas vivas, es decir aguas que fluyen de un manantial.

A veces vivimos sin advertir la profunda e inmensa riqueza que existe en nuestro pozo, o en nuestra olla de barro. 

Vivimos llorando y mendigando a los de afuera. 

Pidiéndoles que nos den algo de lo que parece que ellos tienen en abundancia, cuando no es así. 

Mendigando, muriéndonos de ganas, de sed, de hambre, de justicia, de necesidades, cuando dentro de nosotros tenemos un tesoro que ignoramos, por eso Pablo decía, “Oro que se abran los ojos de vuestro entendimiento para que sepáis”

Efesios 1:18 “Mi oración es que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, 

Efesios 3:16 “que os conceda, conforme a las riquezas de su gloria, ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior;”

¿Y por qué decía esto? Porque el enviado de Dios, el hijo de Dios pasará por tribulaciones, por luchas, por adversidades, será perseguido, será derribado muchas veces, pero eso no lo desaprueba sino que permite que se cumpla el propósito de lo que es, un vaso de barro.

2 Corintios 4:8

 Así que llenos de problemas no estamos sin salidas; con preocupaciones, pero no nos desesperamos; nos persiguen pero no estamos abandonados ( por Dios) derribados pero no destruidos, sino que esto es por causa de Cristo, pues este vaso cada vez que muere, cada vez que se rompe ante estas circunstancias debe dejar salir la Vida de Cristo, el agua de la Vida, para los sedientos que no lo tienen aún. Amén.

La palabra que nos envía hoy el Padre, es Pan de fortaleza, Pan de abundancia.

    • En Cristo todo lo podemos, pero ¡si vamos a buscar en nuestro interior esa riqueza!! 

Las situaciones te han desesperado, derribado, aislado, enfermado, perseguido, te quiero decir déjalas que te confronten, déjalos que te persigan porque  cada vez más vida de Dios saldrá de tu interior,  riquezas escondidas en Cristo Jesús, recursos reservados por él para que vuelvas a construir con sus fuerzas, su sabiduría, y su poder!!

El justo no se cansa, ¡se renueva!

El justo no se agota, ¡se rellena!

El justo no huye para salvarse, ¡se entrega!

Vive entregado a la muerte, por amor a Cristo, porque cada vez que mueres la Vida de Dios, el Poder de Dios, las Riquezas de Dios, se manifiesta, esto es Cristo, Esperanza de Gloria.

Cristo quiere vivir a través de cada uno de nosotros, porque ¡¡ Él murió por Todos!!!

Cuando Jesús murió el primer lugar donde lo llevaron fue al sepulcro, pero ese no era su lugar, él no Murió para quedarse allí ¡no! sino para morar para siempre en el Creyente.

¡¡Cristo vive en mi. Cristo vive en ti.!!

Eres un precioso vaso de barro, valioso, pero que en algún momento Dios permite que se rompa para que salga la vida de Cristo de dentro de ti, y otras eres tú que te dejas lastimar, herir, perseguir por cuidar esa riqueza que contienes.

Te animo a buscar en él  tu vida una y otra vez en la fuente de la salvación que brota de Cristo, activando tu fe, usándola no solamente para orar por grandes cosas sino por esto tan simple y tan sencillo como poderoso.

Dios te bendiga!

Pastora Sara Olguín.