ENTRADA DESTACADA

PRESERVADOS EN LA COMUNION CON DIOS

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Génesis 6:9                                                       Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noe. ¡Los que caminan con Dios, no se pervierten, sino que se convierten, en  quienes fueron llamados a Ser!   Dice al inicio de este capítulo que toda aquella generación se había pervertido.  ¿Y de qué manera se habían pervertido? Dice en  Génesis 6:1 y 2 que cuando los hombres comenzaron a multiplicarse y expandirse sobre la tierra, tuvieron hijos e hijas, pero esas hijas resultaron ser mujeres hermosas para los hijos de Dios que las vieron y escogiendo cada cual entre todas ellas, se casaron con ellas.  Y en en Génesis 6: 4 dice que los gigantes (Números 13:33 ) aparecieron y  también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Y en Génesis 6:5 -Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de

DIOS DEL DESPUÉS


 Génesis  25:11     

 Y sucedió, después de la muerte de Abraham, que Elohim bendijo a Isaac su hijo; y Isaac habitó  junto al pozo de Lajai Roi ( El Viviente-que-me-ve)


Luego de la larga historia de la vida de nuestro padre Abraham, todas sus pruebas y formación en la fe, muere. 

Y pudiéramos hacernos seguramente esta pregunta:

 ¿Y qué pasó después de su muerte, con Isaac y con las promesas de Dios?

Así que Dios lo deja dicho, ...Dios bendijo a Isaac. 

Porque la bendición de Abraham no murió con él, sino que se perpetuó para su posteridad, y especialmente para los hijos de la promesa.

Y no solo que la bendición de Abraham no murió con él sino que el Elohim (Dios ) que Bendice tampoco murió o se terminó con la partida de Abraham, pues Dios nos muestra que es un Dios Generacional, de generaciones, y esto para los que tenemos la Fe de Abraham es un consuelo, como un aliento de esperanza. 

Es un aliento de esperanza saber que toda bendición con la cual hemos caminado, y Dios nos ha bendecido no cesarán con nuestra partida sino que seguirán sobre las vidas de nuestros descendientes. 

Algunos serán perseguidos por ellas y otros serán revestidos de ellas.

Ese después.. es muy importante porque nos marca que no se había terminado ni Dios ni su fidelidad, sino que había una continuación.

Isaac quedaba solo, tampoco vería ahora ya más a su padre, pero Dios lo seguiría viendo a ÉL.

¿Cuánto temor, cuánta inseguridad  nos embarga, al no conocer esta faceta de Dios, cuando pensamos en nuestra descendencia, en nuestros hijos y lo que pasará con ellos si quedan solos?

Pero esa inseguridad proviene de olvidar quien es Dios, que Dios no pasa ni pasará.

1 Pedro 23-25

23- Pues habéis nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece. 24- Porque: TODA CARNE ES COMO LA HIERBA, Y TODA SU GLORIA COMO LA FLOR DE LA HIERBA. SECASE LA HIERBA, CAESE LA FLOR, 25-MAS LA PALABRA DEL SEÑOR PERMANECE PARA SIEMPRE. Y esta es la palabra que os fue predicada.

¡Aleluya! ¡Dios es Eterno! 

Es un Dios que no cesa, que continúa, y termina su Obra.

Salmos 102:18- "Esto se escribirá para las generaciones futuras; para que un pueblo aún por crear alabe al SEÑOR."

Nuestra oración debiera ser conforme al:  Salmo 90:16

“Manifiéstese tu obra a tus siervos, y tu majestad a sus hijos ..”

En Dios hay un después  ¡¡¡ALeluya!!!

Dios comienza con un hombre pero continúa con sus hijos…

Dios te llamó a ti, pero no se olvidará de tus hijos ni de los hijos de tus hijos.. hasta las mil generaciones.

Dios comenzó con un Hombre, Abraham pero continúo con sus generaciones.

Dios nunca abandonó la descendencia de sus amigos, sino que continuó mostrándose en la vida de sus descendientes. ¡Gloria al Señor!

Murió Abraham pero no se llevó las bendiciones materiales sino que él las repartió entre los suyos porque ¡nada trajimos, nada nos llevaremos! Pero tampoco se llevó las tremendas bendiciones espirituales con las cuales Dios lo pactó.

Ahora Abraham dice que antes de morir repartió regalos a sus otros hijos tenidos con Cetura en Génesis 25:6, pero fue Dios quien bendijo a  Isaac, y también a Ismael cumpliéndole Dios a Abraham con cada uno,  lo que le había prometido a su Amigo.

Génesis 25:16. Esto muestra la Fidelidad de la Palabra que Dios da.

Génesis 25:11b ...E Isaac habitó junto al pozo de Lajai-Roi (El Dios que me ve)

 Ahora dice que Dios bendijo a Isaac, pero que Isaac se quedó a vivir,  habitó junto al Dios que lo veía.

Que significativo que es esto, pues ¿habitamos nosotros junto al Dios que nos ve?

¿Somos conscientes de la mirada de Dios en nuestras vidas?

¿Bendice Dios al que no habita junto a él?

Sus dos hijos fueron marcados por ese lugar. 

En la vida de Ismael, cuando Dios encontró a Agar su madre, huyendo y prometiéndole a Agar,  bendecirlo, por ser descendiente de Abraham (Génesis 16:9-14). Y también en la vida de Isaac, que seguramente oyó de pequeño la historia de Agar, pero él mismo fue y  buscó a Dios junto a ese pozo,  fue hacia ese lugar, a orar, a hablar y meditar en su corazón mientras esperaba a su esposa.

Ese pozo era muy significativo, ese lugar tenía la historia y la Presencia de un Dios que está viendo el alma, el dolor, la soledad, está viendo el ser de quien se acerca a Él, está oyendo y acercándose en intimidad a quien le busca. 

Después de Abraham Dios bendijo a Isaac, pero era necesario que Isaac habitara junto a ese Pozo donde Dios se mostraba, como el Rajlai-Roi, el Dios que me ve. 

EL Dios que puede ser visto, y que no deja de vernos, aleluya.

Era necesario que Isaac tuviera un encuentro con Dios, una revelación de su Omnipresencia, de que si le busca Dios está en ese lugar, sin lo cual no permanece en la Promesa.

Es necesario servir a Elohim (Dios) nuestro Adonai (Señor) con la certeza de que nuestras bendiciones serán heredadas a nuestros descendientes, y es necesario que nuestros hijos y descendientes moren junto al Pozo de la Salvación. Isaías 12:2 y 3

Y tenemos la seguridad, por su Palabra que Dios no abandonara a los nuestros. 

Que todo esfuerzo en enseñarles e instruirlos en la Verdad de Dios, no es en vano, que el hacer esto nos asegura vivir en la Bendición de Dios (Su presencia) y que Dios mismo continué bendiciendo a los nuestros.

Hoy es un día de recordar la Obra de Jesús, el cordero de Dios por nosotros, su sacrificio y su entrega, para dejarnos su salvación eterna, junto a la cual podemos morar. 

Estamos viviendo en ÉL, Él es nuestro pozo de Salvación, y  cuya Presencia es viviente, y real, Él nos está mirando siempre, y nos promete un Después, una continuación, algo que no se terminará en ti o en mí sino que continuará como continuó en la descendencia de Jesús, cuando se entregó en la Cruz, y nos vio, nos vio cuando aún no habíamos nacido, ¡¡aleluyaaa!!!

Toma esta palabra, y no ceses en tu trabajo, siembra, planta, riega, porque lo que viene sobre ti y los tuyos es ¡Tremendoooo!

El es el Dios que te ve, ve todo lo que te pasa, ve todo y no dejará de bendecirte en cada necesidad. 

Hoy recordamos para renovarnos en ese Nuevo Pacto hecho con su Sangre por el cual heredamos las promesas de Dios hechas a Abraham, en Cristo Jesús, la simiente bendita.

Oramos al Dios del después, dándole Gracias!! porque todavía hay un mañana, hay una esperanza, podemos edificar, podemos planear, podemos porque Dios nos dice que: - Lo que tú no termines, Yo tu Dios,  lo continuaré en tus hijos, en tu descendencia, ¡ Yo soy quien los bendeciré!

Dios te bendiga

Pastora Sara Olguín.

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