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AQUEL QUE NOS AYUDA!

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Salmo 121:                              1- Al contemplar las montañas me pregunto: "¿De dónde vendrá mi ayuda? 2-Mi ayuda vendrá del Señor, creador del cielo y de la tierra. Este Salmo es el segundo de quince Salmos que comprenden del 120 al 134, y se les llama en hebreo "Canto gradual" o "canto de las subidas" : Su título se debe a que eran cantados por los peregrinos que subían a Jerusalén , especialmente en las tres grandes fiestas del pueblo judío ( éxodo 23:14-17) ¿Saben que Jerusalén está a más o menos 750 metros sobre el nivel del mar y ellos debían subir por tipos de gradas o escalones? Imaginémosle subiendo para llegar allí.  ¿Cuánto tiempo les habrá insumido?  ¿Cuántas cosas habrán ocurrido mientras iban allá?  ¿Cuánta fatiga? ¿Cúantas veces habrán quedado sin aire? ¿Y cuando subían en familia?  Porque ellos no eran de tener un solo hijo por familia, como vemos aquí en Italia, o Europa ¡ no! Más hijos tenían, más felices y bendecid

DIOS QUIERE MOSTRARTE SU ROSTRO

                                                                                                               

"A quienes buscan el Rostro de Dios, Dios les hace conocer sus caminos.

Quienes solo buscan las Obras y sus milagros no llegan a conocer a Dios."


Salmo 103:7- "A Moisés dio a conocer sus caminos, y a los hijos de Israel, sus obras."

Salmos 78:11 "Sino que se olvidaron sus obras, y los milagros que les había mostrado."

Los que no buscaron su Rostro, vieron sus obras y sus milagros pero olvidaron tanto uno como lo otro.

¿Por qué quiere Dios que busquemos su Rostro, entonces?

Porque somos muy propensos a olvidarnos de sus Obras y de sus maravillas, aunque ¡éstas sean tan grandes como aquel Mar abierto para escapar de los Egipcios!

Éxodo 33:11-Y acostumbraba hablar el SEÑOR con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Cuando Moisés regresaba al campamento, su joven ayudante Josué, hijo de Nun, no se apartaba de la tienda.

¡Dios hablaba con Moisés abiertamente, compartiendo con él sus planes, sus intereses, su sentir!


Moisés no vio el rostro de Dios específicamente dicho. La expresión hebrea cara a cara, es en efecto, el hablar entre amigos, que se dicen las cosas sin esconder nada uno al otro.

Moisés era amigo de Dios, como lo fue Abraham.

En Juan 15:15 dice

Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su
señor; 
pero os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todo lo que he oído de mi Padre.

Los que buscan su rostro, llegan a ser tan cercanos a Dios que él les llama amigos, pues les confía todos sus pensamientos. ¡Gloria a Dios!

¿Hay alguien que quiera más que nada en este mundo ser Amigo de Dios, buscar su Rostro? ¿De tal manera que llegue a una confianza poderosa en él, que llegue a verlo aunque no se pueda ver?

Éxodo 33:13 Ahora pues, si he hallado gracia ante tus ojos, te ruego que me hagas conocer tus caminos para que yo te conozca y halle gracia ante tus ojos. Considera también que esta nación es tu pueblo.

Cuando Dios le hizo conocer a Moisés sus planes, sus deseos, sus pensamientos, él podía conocer la manera de pensar y de actuar de Dios.

Lo iba viendo, Moisés llegó a decir que el se movía como viendo al que no se podía ver.

Hebreos 11:27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.

Moisés llegó a conocer tanto al Dios invisible que era como si lo veía. 

Éxodo 33:16- ¿Pues en qué se conocerá que he hallado gracia ante tus ojos, yo y tu pueblo? ¿No es acaso en que tú vayas con nosotros, para que nosotros, yo y tu pueblo, nos distingamos de todos los demás pueblos que están sobre la faz de la tierra?

Ese hablar cara a cara con Moisés le acercaba de tal manera que él podía pedir sin temor, que la Presencia de Dios los acompañe, los separe y muestre que había una notable diferencia entre ellos y todo el resto de los pueblos que estaban sobre la faz de la tierra.

Cuando tú ves el Rostro de Dios, la Gloria de Dios se manifiesta sobre tu vida, y te distingue de todos los demás. Cuando la Iglesia ve el rostro de Dios, la Gloria de Dios se manifiesta en ella y se distingue de todos los demás, porque está llena de su Luz, porque su camino es diferente al del resto, y la Santidad de Dios está en ella.

Ahora, es muy importante definir en nuestros corazones que deseamos de Dios, ¿ si conocerlo o si solo queremos obtener lo que él nos promete al salvarnos, su ayuda, sus bendiciones, sus milagros?

En Éxodo 33:11 dice que Dios acostumbraba, era una costumbre no del hombre sino de Dios, de hablar cara a cara con Moisés.

Así recordamos que también era una costumbre de Dios pasear por el huerto y hablar con Adán.

Génesis 3:8-Y oyeron al SEÑOR Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del SEÑOR Dios entre los árboles del huerto. 9- Y el SEÑOR Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás?

Quiero que sepas que Dios habla cara a cara, Dios no se esconde para hablarte a ti, ni a nadie.

Si Dios tiene algo que decirte te va hablar, aleluya.

Y para hablar te va a llamar. Te va a dar cita en un lugar.

Una cosa es que tu lo llames, pues lo llamas cuando estás en problemas, otra es cuando Dios te llama, porque quiere verte, porque ahí en el lugar que él elige te hablará como a un amigo, a los amigos se les habla sinceramente, eso quiere decir cara a cara. Se les cuenta todo.

¡Es el hombre que se esconde de Dios!

Es el hombre que no puede mirar cara a cara a Dios, ¡no puede pararse frente a Dios y hablarle!

Cuando dice hablar cara a cara, no es verlo. Moisés no veía sino su Gloria, los discípulos no vieron al Padre sino a Jesús, cuando Jesús los llevo a Pedro, Santiago y Juan ellos vieron su Gloria. Era tanta la luz de los vestidos y del rostro de Jesús que ellos no podían sino ver solo luz!

Mateo 17:2- y se transfiguró delante de ellos; y su rostro resplandeció como el sol, y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz.

La luz inaccesible, solo entran a su Luz los que son suyos. (1 Timoteo 6:16)

Debemos aprender de nuestro Padre, a hablar con el sin miedo, sin tapujos. Debemos hablar sinceramente, reverentemente pero abiertamente con él.

Debemos también hacernos la costumbre, e incorporar ese hábito divino de hablar con la gente sin escondernos en apariencias, detrás de disfraces, a no fingir, a mirar la cara de las personas, cuando alguno te habla sin mirarte es porque esconde algo (pero no lo juzgues, pide al Espíritu Santo que te revele que le sucede)

Aprende a hablar mirando a la cara, y si tú sabes que hay algo que tienes miedo que se note, ve y trátalo con Dios, ¿qué tan malo es eso? ¿Es realmente malo? ¿Te ha hecho creer el diablo que es malo? O es Dios que te dice, ¿arregla eso que estás escondiendo, conmigo?

Adán se escondió de Dios, no podía hablar con el que habla cara a cara, porque había hecho algo que rompió su comunión con él.

Pero Dios ayer y hoy está buscando hablar con el hombre cara a cara.

No importa lo que hayas hechos, Adán comió del árbol que le trajo la muerte eterna, a él como a todos sus descendientes, entre los cuales estábamos nosotros, pero aún así Dios lo llamó, y llamó a Eva a fin de que tuvieran oportunidad de confesar y arrepentirse, y volver a la comunión con él.

Dios te llama con su Santo Espíritu cuando rompes tu comunión con él, para que puedas volver a esas charlas sinceras de amigo de Dios.

No hagas como hizo Adán y Eva que transfirieron a otros su culpa y no la admitieron, no contristaron su corazón ante Dios y confesaron.

Arrepiéntete y confiesa y vuélvete en Amistad con Dios.

Job 22:21-30

Marcos 11:11- Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce.

Dios siempre está entrando, visitando, no cambió su costumbre, de venir a vernos.

Dice que Jesús entró en Jerusalén y al primer lugar que fue es al Templo.

Cuando él viene entre nosotros el primer lugar que visita es tu corazón, mi corazón, y lo examina.

Dice que él entró en el templo y miró todo alrededor:

• Tal vez esperando que alguno lo invitara a pasar la noche a su hogar, porque ya anochecía, pero dice que luego tomó a sus 12 discípulos, que habían ido con él, y se fue a Betania.

• -Tal vez buscando a alguien que no halló (en efecto tal vez la encontró en la casa del Fariseo Simón. Dice en Mateo 26:6 -Y hallándose Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, 7-se le acercó una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso, y lo derramó sobre su cabeza cuando estaba sentado a la mesa)

• -Tal vez fue para evaluar si estaban preparados para recibir algo de Dios.Tal vez les quería hablar pero no pudo hacerlo porque no había uno que estuviera buscando su Rostro, sino esperando de él algún  milagro, etc.

Que triste si el Señor está viniendo aquí, y pero no encuentra en alguno de nosotros lo que está buscando, si nos está midiendo y no ve que hayamos alcanzado la medida justa para podernos impartir nos algo nuevo de sí, si nos ve que aún no estamos preparados y nos tiene que trabajar por un tiempo más.

Mateo 21:10-16

Cuando El entró en Jerusalén, toda la ciudad se agitó, y decían: ¿Quién es éste?… (No lo esperaban)

Lucas 19:41-45

Cuando se acercó, al ver la ciudad, lloró sobre ella,… (No respondió a su visita)

Ezequiel 8:9

Entonces me dijo: Entra y ve las perversas abominaciones que ellos cometen aquí.

Sofonías 1:12

Y sucederá en aquel tiempo que yo escudriñaré a Jerusalén con lámparas, y castigaré a los hombres que reposan como el vino en sus heces, los que dicen en su corazón: ``Ni bien ni mal hará el SEÑOR.

Permitamos que Dios encuentre lo que busca entre nosotros, que nos halle a la medida que él nos requiere, creemos una plataforma para que él pueda asentar su Gloria, su Presencia y su Santidad.

El debe encontrar primero que nada, que estamos buscado su Rostro, como iglesia, que estamos pidiéndole ver su Gloria, que estamos alineándonos a la Santidad con la cual nos ha revestido.

¿Qué es la Unidad?

1 Corintios 1:10

Os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos os pongáis de acuerdo, y que no haya divisiones entre vosotros, sino que estéis enteramente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer.

¿Cuál es ese mismo sentir y el mismo pensar?: El deseo de buscar el Rostro de Dios, para manifestar su gloria, y vivir en su Santidad.

Salmo 27:8 y 9

8-Cuando dijiste: Buscad mi rostro, mi corazón te respondió: Tu rostro, SEÑOR, buscaré.

9 -No escondas tu rostro de mí;

Ante todo lo que David estaba pasando, necesitando, sufriendo o batallando Dios le dijo: busca mi rostro. Y David le dijo: Sí, lo haré.

Hoy Dios como una Iglesia, que ora pidiendole estrategias, que ora pidiéndole su intervención ante lo que está pasando, que ora pidiéndole su Gloria, él nos responde: Busquen mi Rostro, en el mismo sentir y pensar, en una unidad sin división por los deseos personales. Dejen sus deseos particulares fuera, pues si me buscan me hallarán, me dejaré encontrar, y les hablaré cara a cara, les mostraré mi gloria y vivirán en mi Santidad,por lo que me Verán, y yo les mostraré mis caminos y haré en medio de vosotros mis Obras y milagros portentosos.

Oremos: Padre solo en Cristo hemos podido conocerte, pues Él es nos dio a conocer tu Gracia y tu bondad, solo en Cristo podemos oír lo que tú quieres hablar a tu pueblo, y nosotros queremos responder a tu llamado en este tiempo de tanta confusión de rostros y de voces, para encontrarte, para verte, y no solo verte sino oírte a ti, oír tu corazón, oír tu voz, como Dios y como Padre que nos manifieste su soberana voluntad a través de su Hijo Jesús. ¡En el Nombre de Jesús, Amén!

Dios te bendiga


Pastora Sara Olguín


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