Los voluntarios de Corazón, son gentes poderosas, son gentes que logran cambiar las circunstancias, revertir el mal, tocar los corazones más malos, y transformar las vidas de los otros.
Gloria a Dios por ellos. ¿Eres tú uno de esos?????
Filipenses 2:13 “porque es Dios el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad.”
Éxodo 35:21a- "Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad."
· Éxodo 25:1-9 "Dios impulsa pero tu corazón decide "
Éxodo 35: 22- Vinieron Hombres y Mujeres. Todos Voluntarios de Corazón.
2 Corintios 9: 7- “Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre. 8 -Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para vosotros, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abunde para toda buena obra”
A los que dan alegremente (despreocupados por el “que hago mañana”) Dios lo hace abundar (que tengan en todo suficientemente) en toda Gracia. ( aptitud, talento) ¿Con qué propósito?
Para que hagan más buenas obras
Dios no quiere detenerte sino estimularte a más,¡ Aleluya!
Éxodo 35: 22- ¿por qué traían estas ofrendas en oro, y demás?
Porque Dios Espíritu Santo había hablado al corazón de ellos, de traer lo que ya le había sido dado por Dios.
¿Cómo y cuándo se los dio?
Éxodo 12: 35 y 36 -Poniendo la voluntad a los egipcios de darle todo lo que ellos le pidieran, por orden de Dios.
- Lo que Dios da o pone en tu vida tiene un destino, un propósito: Él.
- Es para Dios primero, y antes que nada. ¿Dónde pusiste tú lo que Dios te dio, primero?¿En Él, en ti?
Éxodo 32: 2-4 ¿Qué hicieron ellos, con el Oro y las piedras preciosas que Dios le dijo, tomaran de los egipcios? Se hicieron sus propios dioses.
- Aquellas cosas que recibimos de Dios, si no las ponemos a sus pies, si no se las damos primero a él, se transformaran en nuestros propios dioses, nuestros tropiezos delante de Dios.
· Dios quiere y busca Voluntarios de Corazón, para él.
Cuando tú lo pones a él, antes que a tu vida, antes que a tu familia, antes que a tu trabajo, antes que a tu dinero, antes que a tus deudas, etc, Dios puede trabajar con tu corazón, y darte más abundantemente, para que sigas haciendo más buenas obras, ¡recuérdalo!
Éxodo 35: 23 -24 Todo el que tenía algo.
¿Pero algo de qué? ¿De aquello que a ellos se les ocurriera?
No, de lo que Dios había pedido a través de Moisés estimulando sus corazones.
Éxodo 35: 25-26 Y aquí también vemos a las mujeres, todas las que eran sabias con sabiduría de Dios, no de la sabiduría egipcia, cuyo corazón “las impulsó” a hilar con sus manos.
Dios impulsa nuestro espíritu
No la mente, no la razón, no la lógica.
La lógica, la razón siempre te mantendrá inútil, infructífero, estéril para Dios, y sin Buenas Obras, y matará la Voluntad del Corazón.
Mira, que no dice la voluntad mental, el mundo habla y trabaja sobre y en los pensamientos, Dios nos trabaja desde el espíritu la voluntad de nuestro corazón, cuando se lo rendimos. ¡Aleluya!
Éxodo 35: 29. Resultado: Todos dieron.
Todos, los de corazón voluntario.
Lo que le des al Señor, debe venir desde ese lugar.
Si viene de otro lugar, será fingido, forzado, carnal.
- La voluntad es movida por Dios, pero podemos resistir a la misma.
- Dios pone estímulo, nosotros voluntad.
Si leemos la obra del tabernáculo fue perfecta en construcción, en dirección y en unidad (todos aportaron algo de lo que tenían) porque el Espíritu Santo era quien los impulsaba y estimulaba.
Cuando se carece de esa unidad, es porque alguno de todos está contrariando ese estímulo, no pone voluntad en ello, sino que lo está haciendo obligado, fingidamente, o a su manera, por sus intereses o avaricia.
Ciertamente que la obra se hará, que lo que se debía concretar o realizar se hará, pero no habrá esa perfección, es decir no estará Dios, honrado y satisfecho.
Santiago 3:13- “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Que muestre por su buena conducta sus obras en mansedumbre de sabiduría. 14- Pero si tenéis celos amargos y ambición personal en vuestro corazón, no seáis arrogantes y así mintáis contra la verdad”
Cuando lo que se da: servicio, tiempo, etc., se da con celos, amargura, o ambiciones personales, Dios no puede reinar, esas obras no son buenas.
· Las obras no son buenas porque se hagan, para la Iglesia, a los pobres, o para Dios. Las Obras son buenas cuando se hacen en Cristo, y con VOLUNTAD DE CORAZóN.
Esto puede pasar donde dos o tres hijos de Dios estén haciendo algo para Dios, por ejemplo, en mi matrimonio, que es para Dios, en mi familia que es para Dios, en mi trabajo que es para Dios, o en mi servicio en la Iglesia que es para Dios, como también en mi intimidad con Dios, que es para él.
Si todo esto yo lo hiciese sin VOLUNTAD que obedezca el ESTÍMULO de Dios en mi corazón (el querer como el hacer) aunque tenga apariencia de buena Obra, no será acepta a Dios.
No podemos decir que "no podemos" ser buenos esposa/os, compañera/os, madres o padres, o hijos, si nuestro corazón verdaderamente le pertenece al Señor, si se lo hemos rendido, cada día a él, así dice en Filipenses 2:13- “porque es Dios el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad.”
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Nuestro matrimonio debe ser de buena construcción, donde Dios habite, porque él está en medio de aquellos que se rinden y accionan al estímulo de su Espíritu en sus corazones.
Y si es así: surgen las buenas obras para con Dios haciéndolas a mí esposa, a mi esposo, a mis hijos, a mis vecinos, hermanos, amigos, y enemigos.
Surgen: no se pueden detener, porque el Poder de Dios, que es el que da el Hacer, es como una dinamita, explota en Bien, en Buenas Obras, en Amor! ¡Gloria a Dios!
¿Tengo problemas de relaciones?¿Tengo dificultad de comprensión familiar? ¿No logro encajar en mi congregación? ¿Hago cosas para el bien de otros y no me siento reconocido/a?
Revisa entonces con esta palabra tu corazón:
Colosenses 3:23 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”
Este versículo es realidad, cuando voluntariamente de corazón, nos movemos por el estímulo que nos da Dios, para perdonar, pedir perdón, ayudar, reconocer, complementar, respetar.
¡Es poderosísimo lo que Dios puede hacer con nosotros, en nosotros y por nosotros!
Dios te bendiga abundantemente e impulse tu corazón a hacer poderosas obras para él.
Sara Olguín.
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Dios te bendiga con su Abundancia!