¿Cómo vivir el Confinamiento como hijos de Dios?
Apocalipsis 1: 9. El Apóstol Juan por haber anunciado el mensaje de Dios confirmado por Jesús se encontraba confinado, en la isla de Patmos, esta isla era una prisión.
(Confinamiento: recluir a alguien dentro de límites de una residencia, propia o ajena.)
Hoy casi, podemos entender lo que podría sentir cada día en ese lugar nuestro hermano Juan, a causa de lo que estamos experimentando en el Confinamiento por el Coronavirus de este apenas iniciado año 2020.
La libertad es lo más preciado por el hombre que carece de ella, es más, muchos conocen de nombre la libertad, pero no entienden qué es ser libre.
Algunos pensamos que es el poder ejercer nuestros derechos, otros piensan que es decidir en todas las cosas sin que tenga que considerar la decisión del Otro.
Otros piensan que la libertad se trata de moverse sin ninguna restricción dentro de un lugar, ciudad o país, algunos más creen que se trate del poder adquisitivo o total sobre todos el resto.
La libertad esta definida como: Facultad y derecho de las personas para elegir de manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad.
¿Pero realmente se es libre? ¿Somo libres?
Podemos serlo en lo físico pero no tener esa facultad de elección emocionalmente; podemos serlo en lo físico y aparentemente en lo emocional pero carecer de la verdadera y completa libertad que comprende las tres áreas del hombre: espíritu, alma y cuerpo.
Jesús nos dio la Verdadera libertad. (San Juan 8:32)
Ante ella, hemos recuperado la facultad y el derecho de elegir con total entendimiento lo que es bueno, agradable y perfecto para nosotros, porque el Padre nos libertó a través de la Obra redentora de Jesús en la cruz, trasladándonos del reino de las tinieblas al reino de su amado Hijo Jesús (Colosenses 1:13)
El Apóstol Juan fue encarcelado y confinado a vivir sin la facultad ni el derecho de elegir donde ir, cuándo, dónde, cómo, solo por su Fe y el mensaje que comunicaba.
Nosotros estamos confinados por causa de un virus que está llevándose antes de tiempo a una Generación que aparentemente esta llegando al tiempo de su partida de esta tierra, pero eso no significa que tengan que morir ante de ese tiempo; estamos confinados para salvaguardar, humanamente, al resto de la humanidad; estamos confinados por que el hombre no puede controlar de otra manera lo desconocido.
Yo quiero animarte y animarnos con esta reflexión: el Apóstol Juan sabía que nada, ni aún la lejanía de todos y todo lo conocido podía aprisionar su espíritu: ÉL era libre verdaderamente en su amado Dios y Salvador Jesucristo.
A nosotros se nos entregó la libertad conquistada por Jesús, es tiempo que sepamos usarla de la manera que los ejemplos bíblicos nos muestran.
No ignoremos que somos libres en nuestros espíritus ya de toda esclavitud del Príncipe de la potestad del aire (Efesios 2:2), de toda naturaleza pecaminosa (romanos 8:2) de toda esclavitud mental (mente renovada romanos 12.2) a fin de entregar en Jesús la libertad a los nuestros, confinados con nosotros, y que aún no gozan de la misma.
Oremos y aprovechemos toda circunstancia en la cual Dios permite ser introducidos.
En Apocaplisis 1: 13-18 Juan confinado en la prisión de la isla de Patmos vio a Jesús quien le dijo:- Yo tengo las llaves del reino de la muerte (versículo 18)
No es el Coronavirus quien tiene las llaves del reino de la muerte sino JESUCRISTO, NO MORIREMOS ANTES DEL TIEMPO ACORDADO, NO MORIRÁN LOS QUE NO TIENEN QUE MORIR, NO TEMAMOS SINO QUE ANDEMOS EN LA LIBERTAD DEL ESPÍRITU VIVIFICADO!!
Usemos el confinamiento para buscar en espíritu al Señor y su Gloria, y no tengo duda que él se nos revelará en toda su Grandeza y Señorío!!
Juan dijo: -¡¡Confinado en Patmos Yo vi a Jesús!!! Gloria a Dios (parafraseado por mí), no hay lugar de encierro que no te permita ver a Jesús!!!
Dios te bendiga, anime y liberte!
Pastora Sara Olguín
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