Éxodo 3: 1 al 4 “Sed
una Zarza ardiendo”
Versículo 1-Dios vio a Moisés apacentando las ovejas de otro. Había llegado el
tiempo del llamamiento de Moisés, por Dios.
Dios lo encontró yendo por el camino
del desierto, y llegando hasta Horeb, monte de Dios.
Este es el monte del llamamiento, primero fue
con él.
En este caso Dios vio que Moisés iba hacia el camino del desierto al
Monte, donde él lo estaba esperando para llamarlo, para que después Moisés, lo hiciera así como a esas ovejas, con todo su pueblo, hasta el Monte del llamamiento.
Dios llama primero a Uno, un hombre, una
mujer, para después llamar a toda una familia, a toda una ciudad, a todo un
pueblo.
Ese es el camino que has hecho tú,
que hice yo, del Desierto al Monte del Llamamiento.
Todos son llamados, pues
todos venimos caminando por el Desierto (mundo) para llegar al Monte, Dios
busca hombres, mujeres que ayuden a otros a llegar al Monte del llamamiento.
Ésos son los reconciliadores, los que tienen el ministerio de la
reconciliación.
2 Corintios 5:20 “Por
tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros;
en nombre de Cristo os rogamos: ¡Reconciliáos con Dios!”
Estos son los embajadores.
Y a quien va en nombre de otro, no le puede faltar nada. Son provistos por su
gobierno, por su rey.
Estos embajadores son:
Los que acercan a los hombres al monte, los que los llevan para que,
escuchando el llamado de Dios, ellos tomen su decisión.
-Dice que en el Monte de Sinaí, les habló, les dio su Ley, les invitó a entrar en
su Pacto.
- Hoy el Monte de Dios, es la Iglesia, allí
aquellos que vienen del desierto traídos por ti, escuchan el llamado a salir
fuera, a pertenecer a esa Asamblea de congregados que han salido del mundo, y
son apartados por el Nuevo Pacto y la sangre del cordero para Dios.¡Aleluya!
-Dios, primero dejó que Moisés
conociera el camino llevando las ovejas de otro, su suegro, para que después
llevara a sus ovejas.
- Te preguntas porque tuviste que pasar por el
camino del desierto, del dolor, de las pérdidas, del sufrimiento, del rechazo,
del pecado, para llegar al Monte de Horeb, para que conociendo el camino,
pudieras, y quisieras como embajador de
Cristo, como testigo de Jesús, llevar a otros hacia ese Monte.
En el Monte del llamamiento: Beberás
agua para calmar tu sed, porque él es la Peña de Horeb Éxodo 17:6
Allí oirás su voz. Éxodo 34
Allí renovarás tus fuerzas, como Elías
1 Reyes 19:8
Versículo 2-¿Y cómo
lo llamó? Se le apareció. ¿ De qué manera? En una Zarza.
Un insignificante arbusto, que no le
llama la atención a nadie, porque allí abundan y son todos iguales. Pero Dios
se puso en medio de esa zarza, y la zarza ardió.
- Si el fuego del Espíritu Santo no está en
medio de tu corazón, no arderás. Y si no ardes no dejarás de ser una zarza más,
insignificante, en medio de tantas otras iguales a ti.
El fuego del Espíritu Santo viene para hacer
sobresalir. No por tus méritos, no por tus logros sino por su poder.
Hechos
1: 8 “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu
Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo
último de la tierra.”
Lucas
24: 48 “Y vosotros sois testigos de estas cosas”
- Fue ese fuego que no se extinguía en
la zarza, lo que llamó la atención a Moisés, no la zarza, sino el fuego.
Un fuego, que no se apagará aunque
pases pruebas, aunque estés en lucha, aunque te persigan, aunque te dejen solo,
no se apagará, solo tú puedes apagarlo ¡No apaguéis ni entristezcáis al Espíritu de Dios! Efesios 4:30 / 1
Tesalonicenses 5:19
- Mira la Zarza es un
arbusto inútil, no sirve ni para hacer fuego, pero fíjate que el poder de Dios
la transformó, dice que el fuego no la ¡consumía!
Muchos le tienen miedo a Dios, de ser consumidos por El. OH Dios pide
demasiado. -¡Yo pedí ayuda por algo, y ahora tengo que dar más de mí!, ¡de mí
tiempo, de mí vida!. ¡Me va a consumir! Qué tremendo, el cigarrillo que te pide
más y más no nos consumía, el alcohol no nos consumía, el juego no nos
consumía, la discordia no nos consumía, pero Dios sí, ah Dios tiene que
entender que no le podemos dar todo, porque nos quedamos sin nada para
nosotros. Y deciden ser una Zarza más, igual a otras zarzas, sin fuego, sin
nada que atraiga la atención hacia Dios por ellos.
La fábula de los
árboles: Los árboles buscaron entre ellos uno que quiera ser su rey.
Jueces 9:7 al 15
“Cuando se lo informaron a Jotam, fue y se paró en la cumbre del monte Gerizim,
y alzando su voz, clamó y les dijo: Escuchadme, habitantes de Siquem, para que
os oiga Dios. 8Una vez los árboles fueron a ungir un rey sobre ellos, y dijeron
al olivo: ``Reina sobre nosotros. 9Mas el olivo les respondió: ``¿He de dejar
mi aceite con el cual se honra a Dios y a los hombres, para ir a ondear sobre
los árboles?...”
Versículo 15-Ninguno aceptó, más que la zarza, la menos indicada, la que menos frutos
daba, quiso ser rey sobre todos los árboles, quiso darles abrigo y sombra (Dios
es el único que da abrigo y sombra, Salmo 91) y a aquellos que no la aceptaran,
los devoraría con su fuego. ¡Esto es lo
que somos sin el fuego de Dios! Tratamos de imponer ideas que se nos ocurren en
el Reino de Dios, tratamos de llamar la atención de otros sobre nosotros, pero
no con el fuego de Dios, no con el Espíritu Santo dentro del corazón sino con
fuego de la carne, que mata y devora; que destruye y consume sin dejar vida.
Lo inútil del mundo, lo que era sin
un propósito llamó Dios. La zarza en
esta fábula era el único árbol sin propósito y sin un fruto para algo, pero no
obstante eso, Dios la utilizó con su fuego ardiente, y la transformó en algo
especial, al punto de llamar la atención de Moisés. Solo Dios puede darte el
sentido y el propósito en tu vida, y solo su fuego hace que tu vida sea de
atracción a los que te rodean.
1 Corintios 1: 26
-“Pues considerad, hermanos, vuestro llamamiento; no hubo muchos sabios
conforme a la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27-sino que Dios ha
escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido
lo débil del mundo, para avergonzar a lo que es fuerte; 28-y lo vil y
despreciado del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para anular lo que es;…”
Conclusiones:
- Dios conoce tus limitaciones, y no
cuenta con ellas, sino con su poder en ti.
- El más inútil en las manos de Dios y
con la pasión del Fuego de Dios se convierte en la Zarza que detiene a los que
van del desierto al Monte.
- Es necesario que hayas visto la Zarza
ardiendo. Pues después comprenderás que no era la zarza sino el fuego de Dios
en ella, la que te llevó hasta el Monte.
- Es necesario que recibas el fuego de
Dios en medio tu corazón, de tu vida, para que impactes a otros, que van del
desierto al Monte.
- Es necesario que sepas que sin ese
fuego no eres más que una insignificante zarza, igual a todas las otras, pero
que fuiste transformada en una Curiosidad de Dios para llevar a los que se
detengan a mirarte, al fuego de Dios.
- Es necesario que arda en ti el fuego,
y que no lo apagues.
- Es necesario que comprendas que no
puedes ser el Rey sino el embajador, quien reconcilia a los que van del
desierto al Monte, con Dios.
Dios te bendiga. Pastora Sara Olguín
saludos ,maraillosa es la palabra del señor ,y delos q se dejan usar esto lo necesitamos el fuego del espiritu santo
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