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LA ESPERA EN EL APOSENTO ALTO

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  El secreto de lo que sucedería en el Aposento Alto, estaba en la Espera. Hechos 1: 4 Cuando todavía estaba con los apóstoles, Jesús les advirtió que no debían irse de Jerusalén. (Les dio la palabra cuando estaba con ellos, ¿para qué se las dio? Para que pudieran tener confianza en él, mientras el volvía. Para que supieran que él ciertamente volvería, si esa promesa se cumplía entonces ellos debían confiar ciegamente en su regreso) Les dijo – Esperen a que se cumpla la promesa que mi Padre les hizo, de la cual yo les hable (Lucas 24:49) Hechos 1:5- Es cierto que Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo . La espera es el método de Dios, para aprobar o desaprobar, para acercar o separar, para llamar o alejar. Dios les había dado la Promesa, no de que sería restablecido el reino de Israel sino de lo que él Padre sabía que tenían que recibir para poder anunciar desde Jerusalén hasta lo último de la tierra, lo que había ...

UNA MANERA DE PENSAR VENCEDORA.




Cantar de los Cantares 1: 5- “Morena soy, pero hermosa, hijas de Jerusalén; morena como las carpas de Cedar, hermosa como los pabellones de Salmá. 6-No se fijen en mi tez morena, ni en que el sol me bronceó la piel. Mis hermanos se enfadaron contra mí, y me obligaron a cuidar las viñas; ¡Y mi propia viña descuidé!

La Sulamita dice: -es verdad que perdí el blanco atractivo de mi piel, es verdad que parezco solo un objeto de uso como las carpas de Cedar, pero yo sé: que soy hermosa.
Yo veo aquí, a una mujer que se vio obligada por sus parientes, por el destino, por las circunstancias que le vinieron en suerte, a tener que dedicarse a cuidar a otros, a trabajar por otros, pero que no perdió su autoestima.
Que no por no haber podido concretar sueños y etapas en su vida, se desvalorizó.
 No perdió el sentido de la verdadera belleza, y de su verdadero valor.
El pensar de esta manera le hizo actuar de una manera diferente y vencedora, porque no perdió: el fruto de su sacrificio.
Tal vez naciste en medio de las peores circunstancias, fuiste signada por la peor familia, a los peores padres,  o tuviste que acompañar a un marido enfermo. Lo que sí quiero decirte, es que si no quieres perder los resultados de ese sacrificio o de esa entrega, debes tener esta manera de considerarte a ti misma.

¡Debes considerarte valiosa, recuperarte a ti misma, y a tu vida (tu viña) enriquecida por el mismo sacrificio de entrega, que aparentemente pudiera haberte dañado! 
Dios te bendiga. 
Pastora Sara Olguin
Artículo escrito para la Revista EsterMagazine
Derechos de Autor Reservados-















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