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PORQUE HAS OÍDO MI VOZ

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Si somos capaces de darle todo a Dios,     Él nos dará mucho más de lo suyo. Él nos dio mucho más de lo que nosotros somos  capaces de darle, Él nos dio a su Hijo y en su Hijo, nos ha dado todo. Romanos  8:32 " El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?" Si somos capaces de obedecer tan solo al oír su voz, la recompensa de Dios nos sorprenderá. Hebreos 11:6  Nosotros oímos pero necesitamos señales, porque tememos equivocarnos. Abraham, solo oyó una voz y obedeció, no una vez sino tantas, cada paso de Abraham respondió a oír y obedecer la Voz de Dios. En Génesis 22:12 dice: Ahora sé, que tienes temor de Dios, porque no te negaste a darme a tu único hijo. Cuanto más oímos y obedecemos algo extraordinario acontece dentro de nuestro nuevo ser, va llenandose del temor de Dios no solo de Fe para creer, sino de Fe para obedecer, a causa del Temor de Dios que también va crecien...

LIBERTAD PARA BEBER

Ester 1:8 "Y la bebida era según esta ley: Que nadie fuese obligado a beber; porque así lo había mandado el rey a todos los mayordomos de su casa, que se hiciese según la voluntad de cada uno."

El rey Asuero en su generosidad real, ofrecía de su vino a TODOS. 

¿Quienes sin obligación, pero en libertad podrían no querer gustar de este vino real?

Ricos y pobres; príncipes o plebeyos, podían acercarse sin temor, y gratuitamente beber del mismo. 

¿Quién despreciaría esta única oportunidad de saborear en su paladar y beber cuanto quisieran de este costoso y no común vino?
 Pienso que ninguno.

Sin embargo en Juan 7:37 El verdadero Rey invitó, también en el último y gran día de la fiesta, a que todos los que tuviesen sed, vengan a él, y gratuitamente y sin medida bebieran del agua que saciaría eternamente la sed de todos ellos y a diferencia de producirse un rebozo de gritos de júbilo y alegría, sus palabras trajeron división entre la gente (S Juan 7:40).


No es la generosidad, la gratuidad, o la abundancia lo que ocasionará división, duda o incredulidad, sino las palabras que provienen de la Verdad.


Dos reyes, dos reinos, el mismo ofrecimiento: Alegraos y bebed con libertad! 


Uno de ellos produjo algarabía, el otro rey cuando habló trajo conflicto entre la verdad y la mentira, despertando los deseos de matarle.

La Verdad aunque se nos acerque con abundancia, gratuitamente y sin obligación produce:  entrega o exasperación, en quienes la recibimos.


 Tengámoslo presente! 
¡Bendiciones plenas y abundantes de nuestro Rey!
 Sara Olguín

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