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LA ESPERA EN EL APOSENTO ALTO

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  El secreto de lo que sucedería en el Aposento Alto, estaba en la Espera. Hechos 1: 4 Cuando todavía estaba con los apóstoles, Jesús les advirtió que no debían irse de Jerusalén. (Les dio la palabra cuando estaba con ellos, ¿para qué se las dio? Para que pudieran tener confianza en él, mientras el volvía. Para que supieran que él ciertamente volvería, si esa promesa se cumplía entonces ellos debían confiar ciegamente en su regreso) Les dijo – Esperen a que se cumpla la promesa que mi Padre les hizo, de la cual yo les hable (Lucas 24:49) Hechos 1:5- Es cierto que Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo . La espera es el método de Dios, para aprobar o desaprobar, para acercar o separar, para llamar o alejar. Dios les había dado la Promesa, no de que sería restablecido el reino de Israel sino de lo que él Padre sabía que tenían que recibir para poder anunciar desde Jerusalén hasta lo último de la tierra, lo que había ...

LIBERTAD PARA BEBER

Ester 1:8 "Y la bebida era según esta ley: Que nadie fuese obligado a beber; porque así lo había mandado el rey a todos los mayordomos de su casa, que se hiciese según la voluntad de cada uno."

El rey Asuero en su generosidad real, ofrecía de su vino a TODOS. 

¿Quienes sin obligación, pero en libertad podrían no querer gustar de este vino real?

Ricos y pobres; príncipes o plebeyos, podían acercarse sin temor, y gratuitamente beber del mismo. 

¿Quién despreciaría esta única oportunidad de saborear en su paladar y beber cuanto quisieran de este costoso y no común vino?
 Pienso que ninguno.

Sin embargo en Juan 7:37 El verdadero Rey invitó, también en el último y gran día de la fiesta, a que todos los que tuviesen sed, vengan a él, y gratuitamente y sin medida bebieran del agua que saciaría eternamente la sed de todos ellos y a diferencia de producirse un rebozo de gritos de júbilo y alegría, sus palabras trajeron división entre la gente (S Juan 7:40).


No es la generosidad, la gratuidad, o la abundancia lo que ocasionará división, duda o incredulidad, sino las palabras que provienen de la Verdad.


Dos reyes, dos reinos, el mismo ofrecimiento: Alegraos y bebed con libertad! 


Uno de ellos produjo algarabía, el otro rey cuando habló trajo conflicto entre la verdad y la mentira, despertando los deseos de matarle.

La Verdad aunque se nos acerque con abundancia, gratuitamente y sin obligación produce:  entrega o exasperación, en quienes la recibimos.


 Tengámoslo presente! 
¡Bendiciones plenas y abundantes de nuestro Rey!
 Sara Olguín

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