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LA ESPERA EN EL APOSENTO ALTO

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  El secreto de lo que sucedería en el Aposento Alto, estaba en la Espera. Hechos 1: 4 Cuando todavía estaba con los apóstoles, Jesús les advirtió que no debían irse de Jerusalén. (Les dio la palabra cuando estaba con ellos, ¿para qué se las dio? Para que pudieran tener confianza en él, mientras el volvía. Para que supieran que él ciertamente volvería, si esa promesa se cumplía entonces ellos debían confiar ciegamente en su regreso) Les dijo – Esperen a que se cumpla la promesa que mi Padre les hizo, de la cual yo les hable (Lucas 24:49) Hechos 1:5- Es cierto que Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo . La espera es el método de Dios, para aprobar o desaprobar, para acercar o separar, para llamar o alejar. Dios les había dado la Promesa, no de que sería restablecido el reino de Israel sino de lo que él Padre sabía que tenían que recibir para poder anunciar desde Jerusalén hasta lo último de la tierra, lo que había ...

SEMILLAS DE UNA SOLA CLASE




Levítico 19:19b "...tu campo no sembrarás con mezcla de semillas, y no te pondrás vestidos con mezclas de hilos"

A veces pasamos por alto ciertas enseñanzas de la palabra porque nos es difícil aplicarlas en nuestra vida.

 Por ejemplo, esta frase, muchos la hemos leído sin meditarla, porque pensábamos que serían más  para quién trabajara el campo; sin embargo todos tenemos algo que sembrar en nuestro matrimonio, familia, trabajo...
 Así que esta palabra es muy buena de tener en cuenta por ejemplo: en la pareja.
Allí vemos: un marido y su mujer; uno tira la semilla de la queja y el otro de la alabanza, una siembra amargura y el otro pone semillas de alegría; uno siembra semillitas de gratitud y el otro semillones de insatisfacción.


 ¡Qué importante que es saber antes de comprar el terrenito o la casa para casarse, que semillero tiene el futuro cónyuge, porque después cuando se empiece a recoger la siembra o cosechar, será tarde!
La palabra en 1 Samuel 25:3 " Y aquel varón se llamaba Nabal, y su mujer, Abigail. Era aquella mujer de buen entendimiento y hermosa apariencia, pero el hombre era duro y de malas obras; y era del linaje de Caleb" 

 Esto último viene agregado como si fuera un colmo, porque este hombre Nabal, descendía de un linaje de fe, la cual le faltaba.
 Pero miremos este tipo de matrimonio que se da aún en tantos de nuestros conocidos.
 Un hombre terco que sembraba: terquedad, obstinación (como ídolo e idolatría, es la obstinación dice 1Sam 15:23) y una mujer, que sembraba gozo, a pesar de los dolores y tristezas, que le causaba su esposo. Esta mujer Abigail no dejó, con las fuerzas del Señor de sembrar su alegría, entre los suyos.
 El resultado lo encontraremos en la biblia, como también lo podemos ver en la actualidad cuando se cosecha en esos tipos de personas que formaron con su siembras este tipo de hogares: conflictivos y confusos.
Muchos diríamos: -Ok, pero Abigail fue recompensada y a Nabal, Dios lo quitó del medio.
 Pero esa no es la voluntad de Dios. Ni  tampoco lo es el divorcio, ni que el juicio caiga sobre uno de ellos, no!.
 Dios nos advierte que primeramente examinemos bien las actitudes cotidianas de nuestro futuro cónyuge, porque se puede trabajar en ellas para cambiarlas, antes de trabajar para comprar, el terrenito del dulce hogar  que construiremos.
Es más sabio, trabajar en las semillas del corazón de cada uno.
Y si ya estamos casados, y este es nuestro caso, también hay poder de Dios para cambiar las semillas de nuestro corazón; si admitimos que así estamos dañando el futuro de lo que cosecharemos.
 Mientras dure este Hoy, dijo el Señor y nuestro corazón se humilla, tenemos esperanza y su poder salvará la cosecha de nuestra casa.
Dios te bendiga, Pastora Sara Olguín

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