ENTRADA DESTACADA

AQUEL QUE NOS AYUDA!

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Salmo 121:                              1- Al contemplar las montañas me pregunto: "¿De dónde vendrá mi ayuda? 2-Mi ayuda vendrá del Señor, creador del cielo y de la tierra. Este Salmo es el segundo de quince Salmos que comprenden del 120 al 134, y se les llama en hebreo "Canto gradual" o "canto de las subidas" : Su título se debe a que eran cantados por los peregrinos que subían a Jerusalén , especialmente en las tres grandes fiestas del pueblo judío ( éxodo 23:14-17) ¿Saben que Jerusalén está a más o menos 750 metros sobre el nivel del mar y ellos debían subir por tipos de gradas o escalones? Imaginémosle subiendo para llegar allí.  ¿Cuánto tiempo les habrá insumido?  ¿Cuántas cosas habrán ocurrido mientras iban allá?  ¿Cuánta fatiga? ¿Cúantas veces habrán quedado sin aire? ¿Y cuando subían en familia?  Porque ellos no eran de tener un solo hijo por familia, como vemos aquí en Italia, o Europa ¡ no! Más hijos tenían, más felices y bendecid

¡MI UNICO PAR DE GAFAS!






¿Quieres saber algo?
¡No hay nada más lindo que una Mujer con las gafas de Jesús!
 El es mi mejor y único par de gafas que antepongo a mis ojos para ver.
Yo vivo en una casa que tiene hermosos ventanales, y éstos fueron muy bien distribuidos en la misma.
 Y ya que la luz del sol es aprovechable durante toda su duración en el día, muy tarde hacemos uso de la luz artificial. Así que dentro de la casa no hay problema para ver todos los detalles, desde las cosas pequeñas, si no están en orden como aquellas que tienen necesidad de una limpieza, por ejemplos las cortinas, las cuales, siempre se ven bien pero con la luz del sol, llega el momento en que nosotras, las mujeres, decimos: -"Tengo que darle una lavada a estas cortinillas..." 
Nuestros maridos, ni se dan cuenta si lo hemos hecho o no, pero nosotras nos sentimos en paz con nuestras conciencia cuando lo realizamos.
 -¡Ahhhhh cómo relucen, parecen nuevas y nosotras, satisfechas!.
Sí, la luz natural como la artificial, son muy necesarias; que serían nuestras vidas, y la de todo el planeta , si no fuera por la luz del sol, que Dios creó, así también como por la de electricidad que el hombre descubrió por su Gracia.
Pero si bien mi casa es iluminada la mayor parte del día por la luz del sol así como también, al atardecer por la luz artificial de mis lámparas, fui notando que había muchas cosas que mis ojos, aún con una buena luz ya no notaban, pero me costó darme cuenta hasta que  mis hijos empezaron (¡Nada menos que ellos!) a decirme de ciertas manchitas en las cortinas, ciertas pelusas en los muebles o marcas de cristales -¡Dios mió! exclamé, ¿cómo puede ser? Yo veía como siempre, ordenaba, limpiaba y como siempre me satisfacía de ver todo impecable: cortinas, vidrios, muebles, sanitarios... Así fue como llegó el día que tuve que admitir que debía usar lentes o gafas, ya no solamente para leer, porque de hecho ya había tenido que recurrir a ellos para hacerlo, sino también para la limpieza de la casa. 
Oh! es verdaderamente incómodo lo sé, andar con este par de anteojeras, para realizar todos estos trabajos, yo me siento un poco prisionera de algo, dependiente, ya no tan libre, pero debo confesar que cuando los usé me dí cuenta que había una ¡Gran diferencia entre lo que yo veía sin ellos y con ellos!
En Lucas 11:34 dice "Tus ojos son como una lámpara para el cuerpo; si tus OJOS son buenos, todo tu cuerpo tendrá luz; pero si son malos, tu cuerpo estará en la OSCURIDAD"
Tengo reflexiones escritas sobre este pasaje de las escrituras, y he predicado de ello, pero esta vez
Dios me hizo resaltar la importancia de que mis Ojos sean buenos.
En lo que relaté al inicio sobre esa experiencia que me llevó a darme cuenta de la necesitad de ser ayudada, por algo más que la luz del sol o las lámparas con corriente eléctrica, y que eran una gafas superpuestas a mis ojos, también yo quise compartirles esto a manera de ejemplo a fin de que notáramos que, no estaba el problema :
1-En la casa, la cual estaba muy bien provista de  ventanales que gozaban de una buena disposición para recibir toda la luz solar del día.
2- En la luz
3-Ni en la oscuridad.
La luz siempre se comportará como para lo que fue creada: traer claridad, permitir ver.
La oscuridad, actuará de igual forma siempre: traer confusión, impedir ver, ocultar.
  • Pero los OJOS pueden ser afectados en su función que es la de incorporar al cuerpo: información de afuera hacia adentro del cuerpo y dará un resultado: Bueno <claro, específico, cierto, conciso,etc,> o Malo <confuso, incierto, falso, diversificado, ect.>

4- Ni tampoco estaba el problema en las personas. Yo podría haber culpado a la luz del sol, a la mala iluminación artificial, a la casa que no contaba con buena orientación de sus ventanas a la luz, etc. o a los míos, mis queridos hijos, por estar metiéndose en lo que no era su trabajo.
Así también nos pasa en la realidad, cuando empezamos a tener una percepción de lo externo distinta: mala o buena, igual o diferente, verdadera o falsa con respecto a los que nos rodean, echamos culpa al negro o al blanco, al bien o al mal, a lo justo o a lo injusto, a la razón o a la no razón y hasta a los demás, pero el asunto es, ¿cómo yo, estoy viendo las cosas que me suceden, o las que suceden a los otros de mi alrededor?
La luz será siempre luz y la oscuridad será siempre oscuridad, quiero decir, lo bueno sera siempre bueno y lo malo será siempre malo, no es que la luz se hará oscuridad, porque Dios la creó para que siempre fuese luz, hasta que El diga lo contrario, y creó la oscuridad para que siempre sea oscuridad (ausencia de luz) pero le dio ojos al Hombre,  libre albedrío para discernir, para escoger, o la luz o la oscuridad, o lo bueno o lo malo.
  Génesis 3:6 "La mujer vio que el fruto del árbol era hermoso..."
  • Es decir lo que yo soy es el resultado de aquello que mi ojo incorpora dentro.
Con esa claridad o con esa confusión yo analizaré, asumiré, incorporaré y por consecuencia manifestaré mi manera de pensar y actuar. 
A lo malo llamare bueno y a lo bueno malo, etc. Como me llegó a suceder a mí diciendo limpio a lo que no estaba limpio.
Lucas 11:36 dice  "Pues si todo tu cuerpo tiene luz y no hay en él ninguna oscuridad, lo verás todo claramente, como cuando una lámpara te alumbra con su luz"
¡Es el ojo del ser humano el responsable de dejar entrar la luz o la oscuridad dentro de sí!
  • Son esos pequeños farolitos que están en lo alto del cuerpo, delante de la cabeza del cual depende el camino que tomará el cuerpo, si es el correcto o no.

Algunas personas usan sus ojos para mirar porque les gusta hacerlo así, un poquito "en la luz" y otras "en la oscuridad".
 Entonces dentro de sí empiezan a quedar en confusión, y esa confusión las lleva a tener mala comunicación con los demás y con todo su medio ambiente o entorno.
  •  En vez cuando el ojo escoge ver en la luz, todo es claro dentro de sí, entiende y puede juzgar todas las cosas y no es juzgado por nadie (1 Corintios 2:15)

¡Dios es Luz y en él no hay tinieblas! 1 Juan 1:5
Mi casa esta en una buena posición, y está llena de luz, pero la lámpara mía (mis ojos) necesitaban ayuda para ver bien, unas simples gafas cambiaron mi vida.
La casa, el lugar donde vivimos, ¡todo! volvió después a estar limpio. Ahora, no hay nada que no se pueda ver por mis ojos, todo salta a la luz, basuritas, pelitos, polvo, manchas, ¡ah! ¡qué bueno!¡Qué bueno es Dios!
Mi familia está contenta, yo estoy contenta y satisfecha, y esto solo porque oí que los demás estaban viendo cosas que yo no veía. 
Al principio protestaba porque estuvieran metiéndose en mis cosas, pero después razoné y busqué mis gafas de leer (pensaba usarla solo para leer) y me dí cuenta que el problema eran mis ojos, me impedían ver lo que ya otros veían y lo que veía lo veía distinto a ellos: yo lo veía limpio ellos, manchados.
Y eso pequeño, insignificante durante un tiempo para la familia, empezó a ser una causa de malos entendidos, ¿quién tenía la razón, quién no la tenía?
Todo se solucionó cuando mis ojos volvieron a ver en la luz, correctamente.
 Ahora, mi opinión coincidía con la del resto de la familia; de repente dejaron de parecerme "meteretes", y entendí cuanto me amaban, amaban  su casa y actuaban en la luz ayudándome a ver lo que yo no veía. 
Así que ahora mis ojos tienen gafas casi permanentes, digo casi, porque no los uso para dormir, jaja.
¿Necesitas por casualidad un par de gafas?
Tal vez necesites a Jesús, es El quién ayuda a ver a nuestros ojos.
 Para mí El, es como las gafas de mis ojos, o los cristales para ver, como quieras, pero sin Jesús mi espíritu y mi alma dejan de ver cosas que antes pudiera haber visto, o no. 
Cosas que empañan la belleza de la vida, la manchan, la llenan de polvo, y de pequeñas basuritas, que poco a poco rompen relaciones, y hacen nacer raíces profundas de amarguras, tristezas, insatisfacciones..
¿Quieres saber algo? No hay nada más lindo que una ¡Mujer con las gafas de Jesús!
 El es mi mejor y único par de gafas que antepongo a mis ojos para ver.
 Comprueba también tú que no habrá problemas, hayas nubes, o nubarrones en tu vida, que quiten la visión de tus ojos espirituales por un momento, dentro de ti, siempre verás con claridad todas las cosas, y ¡estarás feliz!

Dios te bendiga
Pastora Sara Olguín


Comentarios

  1. Pastora Sara, excelente enseñanza, me encantó, gracias por publicarla. Qué tenga una semana bendecida en Cristo Jesús. Cariños a su familia y a su iglesia. Desde Argentina. Tere

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  2. ¡Amén pastora! Que el Señor sea nuestro par de gafas en medio de la oscuridad que nos quiera sucumbir

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  3. Querida Jo, gracias por tu participación con tu comentario, al que digo amén, no habrá oscuridad para aquellos cuya luz es Jesús y andan en él! Bendiciones de lo Alto para ti.

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