¿Quieres
saber algo?
¡No hay nada más
lindo que una Mujer con las gafas de Jesús!
El es mi mejor y único
par de gafas que antepongo a mis ojos para ver.
Yo vivo en una
casa que tiene hermosos ventanales, y éstos fueron muy bien distribuidos
en la misma.
Y ya que la luz del sol es aprovechable durante toda su
duración en el día, muy tarde hacemos uso de la luz artificial. Así que
dentro de la casa no hay problema para ver todos los detalles, desde
las cosas pequeñas, si no están en orden como aquellas que tienen
necesidad de una limpieza, por ejemplos las cortinas, las cuales,
siempre se ven bien pero con la luz del sol, llega el momento en que
nosotras, las mujeres, decimos: -"Tengo que darle una lavada a
estas cortinillas..."
Nuestros maridos, ni se dan cuenta si lo
hemos hecho o no, pero nosotras nos sentimos en paz con nuestras
conciencia cuando lo realizamos.
-¡Ahhhhh cómo relucen, parecen
nuevas y nosotras, satisfechas!.
Sí, la luz
natural como la artificial, son muy necesarias; que serían nuestras
vidas, y la de todo el planeta , si no fuera por la luz del sol, que Dios
creó, así también como por la de electricidad que el hombre descubrió por su
Gracia.
Pero si bien mi
casa es iluminada la mayor parte del día por la luz del sol así
como también, al atardecer por la luz artificial de mis lámparas, fui notando
que había muchas cosas que mis ojos, aún con una buena luz ya no
notaban, pero me costó darme cuenta hasta que mis hijos
empezaron (¡Nada menos que ellos!) a decirme de ciertas manchitas en las cortinas,
ciertas pelusas en los muebles o marcas de cristales -¡Dios mió! exclamé, ¿cómo puede ser? Yo veía como siempre, ordenaba, limpiaba
y como siempre me satisfacía de ver todo impecable: cortinas,
vidrios, muebles, sanitarios... Así fue como llegó el día que tuve
que admitir que debía usar lentes o gafas, ya no solamente para
leer, porque de hecho ya había tenido que recurrir a ellos para
hacerlo, sino también para la limpieza de la casa.
Oh! es
verdaderamente incómodo lo sé, andar con este par de anteojeras,
para realizar todos estos trabajos, yo me siento un poco prisionera
de algo, dependiente, ya no tan libre, pero debo confesar que cuando
los usé me dí cuenta que había una ¡Gran diferencia entre lo que
yo veía sin ellos y con ellos!
En Lucas 11:34
dice "Tus ojos son como una lámpara para el cuerpo; si tus OJOS
son buenos, todo tu cuerpo tendrá luz; pero si son malos, tu cuerpo estará en la OSCURIDAD"
Tengo reflexiones
escritas sobre este pasaje de las escrituras, y he predicado de ello,
pero esta vez
Dios me hizo
resaltar la importancia de que mis Ojos sean buenos.
En lo que relaté
al inicio sobre esa experiencia que me llevó a darme cuenta de la
necesitad de ser ayudada, por algo más que la luz del sol o las
lámparas con corriente eléctrica, y que eran una gafas superpuestas
a mis ojos, también yo quise compartirles esto a manera de ejemplo a
fin de que notáramos que, no estaba el problema :
1-En la casa, la
cual estaba muy bien provista de ventanales que gozaban de
una buena disposición para recibir toda la luz solar del día.
2- En la luz
3-Ni en la
oscuridad.
La luz siempre se
comportará como para lo que fue creada: traer claridad, permitir
ver.
La oscuridad,
actuará de igual forma siempre: traer confusión, impedir ver,
ocultar.
- Pero los OJOS
pueden ser afectados en su función que es la de incorporar al
cuerpo: información de afuera hacia adentro del cuerpo y dará un
resultado: Bueno <claro, específico, cierto, conciso,etc,> o
Malo <confuso, incierto, falso, diversificado, ect.>
4- Ni tampoco estaba el problema en las personas. Yo podría haber
culpado a la luz del sol, a la mala iluminación artificial, a la
casa que no contaba con buena orientación de sus ventanas a la luz, etc. o a los
míos, mis queridos hijos, por estar metiéndose en lo que
no era su trabajo.
Así también nos
pasa en la realidad, cuando empezamos a tener una percepción de lo
externo distinta: mala o buena, igual o diferente, verdadera o falsa
con respecto a los que nos rodean, echamos culpa al negro o al
blanco, al bien o al mal, a lo justo o a lo injusto, a la razón o a
la no razón y hasta a los demás, pero el asunto es, ¿cómo yo, estoy viendo las cosas que me suceden, o las que suceden a los otros de mi
alrededor?
La luz será
siempre luz y la oscuridad será siempre oscuridad, quiero decir, lo
bueno sera siempre bueno y lo malo será siempre malo, no es que la
luz se hará oscuridad, porque Dios la creó para que siempre fuese
luz, hasta que El diga lo contrario, y creó la oscuridad para que siempre sea
oscuridad (ausencia de luz) pero le dio ojos al Hombre, libre
albedrío para discernir, para escoger, o la luz o la oscuridad, o lo
bueno o lo malo.
Génesis 3:6 "La mujer vio que el fruto del
árbol era hermoso..."
- Es decir lo que
yo soy es el resultado de aquello que mi ojo incorpora dentro.
Con
esa claridad o con esa confusión yo analizaré, asumiré,
incorporaré y por consecuencia manifestaré mi manera de pensar y
actuar.
A lo malo llamare bueno y a lo bueno malo, etc. Como me llegó
a suceder a mí diciendo limpio a lo que no estaba limpio.
Lucas 11:36 dice "Pues si todo tu cuerpo tiene luz y no hay en él ninguna oscuridad,
lo verás todo claramente, como cuando una lámpara te alumbra con su
luz"
¡Es el ojo del
ser humano el responsable de dejar entrar la luz o la oscuridad
dentro de sí!
- Son esos pequeños
farolitos que están en lo alto del cuerpo, delante de la cabeza del
cual depende el camino que tomará el cuerpo, si es el correcto o
no.
Algunas personas
usan sus ojos para mirar porque les gusta hacerlo así, un poquito
"en la luz" y otras "en la oscuridad".
Entonces
dentro de sí empiezan a quedar en confusión, y esa confusión las
lleva a tener mala comunicación con los demás y con todo su medio
ambiente o entorno.
- En vez cuando el ojo escoge ver en la luz, todo
es claro dentro de sí, entiende y puede juzgar todas las cosas y no
es juzgado por nadie (1 Corintios 2:15)
¡Dios es Luz y
en él no hay tinieblas! 1 Juan 1:5
Mi casa esta en
una buena posición, y está llena de luz, pero la lámpara mía (mis
ojos) necesitaban ayuda para ver bien, unas simples gafas cambiaron
mi vida.
La casa, el
lugar donde vivimos, ¡todo! volvió después a estar limpio. Ahora,
no hay nada que no se pueda ver por mis ojos, todo salta a la luz,
basuritas, pelitos, polvo, manchas, ¡ah! ¡qué bueno!¡Qué bueno es Dios!
Mi familia está
contenta, yo estoy contenta y satisfecha, y esto solo porque oí que
los demás estaban viendo cosas que yo no veía.
Al principio
protestaba porque estuvieran metiéndose en mis cosas, pero después
razoné y busqué mis gafas de leer (pensaba usarla solo para leer) y
me dí cuenta que el problema eran mis ojos, me impedían ver lo que
ya otros veían y lo que veía lo veía distinto a ellos: yo lo veía
limpio ellos, manchados.
Y eso pequeño, insignificante durante un
tiempo para la familia, empezó a ser una causa de malos entendidos,
¿quién tenía la razón, quién no la tenía?
Todo se solucionó
cuando mis ojos volvieron a ver en la luz, correctamente.
Ahora, mi
opinión coincidía con la del resto de la familia; de repente dejaron
de parecerme "meteretes", y entendí cuanto me amaban, amaban su casa
y actuaban en la luz ayudándome a ver lo que yo no veía.
Así que
ahora mis ojos tienen gafas casi permanentes, digo casi, porque no
los uso para dormir, jaja.
¿Necesitas por
casualidad un par de gafas?
Tal vez necesites
a Jesús, es El quién ayuda a ver a nuestros ojos.
Para mí El, es
como las gafas de mis ojos, o los cristales para ver, como quieras,
pero sin Jesús mi espíritu y mi alma dejan de ver cosas que antes
pudiera haber visto, o no.
Cosas que empañan la belleza de la vida,
la manchan, la llenan de polvo, y de pequeñas basuritas, que poco a
poco rompen relaciones, y hacen nacer raíces profundas de amarguras,
tristezas, insatisfacciones..
¿Quieres saber algo? No hay nada más
lindo que una ¡Mujer con las gafas de Jesús!
El es mi mejor y
único par de gafas que antepongo a mis ojos para ver.
Comprueba también
tú que no habrá problemas, hayas nubes, o nubarrones en tu vida, que
quiten la visión de tus ojos espirituales por un momento, dentro de
ti, siempre verás con claridad todas las cosas, y ¡estarás feliz!
Dios te bendiga
Pastora Sara Olguín
Pastora Sara, excelente enseñanza, me encantó, gracias por publicarla. Qué tenga una semana bendecida en Cristo Jesús. Cariños a su familia y a su iglesia. Desde Argentina. Tere
ResponderEliminar¡Amén pastora! Que el Señor sea nuestro par de gafas en medio de la oscuridad que nos quiera sucumbir
ResponderEliminarQuerida Jo, gracias por tu participación con tu comentario, al que digo amén, no habrá oscuridad para aquellos cuya luz es Jesús y andan en él! Bendiciones de lo Alto para ti.
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