LA MANO DE PAPA

Hace casi 30 años atrás, cuando corrían los primeros días de mi conversión a Cristo y en un regreso, de una de mis primeras reuniones con la Iglesia, ocurrió esto que les contaré y que nunca, nunca he podido olvidar ni olvidaré jamás. Venía regresando tarde de la reunión y traía conmigo un cassette de música de alabanza y adoración, que me habían prestado y una de las razones por lo que quería llegar rápidamente a casa, era la de oír por primera vez toda aquella nueva y diferente, música. Así que en el auto que nos traían, veníamos cantando, orando y llorando y muy embargada por esa Presencia Gloriosa de aquella hermosa reuníon, le pedía a Dios que no me soltará, que no me dejará nunca. Luego, cuando llegando a casa, mis amigos y yo entramos, y como yo traía a mi hijito dormido en mis brazos, me dirijí hacia la habitación de mi pequeño y mis amigos fueron hacia la cocina a fin de prepararnos algo rápido para comer, ya que era muy tarde, antes de eso,...
Bendiciones Pastora Sara, es una gran bendición ser edificados en la palabra de Dios cada día. Reciba un fuerte abrazo con todo mi cariño desde mi país El Salvador Centroamerica
ResponderEliminarwww.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com
gracias por visitar mi blog.