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Mostrando entradas de junio, 2012

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LAS LLAVES DEL HIJO DE DIOS

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   ¡¡Las llaves de los Hijos de Dios, son revelaciones del reino de Dios!!! San Juan 10:9 - Yo soy la puerta del reino de Dios: cualquiera que entre por esta puerta, se salvará; podrá salir y entrar, y siempre encontrará alimento Yo soy la Puerta.   Una puerta que faltaba para entrar al Reino de Dios, al Gobierno de Dios, a la comunión con Dios, el Creador. Así también dijo Jesús Yo soy el camino que lleva al Padre ( San Juan 14:6 ) El pecado nos había alejado de Dios. Nacimos en pecado, vivíamos en pecado.  Nos extraviamos y nos perdimos. ¿Cuál era el camino para encontrar a Dios? ¿Las religiones, las buenas obras, las disciplinas espirituales, olvidarnos de ÉL? Estábamos en pecado, perdidos y la oscuridad estaba en nosotros ( Isaías 9:2- El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos) Necesitábamos Luz, necesitábamos un camino hacía la salvación, un camino que nos volviera a Dios, y la posibilidad de entrar

SOBRE TI FIJARE MIS OJOS

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Salmo 32: 8 y 9 En otro tiempo nosotros, como nuestros padres Adán y Eva, (según  génesis 3:7   "Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales" )  Teníamos los ojos abiertos para el mal y el entendimiento entenebrecido; el  dios  de este siglo, de este mundo,  Satanás  nos había vedado o enceguecido nuestro entendimiento, para que la luz de  Cristo  no resplandeciera en nuestros corazones ( 2 cor 4:4 ), pero ahora por la Gracia de Dios, tenemos luz.  Dios abrió los ojos de nuestro entendimiento, no del hombre natural, sino de aquel que fue vivificado. Ahora vemos aquello que no entendíamos,  lo comprendemos; por eso dice  el Señor, en el  versículo 8b "Sobre ti fijaré mis ojos " "Ahora te puedo mirar, ahora puedo poner mis ojos en ti; antes por tus pecados no podía, pero ahora por la sangre de Cristo, puedo mirarte y detener mis ojos en ti " ( Isaías 59:2).  Allí

NO TODO NOS AYUDA AL BIEN!

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Hay ciertas circunstancias, ciertas situaciones, que la Palabra de Dios llama: "todas las cosas" las que  parecen tener un mandato de Dios de "ayudar a los llamados conforme al propósito de Dios" a fin que ese propósito se cumpla. En el hablar del mundo, dónde no conocen la Voluntad de Dios, se ha hecho de esta frase,  portada de boca en boca por las generaciones, como un refrán de sabiduría popular, para todos los que pasan por muchas tribulaciones y al final parecen ser ayudados por la mano de Dios.  La pregunta que nos deberíamos hacer es: ¿Cómo sabemos si todas esas cosas vienen a  ayudarnos como una orden  de parte  de Dios?  Fijémonos en algo muy importante, si esas cosas no son enviadas por Dios sino que algunas veces son por causa del propósito, y otras por estar lejos del mismo, a fin de meternos dentro.  Otra sería pregunta que deberíamos hacernos es  ¿Si estamos en su propósito o en el nuestro? Creo que quién no conoce la voluntad de Dios n

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