ENTRADA DESTACADA

JESÚS ¿POR QUÉ NO ESTUVISTE AQUÍ?

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                                                                                                               San Juan 11:3- Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. Las hermanas, Marta y María,  enviaron un mensaje diciendo: ¡Señor, tu querido amigo esta gravemente enfermo! Pero nada más. ¿ Acaso le dijeron: - ¿Ven pronto? ¡No! Nosotros nos preguntamos porque no fue Jesús rápidamente a ver a su amigo, y  si bien el resto del relato nos hace entender el Plan de Dios con Lázaro y esta  enfermedad, también vemos las actitudes de “los que esperamos de Dios  grandes hechos a nuestro favor, pero muchas veces,  exigimos que lo hagan sin  que nosotros hablemos,  pidamos o le llamemos a nuestra situación, o a nuestras  vidas.” Pensamos que Dios lo tiene que hacer sí o sí porque Él dijo que nos ama. Sí, su amor es tan profundo, ancho e inextinguible que no alcanzamos a comprenderlo, pero lo exigimos. No nos preguntamos o no n

AGAR: VISTA POR DIOS







Génesis 16: 13 " Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve? "
Sabes, después de una gran aflicción algo de Dios se revela a nuestra vida. 
Después de una gran aflicción  algo del carácter de Dios se revela a nosotros y algo de su carácter aparece, en nuestras vidas como: la misericordia, la justicia, la paciencia, la mansedumbre.
La aflicción de Agar era tan fuerte que en la desesperación huyó.
Escapó del lugar seguro; de donde nada le faltaba, hacia un lugar donde nada había, sino solo encontraría  la muerte, de ella y su hijo.
Sin embargo, cuando pensó que ya no había más salida, que todo terminaría para ellos, se le apareció Dios Jehová.
Quiero que notes dónde y cuándo se le revela Jehová Dios a ella y en su vida: Cuando ya no había salida sino solo un final: la muerte. ¿Y dónde? En la soledad, cuando se alejó del lugar del conflicto, cuando salió fuera del ámbito de su aflicción, allí pudo "Ver a Dios" y ser revelada de un atributo de Dios: su Omnisciencia. 


¡Dios ve!,
parece tan sencillo, tan simple.

 Pero ¿Acaso no nos sucede que durante la aflicción, la tormenta de un conflicto, creemos que Dios no nos ve?
 Para muchos todavía Dios es un Dios que no ve.

 Por sus actos o sus hechos nos damos cuenta de esto. Hoy el mundo cree que Dios es un Dios que no ve; no ve ninguna de sus injusticias, rebeliones, crueldades, maldades.

 No todos quieren salir fuera de sus zonas conocidas, habituales, etc., así que no a todos Dios se le puede revelar como el Dios que ve.


En San Juan 1:48b El Verbo encarnado que venía a revelar la Imagen del Dios invisible le dice a Natanael: " Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi"

¿Dónde estaba Natanael? En el lugar secreto, allí donde no hay nada ni nadie más que tú y El.
Allí iba Natanael escapando de sus conflictos, de sus dudas, de sus temores, de sus luchas diarias por mantenerse como un verdadero israelita.
A veces pensamos que no somos mirados por Dios, porque los hombres no nos miran; los injustos creen que no son vistos por alguien superior a ellos, porque no son amonestados, ni descubiertos; pero ¿Dios que hizo el ojo, no verá? (Salmo 94:9b)


¿A quienes le es revelado este atributo de Dios: su Omnisciencia, y quienes adquieren esta misma revelación en sus vidas?

 A los que están escapando encontrándose sin salida; a los que están huyendo fuera de la zona del conflicto y no saben como solucionarlo; a los que tienen el corazón destrozado; ésos están preparados para recibir la Palabra de Dios, el consejo de Dios, la dirección nueva en Dios,  manifestando en ellos un fruto: sumisión y obediencia.
Pero también dice que ¡Dios le habló!
¡Cuánto necesitamos que Dios nos hable!
Cuando no sabemos que hacer, cuando una situación se nos va de las manos, cuando nos damos cuenta que no deberíamos haber dicho tal palabra, o hecho tal cosa. ¡Cuánto necesitamos oír su voz!, cuando llorando decimos: ¡No sé que hacer! 

Mira que sencillo:
  1- Lo primero  que debemos hacer es "salir fuera".
Abandonar el altercado, la zona del conflicto, la posición parcial que hemos tomado, y ubicarnos en otra neutral. ¿Cuál sería? En la Presencia de Dios.
 2-  Lo que debes hacer es ir hacia Dios, a su secreto. Dónde no solamente hablas tú, sino dónde Dios te habla.
3-  Debes oírlo: Dios hablará a tu corazón, en ese lugar donde no hay nada en lo que puedas apoyarte o sostenerte más que  su palabra.
4- Sucederá que tus ojos se abrirán, y verás la solución con claridad a causa de la luz que hay en su Presencia.
 5- y por último, serás capaz con la fuerza de Dios de hacer lo que Dios te diga.


 En este caso Dios le dijo a Agar, que volviera y que se sujetara a su Señora.
Arrepentimiento y posición.

Dos cosas que perdemos en los conflictos que traen las aflicciones y por lo cual podemos perder para siempre el lugar asignado por Dios para que nuestro vientre espiritual sea fecundado.
Reflexiona en ésto y el Señor te sacará de toda situación de huida ante los conflictos!
Dios te bendiga.

Pastora Sara Olguín
Ministerio de la Palabra "Casa de Pan"

Comentarios

  1. La Omnipresencia y Omnisciencia de dios siempre esta delante de nosotros. Bendiciones

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Dios te bendiga con su Abundancia!

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