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¿QUÉ VIENES A RECORDARME?

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1 Reyes 17:18 " Entonces la viuda le dijo a Elías -¿qué tengo yo que ver contigo, hombre de Dios? ¿ Has venido a recordarme mis pecados y a hacer que mi hijo se muera ?.." Este versículo esta mañana saltó fuertemente a mis ojos, enseñándome más cosas escondidas en el corazón del hombre. Empezando por sus temores. El hombre esconde dentro de sí dos temores :   el de la Culpa y del Castigo. El hombre no quiere tener Culpas ni sentirse Culpable. Sentirse culpable lo hace merecedor de un castigo, de una punición. Entonces adopta una actitud:  esconder todo aquello con lo cual lo acuse su conciencia. La Palabra de Dios nos enseña muchísimo acerca de esto  a fin que podamos entender, entendernos y ser libres. En Genésis 3: 8 al 10 . específicamente en el 10b , Adán confiesa haber sentido: miedo. Miedo de ser culpado, o descubierto, en la culpa que Él ya sabía que tenía por haber desobedecido y por lo cual huyeron, Eva y Él a esconderse detrás de un árbol, cuando escucharon

SOBRE TI FIJARE MIS OJOS

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Salmo 32: 8 y 9 En otro tiempo nosotros, como nuestros padres Adán y Eva, (según  génesis 3:7   "Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales" )  Teníamos los ojos abiertos para el mal y el entendimiento entenebrecido; el  dios  de este siglo, de este mundo,  Satanás  nos había vedado o enceguecido nuestro entendimiento, para que la luz de  Cristo  no resplandeciera en nuestros corazones ( 2 cor 4:4 ), pero ahora por la Gracia de Dios, tenemos luz.  Dios abrió los ojos de nuestro entendimiento, no del hombre natural, sino de aquel que fue vivificado. Ahora vemos aquello que no entendíamos,  lo comprendemos; por eso dice  el Señor, en el  versículo 8b "Sobre ti fijaré mis ojos " "Ahora te puedo mirar, ahora puedo poner mis ojos en ti; antes por tus pecados no podía, pero ahora por la sangre de Cristo, puedo mirarte y detener mis ojos en ti " ( Isaías 59:2).  Allí

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